Ojalá pudiera decir que este querido país me propone alguna sorpresa que resulte estimulante. Pero -con honrosas excepciones- cada vez nos vamos acostumbrando más a tener que sorprendernos con situaciones o circunstancias que, en el mejor de los casos, nos provocan una cierta forma de indignación.
Y en esto compite por igual lo público con lo privado. En este caso, la sorpresa vino de la mano de una empresa que bien podría considerarse como un verdadero “monopolio (o casi) de las comunicaciones”, con el respeto que me puedan merecer sus circunstanciales competidores. Estoy hablando de lo que otrora fuera Telecom Argentina SA, hoy un tentáculo más del grupo Personal + Flow.
Hace casi 6 meses que vengo pagando regularmente la factura por el servicio de telefonía fija, supuestamente provisto por dicho conglomerado empresario a mi domicilio particular en la ciudad de Rosario (Santa Fe), sin la debida contraprestación, ya que -como mínimo desde el 18 de marzo del año en curso (según información recibida del operador de la propia compañía que me atendió) la referida línea “No funciona”.
Ello, hasta hoy que recuperó la funcionalidad, pero con algunas particularidades que paso a detallar:
1°) Todo empieza a resolverse, gracias a la visita técnica que se me asigna, como consecuencia de haber decidido el mencionado grupo empresario sustituir el servicio de Internet que proveía hasta hace poco tiempo atrás, mediante la mudanza del mismo a fibra óptica (lo que, de hecho, representa una interesante mejora... y lo aclaro para demostrar que no me asalta animosidad alguna respecto de la compañía, limitándome simplemente a describir los hechos).
2°) Al comentarle al técnico que hace la visita de la mencionada falta de servicio en la línea fija, me hace saber que desde hace algún tiempo (sin precisar cuánto), la compañía ha venido retirando cableado como parte de su plan de redireccionar el servicio a través de la fibra óptica.
3°) En concomitancia con lo mencionado en el apartado precedente, también me entero que -a partir de este cambio en la modalidad del servicio- la línea fija queda asistida por el modem o router que sustenta el servicio de fibra óptica, pudiendo tener sólo un aparato telefónico conectado, y no ya dos como tenía hasta cuando funcionaba, por la línea de cableado tradicional.
4°) Al querer comprobar el funcionamiento del teléfono bajo esta nueva modalidad, mediante un simple llamado al n° fijo desde mi celular, advierto que la línea sigue sin funcionar. Esto sorprende al técnico, quien -para ratificar mi prueba- hace un llamado inverso (desde mi línea fija a su celular), con éxito. Pero un éxito relativo, porque me aclara que el n° desde el que le figura hecha la llamada en su celular no tenía nada que ver con el n° correspondiente a mi línea fija, sino que el mismo había sido sustituido (unilateralmente y sin ningún tipo de aviso) por otro n°, que es el que le aparece a él en el celular!!!
5°) Ante mi estupor ante semejante situación, y sobre todo ante mi explicación de que el n° fijo yo lo mantenía por tradición y por tanta gente que seguía llamándome a través del mismo, me sugiere que reclame a la compañía para que me restituyan el n° anterior. Cosa que termino de hacer hace algunos instantes, pero que recién podré confirmar si resultó exitosa dicha restitución (como me dijeron) a partir de mañana, ya que la activación del trámite demora (según dichos del operador que me atendió) 24 horas (mantendré los dedos cruzados hasta confirmar que sea así).
6°) Además, otra sorpresa contenida en la autollamada que hizo el técnico para verificar el funcionamiento de la línea, es que haya podido comunicarse con un celular, ya que la línea que yo tenía era la continuidad de la otrora conocida como "línea uno", que tenía un costo fijo y solamente permitía llamadas locales a otros teléfonos fijos (no celulares y no larga distancia)... Pero hoy se pudo establecer una comunicación del fijo al celular del técnico... De esto tampoco nadie me había avisado (y mal podía darme cuenta sólo, cuando hace casi medio año que la línea no funcionaba)...
Y realmente deben pensar que nos chupamos el dedo...!!!
Ojalá este experiencia pueda servir como un disparador más (aunque insignificante), no solo para que otros compatriotas puedan imaginar el porqué de estar pasando o haber pasado por algo similar, sino primordialmente para ver si de una vez por todas puede existir alguien -dentro de estas estructuras- que se haga cargo de ir mejorando la oferta de servicios, para que los argentinos recibamos lo que debemos y merecemos recibir.
CPN Jorge Freytes