En el negocio del espectáculo parece que no entra la actividad, cada día más creciente, del teatro independiente rosarino. Quince salas no convencionales, que dan cobijo a diversos elencos de artistas locales, algunos de gran categoría, sobreviven por el esfuerzo personal de verdaderos amantes del teatro. Sin apoyo, salvo a veces el municipal, se esfuerzan día a día en promocionar espectáculos teatrales realizados "a pulmón" por actores rosarinos que, además de actuar sus papeles, deben montar sus escenografías para la obra y luego de la función deben prepararse para, como obreros sin salario, arremangarse para desmontar lo que con tanto sacrificio se armó. Generalmente, luego de la función y siempre que tengan con qué, se reúnen en algún bar cercano para, sándwich mediante, comentar la respuesta del público (casi siempre escaso). Muy poca gente conoce los esfuerzos que cumplen estos artistas de alma, que no cobran dinero de ninguna naturaleza y ensayan de 5 a 6 meses costeándose el transporte ellos mismos después de sus ocupaciones habituales. Los medios tampoco apoyan como debieran esta actividad, ya que se ocupan principalmente de los espectáculos que vienen de Buenos Aires. Para los medios el teatro local parece no interesar particularmente, salvo a veces en contadas oportunidades. Sólo la publicación en las carteleras, jamás una nota promocional, casi nunca una entrevista que se publique, nunca o casi nunca la concurrencia a las funciones de los elencos independientes. Los medios radiales, televisivos y prensa escrita de alguna manera dan la espalda a la esforzada actividad teatral independiente, lo mismo que cierto público rosarino que no ve teatro y al cual no llegan los modestos impulsos publicitarios de los teatristas para atraerlo a sus espectáculos. Además, últimamente, la escasez de salas disponibles parece ser un dilema sin solución; aunque sabemos que existen salas de muy buen nivel en ámbitos de entidades privadas que desconocen dramáticamente la falta de infraestructura para esta actividad. Sería muy interesante que esas entidades pongan sus ojos en esta labor profesional, que actualmente pide consideración por parte de la comunidad para acrecentar la ilustración del pueblo. El teatro es cultura.