Se tituló Contra Amazon. Siete razones/un manifiesto y fue publicado en Jot Down Magazine en abril de 2017. La revista también imprimió pósters que distribuyó en librerías de España. En noviembre de aquel año ya tenía una versión en inglés y se repartía entre libreros de todo el mundo. Apareció en la web de Digital Hub y fue editado por la editorial canadiense Biblioasis. Y al poco tiempo ya estaba en plan el libro que salió de imprenta en los últimos meses del 2019. Ahora es un manifiesto extendido: contra las páginas de litio, que generan un tipo de memoria distinta a la de la lectura en papel. Y contra la robotización de la lectura. Contra la censura y el antisemitismo del gigante de ventas por internet, que no publicita en sus portales a escritoras como Ursula K. Le Guin cuando entran en litigios con Hachette pero que, en cambio, sí publicita libros como Mein Kampf o The Pedophile's Guide porque la "demanda" de los lectores así "lo amerita" (!?).
Contra Amazon es también un manifiesto contra el supermercadismo que usa el capital simbólico de los libros para vender otras cosas. Un manifiesto contra la velocidad de las plataformas que, en nombre de valores como la eficacia y la fluidez, pasa a relevo la lentitud como valor agregado de la lectura. O desdeña ideas como aquellas de Roland Barthes cuando sostenía que leer es levantar la cabeza: hacer una pausa, realizar un trabajo. Un manifiesto contra el espionaje en el interior de las mentes del lector, porque en 2017 Amazon dio a conocer cuáles eran las frases más subrayadas por sus lectores en los dispositivos Kindle y así puso en evidencia hasta qué punto monitoreaba a sus usuarios.
Contra Amazon es también un manifiesto contra los algoritmos de tendencias, que replican las portadas de los libros más vendidos y ranqueados y manda al fondo del scroller, al arcón de los libros que nunca han existido y nunca jamás existirán, a aquellos editados en papel, raros, inasequibles, antiguos y únicos; y que por cierto a tantos nos gusta conocer. Contra Amazon ha sido un manifiesto contra todo eso. Y ahora es un libro global: el libro salió editado en simultáneo en francés, en inglés, en español. Libreros de distintas latitudes lo venden, lo distribuyen, lo postean, lo replican.
Jorge Carrión es un especialista en los deslizamientos entre literatura, posliteratura y otra vez literatura. Ha ejercitado esos deslizamientos desde Crónica de viaje (2009) y Los muertos (2010) a Teleshakespeare (2011), todos ellos libros definitivamente inscriptos en el examen de la relación entre literatura y tecnologías. Y ha pasado luego a obras como Librerías (2013) o Barcelona. Libro de los pasajes (2017), ensayos destacados en la cruzada humanista por la vida, los libros, los viajes. Contra Amazon también tiene ese ímpetu. Hay, como en sus anteriores, caminatas y crónicas, paseos por librerías de nuevos y de usados, museos, exámenes críticos y citas de los escritores que a él más le gusta leer. Por eso, Contra Amazon no es tanto una cruzada contra los gigas y los bytes y los gigantes de internet, que lo es, sino fundamentalmente una encendida prédica en favor de las librerías, la literatura, la lectura, el papel.
Los lectores amazonianos son robots. Como Kiva y Slam, las máquinas de procesamientos de pedidos de la tienda de internet más rápida del planeta. Kiva y Slam están de un lado del mostrador. Y del otro lado está Kindle. Una pregunta aquí podría ser: ¿y el lector, dónde está? Para Amazon al parecer ya no son importantes aquellas anécdotas de búsquedas y hallazgos inesperados que poblaron la larga historia libresca del mundo. Un ejército de escritores está, en este preciso momento, autoeditándose. Edita tu propio libro. No te preguntes nada por la historia de la edición ni la historia de la tipografía. No tengas demasiadas predilecciones literarias específicas. Nunca te preguntes cosas como: qué es una poética. Esas parecieran ser las utopías de Amazon. Historias como la de los manuscritos de El libro de los pasajes de Walter Benjamin, dejado en manos de un empleado de la Biblioteca Nacional de Francia llamado Georges Bataille en tiempos en que el autor alemán intentaba escapar infructuosamente del nazismo. Historias como esas quedan ocultas detrás de las nubes de ceros y unos y tags de Amazon. ¿Para Amazon existe La biblioteca de Babel de Borges?¿En qué ranking de tendencias están colocados autores de longsellers, piantalectores de bestsellers, como Rulfo, César Vallejo, el propio Borges?
Las referencias a Borges y Benjamin tienen su pertinencia. Borges antes y después de Borges es el título de uno de los ensayos que Carrión incluye en Contra Amazon. La tesis: que hubo tres Borges. O dos (según se la entienda). Un Borges que va de 1930 a 1975: de Evaristo Carriego a El libro de arena, desde el tiempo en que comienza su amistad con Bioy hasta la muerte de Leonor Acevedo, su madre. Es ese el Borges de sus grandes libros. Y antes y después de ese Borges hay otro Borges, con menor grandeza literaria pero inmensamente más feliz. Es el Borges de la niñez y la adolescencia, el que lee el Quijote en la edición de los hermanos Garnier, conoce al ultraísmo en España o pasea por Ginebra. Ese otro Borges reaparece después de 1975. Es el Borges de la ceguera consumada, el que viaja con María Kodama y con quien escribe Atlas. El Borges que finalmente muere en Ginebra.
Y si Benjamin escribió Desembalo mi biblioteca, aquel ineludible ensayo sobre las intimidades del coleccionismo y el (des)orden de los libros, Carrión escribe un ensayo sobre su propia historia personal de la lectura. Es el capítulo que rastrea la genealogía de esta pasión intransigente por las bibliotecas, las librerías, la lectura. En otro capítulo Carrión nos lleva a caminar por Londres con Iain Sinclair. Es el ensayo que después de publicarse en Altaïr Magazine en 2016, obtuvo el Premio Mañé y Flaquer de Periodismo de Viajes 2017. En otras páginas hay una entrevista a Alberto Manguel, a instancias de su dirección ocasional de la Biblioteca Nacional Argentina. En otras Carrión escribe sobre librerías de viejos versus librerías de nuevos. O viaja al sur del Pacífico, para ver la reinvención de las librerías en Tokio o entrevistar a Han Kang, autora de La vegetariana, en Seúl. Y en las páginas iniciales está ese manifiesto suyo, Contra Amazon, que le dona su título a todo el libro. Comenzó siendo un manifiesto personal. Ahora es de los libreros del mundo. Y de los aficionados a la historia de la tipografía. Y de los anacrónicos enamorados del olor a la lignina y el papel.
Jorge Carrión
Galaxia Gutenberg
172 páginas, $1974