La fiebre dolarizadora no reconoce barreras en los últimos días previos a las elecciones legislativas. Pese a los nuevos posteos del secretario del Tesoro estadounidense, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) tuvo que volver a intervenir con ventas en el mercado para evitar que la cotización del dólar perforara el techo de la banda cambiaria.
Esas divisas salieron de las reservas que, por distintos pagos, perdieron casi u$s 780 millonen en un día. El pánico también arrastró a los bonos y las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, mientras el gobierno apura una nueva tabla de salvación: una suerte de neo plan Brady para recomprar deuda de la mano del JP Morgan.
El dólar oficial cerró casi en el techo de la banda ($1.491,1) y el BCRA tuvo que intervenir con algo más de u$s 45 millones para contener la presión cambiaria, luego de 21 jornadas sin hacerlo. El mayorista trepó a $1.490,50, un incremento de $15,50. El volumen operado superó los u$s 700 millones y casi duplicó la cifra del lunes.
“Se operó muy poco en el techo de la banda, con posturas por u$s 500 millones, sin embargo, cuando tocó $1.490,50 apareció mucha venta, que se renovaba a medida que le iban comprando”, detalló Nicolás Cappella, analista de Invertir en Bolsa (IEB). Damián Palais, de Cocos Gold, explicó que “los precios ya reflejan cierto pánico, con inversores dispuestos a pagar lo que sea con tal de estar cubiertos”. El mercado, agregó, descuenta que el esquema de bandas cambiarias no continuará después de los comicios.
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En el Banco Nación, el dólar minorista se vendió a $1.515, una suba de $20. El relevamiento del Banco Central mostró un promedio de venta de $1.513,04. El MEP subió 2,5%, hasta $1.591,57, y el CCL avanzó 2,9% hasta los $1.615,40. En las cuevas, el blue subió hasta los $1.561. En los futuros, el contrato para junio de 2026 subió a $1.835.
El “plan Brady”
El fuego cambiario se ríe de los bomberos. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, volvió a tuitear justificando el auxilio a Javier Milei en medio de fuertes cuestionamientos en su país. Aseguró en X que la administración de Donald Trump trabaja para “estabilizar y asegurar el Hemisferio Occidental”. En ese sentido, volvió a agitar el fantasma de la desintegración: “No queremos otro estado fallido en América latina".
El funcionario confirmó en redes la firma del acuerdo de estabilización cambiaria entre Estados Unidos y Argentina, por u$s 20.000 millones. Ahora busca que un grupo de bancos de inversión aporte otros u$s 20 mil millones al rescate. El CEO del JP Morgan viajó a Buenos Aires, entre otras cosas para interiorizarse de los activos que respaldarán ese préstamo.
Los bancos JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Citigroup y Bank of America advirtieron a Trump que no están dispuestos a asumir el riesgo de prestarle a una economía que coquetea con el default, de acuerdo al Wall Street Journal.
Mientras tanto, exploran otra colectora: una operación de recompra de deuda argentina en el mercado secundario que, en algún punto, retoma la experiencia del plan Brady de los 90.
El gobierno presentó esta operación como parte de los canjes denominados “Deuda por Desarrollo", que pueden estar enfocados en salud, naturaleza, clima, educación u otros objetivos de desarrollo de los países.
El objetivo es “liberar recursos fiscales de los países a cambio de compromisos de los países deudores de invertir en algunas de las áreas mencionadas”.
Sin combustible
Mientras las mentes brillantes de las mesas de dinero diseñan esta nueva ingeniería, las reservas del Banco Central se hunden. El martes cayeron u$s 779 millones y cerraron en u$s 40.593 millones.
La fuerte baja se explica por el derrumbe en el precio del oro, que restó cerca de u$s 350 millones, según comentaron fuentes oficiales. A este retroceso se le suma la intervención de la autoridad monetaria en el mercado (u$s 45,5 millones), un pago pequeño a CAF (banco de desarrollo de América Latina y el Caribe) y una sangría de encajes, como viene ocurriendo en los últimos días.
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En el segmento de activos financieros, los ADRs cayeron hasta 4,7% y bonos en dólares retrocedieron hasta 2%. El riesgo país medido por el JP Morgan se sostuvo arriba de los 1.000 puntos básicos.
En modo pánico, la tensión en el mercado cambiario se mide hora a hora, en un contexto en el que faltan dólares y pesos.