Durante el mes de octubre se multiplica la difusión de información sobre el cáncer de mama, el tumor más diagnosticado en Santa Fe, con más de 1.600 nuevos casos por año. En la detección precoz la clave está en las imágenes que se toman con un mamógrafo, una ecografía u otros métodos en los casos en los que es necesario. Sobre la importancia de los chequeos, cuándo realizarlos, en qué momento repetirlos y las prácticas requeridas cuando se precisa más información, habló Cristian Arce, especialista en diagnóstico por imágenes del Hospital Italiano de Rosario.
El médico señaló que encontrar las lesiones cuando todavía son muy pequeñas permite que el tratamiento sea menos complejo y agresivo: "En tumores de un centímetro, o menos, existen altas chances de curación". Por el contrario, cuando va creciendo, "las posibilidades de una remisión total son menores".
"El dos por ciento de las lesiones que encontramos en mamografías o tomografías deben ser chequeadas nuevamente a los seis meses. Son lesiones con todo el aspecto de benignas pero al ser nuevas debemos observarlas nuevamente. Otro porcentaje similar va a necesitar una biopsia", comentó Arce.
Los controles periódicos son sumamente importantes. "Hay que consultar anualmente o ante alguna duda al ginecólogo o mastólogo que son quienes indicarán el tipo de estudio de acuerdo a la edad y la historia de cada persona", dijo Arce.
En general se indica "una mamografía entre los 35 y 40 años" y luego, una por año. Sin embargo, por distintos motivos, esa recomendación global puede ser modificada. De allí que sea clave la mirada de un profesional.
Señales de alarma
"Si hay una dureza en la mama que la mujer se palpa o derrame de algún fluido por el pezón, o retracción del mismo, eso amerita una consulta rápida, y si no hay síntomas pero la mujer tiene antecedentes familiares de cáncer de mama en la familia, sobre todo si le ocurrió a una madre, una hermana, es necesario iniciar los exámenes diez años antes de la edad en la que esa familiar tuvo la enfermedad", remarcó.
El especialista comentó a La Capital que tanto a nivel privado como público están disponibles los controles básicos que necesita cada mujer para detectar un cáncer de mama a tiempo. "Es cierto que hay personas que no tienen acceso al sistema de salud, que por cuestiones económicas no llegan, pero en hospitales públicos y en el sector privado, los mamógrafos están disponibles y se otorgan turnos".
Tecnología: cuándo y por qué cada método
¿Hay mujeres que no se realizan los controles anuales por temor a, justamente, tener que enfrentar un diagnóstico?
Sí, eso sucede. Hay miedo por ese motivo pero también por el dolor o molestias que puede provocarle el estudio. Les puedo decir que con los nuevos equipos y la alta tecnología, con terminaciones más anatómicas con las que cuentan los equipos, materiales no tan rígidos, eso cambió mucho. Las pacientes ya no se quejan como años anteriores, por lo tanto, no debería ser un impedimento para los controles.
¿Y con qué métodos se cuenta en la actualidad?
El screening (que son estudios que se hacen en poblaciones sin síntomas), que en cáncer de mama es la mamografía, según la OMS debe hacerse al menos una entre los 35 y los 40 años. Y a partir de los 40 todos los años una mamografía. Otro método es la ecografía a la que recurrimos en personas con mamas muy densas, muy fibrosas. A esas mujeres debemos hacerles ambos estudios. También existe la resonancia con contraste endovenoso y más recientemente contamos con la mamografía contrastada. Estos ya no son métodos de screening sino que los indican cuando hay dudas por mamografía o ecografía, o los usamos en pacientes de alto riesgo.
En mujeres que han tenido cáncer de mama, ¿cómo son los controles?
Esto va a depender de cada caso pero al principio, en general, los chequeos con mamografía y ecografía se hacen cada seis meses. Además, cuando es necesario, puede recurrirse a la resonancia o mamografía contrastada. Si la persona tiene un expansor de mama (por una cirugía), por ejemplo, podría haber cierta complicación para la mamografía pero no está contraindicada.
En adultas mayores, ¿es necesario hacerse estudios para intentar detectar cáncer de mama?
Es una pregunta que nos hacen en forma habitual en el consultorio. De acuerdo a los criterios internacionales las pacientes deben realizarse mamografía toda la vida. Si la paciente tiene 80 años y está bien, no hay por qué no hacerse estudios. Solo queda exenta la persona que ya quizá ya tenga otras complicaciones graves de salud, pero si no hay impedimentos, todas deberían hacerse los chequeos aunque sean grandes.
Si se decide una punción, ¿qué rol juega el diagnóstico por imágenes?
Un rol importantísimo. Este procedimiento se hace bajo guía de imágenes de mamografía o de ecografía. Actualmente se hacen algunas biopsias bajo guía de mamografía contrastada. Pero la mayoría de las punciones se realizan con los primeros métodos que mencioné. El especialista en imágenes, y quienes nos dedicamos a la subespecialidad mama, diagnosticamos el cáncer _y lo ideal, como dije, es hacerlo lo antes posible_, y en el caso de la punción, debemos enviar buenas muestras al anatomopatólogo para que pueda hacer el diagnóstico definitivo.
¿Cómo está diagramado el trabajo en equipo para asistir a las pacientes?
Ante todo, el trabajo en equipo es fundamental. Somos parte de un grupo en el que todos necesitamos del otro, desde lo administrativo en cuanto a la recepción de los pacientes, las asistentes técnicas que son quienes realizan las mamografías, nosotros (los médicos) que estamos en contacto permanente con los mastólogos y anatomopatólogos, y las personas que transcriben nuestros informes. Es un grupo que en forma coordinada brinda a la paciente el estudio, su diagnóstico y su tratamiento. Cuanto antes, mejor.