“Argentina necesita el acuerdo para tener la capacidad de evitar un shock desestabilizante”, dijo ayer el ministro de Economía Martín Guzman en la comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado de la Nación, donde dio detalles del entendimiento con el Fondo Monetario Internacional, un proyecto que ya tiene media sanción de Diputados y se está debatiendo en la Cámara alta.
El titular de la cartera económica reconoció que la acumulación de reservas es el objetivo principal para “calmar expectativas” y “fortalecer la estabilidad cambiaria” en el país y defendió el acuerdo porque “no hay posibilidad de que la Argentina pueda hacer frente a la carga de deuda que presenta sin un programa de refinanciamiento”, indicó.
En ese marco Guzmán explicó que tras el acuerdo, se plantea un objetivo de crecimiento de reservas internacionales de u$s 5.800 millones este año y una acumulación u$s 15.000 millones para el período 2022/24, lo que permitirá sostener el frente cambiario con cierta estabilidad, mucho más en un contexto internacional adverso por la guerra entre Rusia y Ucrania, que según dijo “está presente en la Argentina y eso se ve en los precios”.
“Con el acuerdo buscamos evitar que Argentina tenga profundo estrés en el frente cambiario, inflacionario y que descarrile la recuperación económica que estamos viviendo”, aclaró el titular de Economía a los senadores.
También el titular de Economía aclaró, ante la consulta de un senador, que “no hay ningún compromiso asumido en el programa con el FMI sobre impuestos o derechos de exportación”, en el marco de la decisión oficial de cerrar los registros de declaraciones juradas de ventas al exterior para harina y aceite de soja.
“La guerra de Rusia-Ucrania está presente en la Argentina y eso se ve en los precios que se paga por todo aquello que está asociado a los commodities, que están aumentando”, dijo Guzmán y defendió el acuerdo al señalar que “es responsabilidad de nuestro gobierno construir certezas en un contexto de incertidumbre”.
En ese marco “adquiere importancia la posibilidad de resolver las tensiones en la balanza de pagos que en lo inmediata afronta Argentina”, dijo
Subsidios energéticos
El ministro también aseguró que el gobierno nacional tiene el “objetivo firme” de reducir los subsidios energéticos y que la velocidad en que lo haga estará vinculada a “contingencias” que se puedan ir dando en cuanto a la situación climática local y la evolución del contexto geopolítico _como la guerra entre Ucrania y Rusia_ que afectan los valores del gas natural licuado que el país necesita importar para el invierno.
Durante la reunión en el Senado, Guzmán reiteró que el gobierno nacional trabaja en “adaptar el esquema de regulaciones” para que se pueda contar con la “inversión de escala” que necesita el sector energético.
Además, al referirse al capítulo energético contemplado en el acuerdo con el FMI, Guzmán aseguró que “hay un objetivo firme de ir pudiendo reducir los subsidios”, pero resaltó que también hay que tener en cuenta que “hay velocidades que se tornan factibles con relación a las contingencias que se vayan presentando en el escenario nacional climático y en el internacional”.
En ese sentido explicó que hay factores que quedan fuera del control del gobierno nacional, “una es la situación hidráulica; la situación de la sequía está por fuera de lo que el gobierno puede hacer y otra es la situación internacional y lo que está pasando en el contexto de la situación geopolítica con el precio del GNL, con el precio de la energía en general”, precisó.
Guzmán aseguró que “hay empresas atentas en hacer esa inversión de escala y siguen con una atención muy fuerte lo que se está discutiendo en el Senado, en la posibilidad de que la Argentina vaya resolviendo sus tensiones en su balanza de pagos”. Dijo que el país tiene “regulaciones de capital que fueron implementadas en 2019 por la anterior gestión y ha ido evolucionando en nuestra administración, con un sentido de carácter defensivo ante lo que era la situación de salida de capitales, incluyendo los fondos de especulación financiera de corto plazo que pusieron muchas presiones en el frente cambiario”, explicó.
Pero reconoció que “para que haya inversión de escala es importante ir adaptando este esquema de regulaciones, en particular para el sector de la energía”.
Inflación
Guzmán destacó que la inflación es uno de los problemas centrales que enfrenta la Argentina y ante eso planteó que “el Estado juega un rol para buscar anclar expectativas”.
“Para que ese rol pueda ser efectivo vía políticas de precios e ingresos, es fundamental que haya reservas en el Banco Central para que las expectativas estén más calmadas y no se alimenten expectativas de saltos en el tipo de cambio”, insistió al vincular la situación a la frente cambiario.
“Es de fundamental importancia ir ordenando las distintas situaciones macroeconómicas que se requiere ordenar para atacar el problema de la inflación en la Argentina”, aseguró el ministro y también reiteró que “hay un entendimiento mutuo (con FMI) de que la inflación es un problema con múltiples causas y no es un fenómeno puramente monetario” como en las que se manifestaba en las pericias en las que se basó el programa del 2018.