Una de las figuras más apasionantes y controvertidas de la historia de América Latina es la del caudillo uruguayo José Gervasio Artigas (1764-1850). Emblema del federalismo y símbolo de la lucha de los pueblos del subcontinente en la lucha contra la Europa colonialista, es sobre el eje de su intensa vida que la narradora rosarina Lisi Rodenas decidió escribir una novela, que será presentada el miércoles próximo a las 18.30 en la sede de Plaza Jewell, pasaje Gould 865.
Consultada por La Capital por las razones de su elección de Artigas como protagonista, la escritora no dudó: “El legado del legendario oriental sigue vigente y nos interpela desde el pasado. Latinoamérica sigue sin saldar la inmensa deuda que tiene consigo misma: volver a enfocar su mirada en aquella comunicación intrauterina que tuvieron los pueblos durante la América española y encontrar en ella -sin desdeñar las relaciones en este mundo globalizado- la clave para enfrentar el porvenir”.
Apasionada por su personaje, Rodenas amplió: “En la novela me tomé el atrevimiento de hacerlo hablar, pero al final incluí un Epílogo: Por qué Artigas, que es un breve ensayo. La respuesta inicial que di en este diálogo que mantenemos es justamente un resumen del último párrafo de ese texto. Considero que la tensión entre el puerto y el interior recorre toda la historia argentina, y es la causa de muchas de nuestras desgracias. En un triste momento histórico perdimos el Paraguay, el Alto Perú y, en la que será una horrible fatalidad -ya derrotado y exiliado Artigas en el Paraguay-, se producirá la escisión de la Banda Oriental.
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Artigas retratado por Juan Manuel Blanes,
-¿Hay algún elemento más que quieras destacar en la figura del caudillo?
-Su notable visión geopolítica, su fantástico conocimiento de la realidad y también del alma de sus paisanos. No fue un intelectual como Moreno, Paso o Castelli, pero tampoco un marginal: su familia pertenecía a la burguesía de los hacendados: criollo él, criollo su padre, español su abuelo, que llegó al Río de la Plata en 1713 como oficial de la Corona Española a marcar límites en la Banda entre las colonias españolas y portuguesas.
Su padre y su abuelo fueron cabildantes durante el siglo XVIII, y protagonistas y testigos de esa sociedad tan especial que se había fraguado en el Nuevo Mundo.
Artigas fue, además, testigo de cómo la apertura exagerada del puerto había arruinado las economías regionales: él aspiraba a un sistema confederado en el que se respetara la soberanía particular de los pueblos, se alentara a sus economías, se pusiera un freno al despotismo militar y se brindara educación a los aborígenes, mestizos y criollos.
Y conviene recordar que en esta patriada se le sumaron los pueblos del Litoral: Santa Fe, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Córdoba. Esa fue la Liga de los Pueblos Libres.
La presentación de la novela de Rodenas, titulada justamente Yo soy Artigas, estará a cargo de la periodista Verónica Solina y el doctor Francisco Iturraspe.
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