El secretario adjunto del gremio de Camioneros, Pablo Moyano, anticipó ayer que los trabajadores de ese sector pùsieron un piso de aumento del 33% para las negociaciones paritarias de este año.
“Nadie puede negar la inflación ni el impuesto a las ganancias”, señaló el sindicalista en declaraciones a Nacional Rock, al anticipar que su gremio no cederá de sus pretensiones para recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores.
En tanto, dirigentes gremiales denunciaron hoy “presiones” del gobierno nacional a empresarios y sindicatos para que los aumentos salariales de este año no superen un “techo” del 25 por ciento y dejaron abierta la posibilidad de realizar medidas de fuerza en reclamo de una suba “razonable” ante la inflación.
Moyano denunció que el gobierno está “presionando” y “apretando” a los empresarios de cada actividad para que no firmen acuerdos que impliquen aumentos salariales de más de un 25% ó 26%.
Pese a ello, el sindicalista aseguró que el gremio de los Camioneros “teniendo en cuenta la inflación que hubo el último año” va “a pedir entre un 38% a 40%”.
Recordó que ese sindicato firmó en la negociación paritaria de 2014 un aumento salarial de 33%, y alertó que “seguramente no vamos a firmar por menos” de ese porcentaje.
Consultado sobre la posibilidad de medidas de fuerza, subrayó: “Teniendo en cuenta la inflación, el impuesto a las ganancias que hace rato venimos reclamando y el gobierno no escucha estos reclamos, seguramente nuestra organización va a ser puntapié en este reclamo”.
Mercantiles. Por otra parte, el secretario general de la federación nacional que agrupa a los empleados de comercio, Armando Cavalieri, confirmó que el ministro de Trabajo nacional, Carlos Tomada, le reconoció que recibía “órdenes superiores” para no avalar subas salariales del 30%.
El dirigente mercantil cuestionó al gobierno por “imponer una barrera al salario” porque, dijo, que así “le ponen un tope al crecimiento”, y abogó por “la libertad de negociar”.
Cavalieri consideró que el ministro de Economía, Axel Kicillof, “está enfrascado en una posición, creo que equivocado, porque a él le conviene muy mucho que el mercado interno tenga crecimiento, capacidad impositiva”.
“No habla bien de Kicillof el tema este de imponer una barrera al salario”, juzgó y comparó esa postura con la que esgrimía el ex ministro de Economía Domingo Cavallo “que decía permanentemente a mayor salario mayor inflación”.
En contraposición, el presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez dijo al diario Perfil que está “totalmente de acuerdo con ese máximo de 25%, porque es sólido para evitar que se disparen los precios”.
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, dijo a su turno que espera “una relación racional y razonable por parte de los sindicatos y empresarios para que el aumento al que se llegue sea conveniente para ambos”.
Conflictos. En este clima de tensión, varios gremios retomarán esta semana las discusiones paritarias, entre ellos, la Unión Obrera Metalúrgica, que conduce el jefe de la CGT afín al gobierno, Antonio Caló; el de Comercio, y el de Aceiteros.