No creo que las decisiones de las autoridades de Tránsito estén solucionando los actuales inconvenientes del tráfico. Si en vez de aumentar el monto de las multas, hubiera la cantidad necesaria de inspectores eficientes en la calle, distinta sería la situación. Al acceder al micro o macrocentro cualquiera puede notar que, en los sectores de estacionamiento medido (de concesión privada) los controles son permanentes y bastante estrictos, y en los sectores que no lo son podemos encontrar en todas las cuadras por lo menos un auto en doble fila y dos sobre la línea amarilla, situación que hace evidente que las multas no se efectúan y que los inspectores están ausentes. Entonces, ¿de qué sirve aumentar el precio de las multas si los infractores no las reciben? Además, quienes decidimos caminar más cuadras y dejar el auto en lugar permitido (luego de dar infinitas vueltas a la manzana, con las incomodidades anteriormente nombradas) tenemos que lidiar con los acosos de los cuidadores. Tampoco considero que aumentar el radio de estacionamiento medido fuera una solución. Sugiero algo que puede parecer de otro planeta: que cada funcionario y empleado de la Municipalidad simplemente cumpla con su trabajo.