En un contexto de altísima inflación, no siempre justificada desde el cálculo de costos, un nutrido grupo de cooperativas, mutuales y sindicatos unen fuerzas para acercar a los productores de alimentos con los consumidores. El objetivo es crear valor y empleo en una punta, y ofrecer precios justos en las otras. A eso apunta la cooperativa La Nueva Argentina, cuyo puntapié inicial se dio ayer con la firma de un convenio fundacional en la sede Agricultores Federados Argentinos (AFA).
La cooperativa agrícola primaria más importante del país, que desde hace unos años tiene su propia estrategia de producción y venta de alimentos, es uno de los pilares de la iniciativa. Su contraparte es la Asociación de Empleados de Comercio (AEC), cuya proveeduría sindical es un modelo observado por autoridades, cooperativas y sindicatos de todo el país. Otros pesos pesados que impulsan este espacio son Amma, la mutual de Villa María que acaba de comprar un hipermercado, y la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe). Junto a ellas hay distintas entidades de la economía social y sindicales, como Capyc, Solidaridad, Productores de Hongos Comestibles, Astavic (supervisores de la industria frigorífica) y Cosmopolita. La convocatoria sigue abierta.
Hay cooperativas grandes y chicas que reúnen a productores que buscan mejorar su acceso a mercados e incorporar valor, asociaciones de logística, distribuidores de alimentos y mutuales y sindicatos que comercializan productos como servicio a sus afiliados. “Esta nueva cooperativa busca articular a los que atienden a los consumidores con las que producen”, explicó Jorge Petetta, presidente de AFA.
El directivo expuso la propia experiencia de la cooperativa, gran jugadora del mercado de granos que busca “siempre sacar un peso más para los pequeños y medianos productores” y creciente protagonista del mercado de consumo a través de la producción de alimentos elaborados y bocas de expendio “a un precio justo”.
A través del paraguas y el espacio que brinda la entidad creada ayer como cooperativa de provisión de servicios, AFA podría acordar con la proveeduría de AEC Rosario comercializar sus productos. Pero también lo podría hacer un emprendimiento más joven y pequeño, como la cooperativa de productores de hongo. De hecho, la boca de expendio del gremio mercantil ya ofrece productos de empresas recuperadas, cooperativas y pequeñas y medianas empresas alimentarias.
“Lo venimos trabajando a su tiempo y la idea es juntar a los dispersos, para darle poder de referencia a un sector económico que en conjunto llega al 15% del PBI y que puede aportar para que el trabajador acceda a precios razonables”, explicó Luis Batistelli, secretario general de la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario, y uno de los impulsores de este nuevo espacio de articulación.
“Hoy tenemos cifras de inflación difíciles de tolerar y los precios suben sin otra razón que la especulación y el robo, creemos que si juntamos a las organizaciones libres del pueblo podemos crear en un tiempo razonable una referencia de comercialización para todo el país”, agregó.
La movida es seguida de cerca por el gobierno nacional. De hecho, ayer estuvo en el acto de firma del convenio uno de los directores del Instituto Nacional de Economía Social (Inaes), Naum Mirad. “El objeto social de la nueva cooperativa es amplio, para permitir que se pueda armar el rompecabezas desde la producción al consumo”, señaló el funcionario, quien llamó a articular conocimientos, tecnología y financiamiento, acortando eslabones. “Que cada una de las organizaciones vinculadas aporte su máxima expresión”, añadió.