Dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) protagonizaron ayer un contrapunto ante la posibilidad de que los gremios denominados Gordos no participen de la movilización que la central anunció para el 22 de agosto después del apoyo que el gobierno obtuvo en las Paso. El debate será abordado hoy en la reunión que el consejo directivo de la organización realizará a las 14 en la sede de Azopardo, donde se discutirá además la "coordinación" de la marcha del 22.
Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato, dijo que "la probabilidad de que se haga la movilización es de un 100 por ciento", y advirtió que los gremios que no concurran estarán "vulnerando la decisión que tomaron en el último plenario nacional".
El dirigente que sembró la duda sobre la movilización fue el jefe de UPCN, Andrés Rodríguez, quien anticipó que la CGT analizará hoy la posibilidad de suspender la protesta.
El sindicalista admitió que existen "opiniones divergentes" en la CGT luego de las Paso, por lo que explicó que se intentará "unificar a través de una síntesis". El jefe del sindicato de Judiciales, Julio Piumato, contestó que "este escenario electoral no modifica las condiciones que generaron la marcha".
El secretario general de la Asociación Bancaria (AB) y líder de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) de la CGT, Sergio Palazzo, aseguró ayer que levantar o suspender la movilización sería "un mamarracho" y una decisión "insólita".
Los Gordos evalúan que las Paso dejaron mejor parado al gobierno de lo que pronosticaban las encuestas. A eso se suma el agravante de que la CGT atravesó episodios de reprobación en actos recientes.
Por el contrario, el moyanismo busca hacer la movilización, al señalar que la medida ya se había aprobado semanas atrás y que no se había convocado en relación a los resultados de los comicios. Desde Rosario, la Asociación Bancaria y los sindicatos de Recolectores y Obras Sanitarias ratificaron su vocación de realizar la marcha. "Es vergonzoso que ahora gremios estén diciendo que no movilizaran porque fue la misma CGT la que planteo la protesta", dijo Matías Layús, de La Bancaria. Marcelo Andrada, secretario general de Recolectores, reafirmó que "la movilización del 22 de agosto debe hacerse y declarar un paro nacional".
Julio Barrosos, del Sindicato Químico de San Lorenzo, dijo: "En los distritos que tienen trabajadores industriales han rechazado el ajuste, la vuelta al desempleo, a la precarización laboral, algo que no solo afectaría a los trabajadores sino también a cualquiera que tenga relación con el mercado interno para sus ingresos. En santa Fe el 70 por ciento le dijo que no a la miseria planificada".