Acorralado por el mercado, el ministro de Economía, Luis Caputo, juega sus fichas a todo o nada. En el último día de la semana confirmó que el Banco Central envió lingotes de oro a Inglaterra, que podrían ser usados como caución para obtener algún crédito externo. Por otro lado, aseguró que los argentinos que tengan dólares “deberán venderlos” para pagar impuestos, porque pronto “secará la plaza de pesos”.
El titular del Palacio de Hacienda está desatado en su pulseada con los sectores de la economía real y financiera, inluido del FMI. En un opaco episodio, el titular del Banco Central y socio en el sector privado, Santiago Bausili, sacó dólares del Banco Central y los envió a Londres.
La Asociación Bancaria dio el alerta y realizó un pedido de informes, que todavía no fue respondido. Pero Caputo sí confirmó el vienes que esa transferencia se había hecho. Y calificó la decisión como “una movida muy positiva” porque “es mucho mejor tenerlo custodiado afuera donde te pagan algo”.
En el pedido de informes que presentó el secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, se refirió a la salida de camiones de caudales de la empresa Lumil, los días 7 y 28 de junio, trasladando el oro de la bóveda del BCRA a Ezeiza, donde los embarcaron en la aerolínea británica British Airways con destino desconocido, aunque se supone que fue el Banco Central de Inglaterra.
La sospecha que expresó es que se utilizarán como garantía para recibir un Repo del Banco de Basilea, en momentos en que el gobierno necesita dólares desesperadamente.
En el mercado también circula la versión de que la operación habría generado un cortocircuito entre el titular de Economía y el presidente del BCRA. Si bien pregonan la autonomía de la autoridad monetaria, lo cierto es que ambos funcionaros son socios en el sector privado y se mueven habitualmente en tandem.
Caputo no dio precisiones sobre la cantidad de lingotes ni su valor. En su presentación, Palazzo había reclamado que se le informara el monto y la moneda en que se harían las operaciones. Las estimaciones indican que se trataría de alrededor de u$s 450 millones.
Lo que el ministro sugirió es que la salida de las reservas en oro del país se trata de una maniobra para especular rendimientos. Se lo deposita en una entidad del exterior que lo pueda utilizar como garantía y a cambio el Estado argentino obtiene parte de las ganancias.
Varios analistas especularon sobre las intenciones del gobierno. “Si se quiere usar el oro como garantía, tiene que estar en Europa para conseguir un certificado que permita hacerlo, creo que lo que quiere hacer es pagar algo financiero o hacer un Repo”, explicó el economista Sebastián Menescaldi, de Eco Go.
Para el economista y director de la consultora Econviews, Miguel Kiguel, “se pueden realizar operaciones financieras relacionadas con la volatilidad del oro sobre las cuales se puede obtener una rentabilidad, otorgando garantías (que se pueden llegar a ejecutar, por eso el oro puede estar allá)”. A su juicio, “si es así, suena una decisión razonable”.
A contramano
Por supuesto, esta percepción positiva se expresa con esta gestión. En la anterior, el Banco Central fue blanco de rumores, en más de una ocasión, sobre que “se tocaba el oro de las reservas”. Nunca se confirmaron.
Durante su gestión al mando del BCRA, bajo el gobierno de Mauricio Macri, Federico Sturzenegger había intentado sacar del país una mayor parte de ese metal precioso de la bóveda del regulador monetario, pero no lo había podido hacer.
El BCRA tiene alrededor de u$s 4.600 millones de sus reservas en oro. Una parte de ese total estaba en Londres antes de este envío que hizo Bausili y ya se podía utilizar como garantía en operaciones. El economista Ricardo Aronskind dijo que esta movida va a contramano de “la tendencia internacional en las últimas dos décadas, que marca que en muchos países de primer nivel es a acumular oro en previsión de una eventual disrupción del orden global”.
Por ejemplo, a mediados de abril se supo que Sudáfrica decidió repatriar sus reservas de oro de Estados Unidos, para mitigar riesgos.Lo mismo hizo otro gigante económico africano, Nigeria, en un intento de minimizar la exposición a vulnerabilidades externas. Pocos días después, Ghana tomó una decisión similar, vinculada con “el aumento las tensiones geopolíticas y las disputas comerciales”.
En los últimos tiempos, Argelia, Arabia Saudita, Egipto, y otros países repatriaron reservas de oro.
Los dólares
Más allá de las explicaciones del ministro, las movidas de Caputo denotan la urgencia por conseguir dólares, en momentos en que escasean. De hecho, las reservas perdieron en la semana más de u$s 650 millones.
No ayudó a despejar esas dudas el tuit de Caputo en el que advirtió que pronto “la gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos” porque “vamos a secar la plaza de pesos”.
La verdad es que, pese a la dominancia que tiene la divisa en la opinión pública, dista de ser una mayoría la que está estockeada de dólares. Por eso, el ex asesor del presidente Javier Milei, Carlos Rodríguez, preguntó con lógica: “¿Qué van a hacer los que no tienen canutos para blanquear y vender?”.
También la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner cruzó al ministro de Economía, en su cuenta de la red social X. “¿Cómo dijo señor ministro? ¿No era que los impuestos eran un robo del Estado, el peso un excremento y el dólar, la moneda que le iban a dar a los argentinos…? Más perdidos que turco en la neblina”, publicó.
En la publicación, Cristina se refirió a una entrevista de octubre del año pasado, cuando el entonces candidato Milei fue consultado por el consejo que le daría a una persona a la que se le vence un plazo fijo en pesos: “Jamás en pesos, jamás en pesos. El peso es la moneda que emite el político argentino, por ende no puede valer ni excremento, porque esas basuras no sirven ni para abono”.
Caputo intentó aclarar sus dichos al señalar que su frase fue una advertencia para aquellos que planean comprar dólares en el corto plazo. “Con el correr del tiempo va a haber cada vez menos pesos porque no se emite más por ninguna razón y se absorben pesos por superávit. Una vez más, en competencia de monedas, las moneda fuerte será el peso”, apuntó.