Alejandro Fantoni es sanlorencino de pura cepa, conocido por trascender a nivel nacional en el Turismo Nacional y de destacada participación también en los zonales, especialmente el Car Show Santafesino. La pista era el hábitat para el hobby deportivo de este empresario de obras para la ingeniería industrial, de 36 años. Hasta que le picó el bicho del rally y especialmente el Dakar. Por eso se sube a un cuatriciclo del experimentado equipo de Daniel Mazzucco, para intentar la hazaña de dar la vuelta con tan poco recorrido encima, apenas los Desafíos Ruta 40 de este año y el Merzouga Rally de Marruecos. "La verdad es una locura esto, pero acá estoy", dijo.
"Lo acompañé a Leo (Larrauri) al Desafío Ruta 40 del 2016 y me encantó. A partir de ese momento hice todo para poder correr un Dakar", relató Fantoni, que hasta ese momento lo seguía de pasada, sin mucho entusiasmo. "Para mí era algo muy lejano, raro. Me interesé más cuando lo corrió mi amigo Federico Gut", también sanlorencino que corrió las ediciones 2011 y 2012, en las que debió abandonar porque se le incendió el cuatriciclo en la primera y quebró el chasis en la segunda. "Pero la verdad es que cuando estuve adentro de un rally quedé enloquecido".
Fantoni tiene apenas un año de experiencia en esta especialidad y cinco carreras encima, dos del Campeonato Argentino de Navegación, los dos Desafíos Ruta 40, Norte y Sur, y el Dakar Series de Marruecos. "Era condición indispensable correr ahí para que nos autoricen a disputar el Dakar", explicó. "En abril y gracias a Mazzucco, me reuní con Marc Coma (director deportivo de la Amaury Sport Organisation, empresa que maneja la carrera) y nos explicó a varios pilotos (como el rosarino Carlos Joffre) que ese era el requisito. Y me sentí mejor después de correr y terminar todas las carreras".
En el Desafío Sur fue 3º entre los 4x4, en Marruecos "iba primero hasta que los mecánicos españoles que atendieron el cuatri cometieron un error con un papel que se metió en el acelerador y terminé lejos, y después fundó motor en el Desafío norte, pero llegué igual octavo. Fueron grandes experiencias y cuando el 20 de julio la ASO me comunicó que corría no podía creerlo, porque hay un límite de 50 cuatriciclos y yo soy uno de ellos".
Como todo novato, "la meta es llegar. Eso me aconsejó Gut, que vaya tranquilo y lo disfrute. Hay que ser calculador y cambiar el chip, porque soy de los pilotos que les gusta la velocidad pero acá hay que cuidar mucho el físico y la máquina. Lo sentí en cinco o seis días de competencia, imagino lo que será en dos semanas". Además, "está claro que el automovilismo de pista y el rally son dos deportes distintos. Imposible compararlos, aunque la adrenalina sea parecida". Fantoni no sabe qué hará luego del Dakar, pero "me encontré en la carrera de Rosario del TN con muchos amigos y ex compañeros, y tuve ofertas para volver. Pero vamos a verlo. Ahora sólo pienso en llegar a Córdoba el 20 de enero. Me costó mucho llegar y quiero disfrutarlo".
El sanlorencino tiene claro que "es muy costoso correr un Dakar. Por suerte me bancaron sponsor que tenía y proveedores de la empresa. No soy un piloto profesional y mucha gente me ayudó. Es una oportunidad única y no quiero desaprovecharla". Su familia entera, con sus padres, hermano, hermana, novia y amigos lo acompañarán. El Mazzucco Can-Am Team lo asistirá con toda su experiencia. Hoy sale de al rampa. Lo demás dependerá de Fantoni.