El pasado 9 de octubre el testigo fundamental del brutal asesinato a quemarropa de Lucas Espina, por el cual están procesados como autores los hermanos Milton y José Damario, protagonizó en Tribunales un sorprendente cambio de declaración. Aunque en dos exposiciones previas colmadas de detalles había señalado a los dos hermanos como los ejecutores del crimen, esta última vez dijo recordar muy poco del episodio, y luego acusó a Norma Bustos, la madre de la víctima, de presionarlo para acusar a los Damario.
Cinco días después este testigo, llamado Ariel L., regresó a Tribunales para denunciar que la noche anterior a su cambio de declaración, que los fiscales calificaron de incomprensible, había sufrido amenazas, orientadas a que se desdijera. Esa intimidación fue concretada, según dijo, por dos hombres desconocidos que desde una moto lo apuntaron con un arma de fuego. Los dos individuos le dijeron: "Vos elegís. Te podemos matar hoy o mañana".
Esta denuncia de amenaza ahora es investigada por la fiscal Marina Pieretti quien remitió copia de la presentación del testigo al juez Gustavo Salvador, quien debe dictar sentencia contra los acusados del asesinato de Espina.
Custodia. Por la gravedad del incidente se ordenó intervenir al Centro de Asistencia Judicial (CAJ). Ariel L. cuenta ahora con custodia policial permanente e ingresará a un programa de protección de testigos.
El abrupto cambio de declaración del testigo Ariel L. sobrevino en el contexto de una secuencia de casos que tuvieron finales de una violencia desaforada.
Lucas Espina fue asesinado a los 25 años, el 27 de enero de 2013, a media cuadra de su casa de barrio Tablada, en Pavón al 4600, con una ráfaga de ametralladora, disparados desde un auto y delante de testigos. Su madre, Norma Bustos, salió a la calle y lo encontró en el patio de una vecina, en agonía. Desde aquel día ella señaló a los hermanos Milton y José Damario como los autores de la ejecución de Lucas. El 20 de noviembre de 2014 a las 10.30 de la mañana la mataron a ella de tres tiros en la cara.
Dos viernes atrás el testigo Ariel L. fue convocado, curiosamente, por las defensas de Damario. La declaración de Ariel había sido lapidaria contra ellos en las dos ocasiones previas por lo que llamaba la atención que fueran los abogados de los acusados quienes lo presentaran.
Aunque cuando habló dijo que recordaba muy poco de las circunstancias del asesinato de Espina, "sólo haber visto un auto, balas, fue cerca de la 1 de la mañana". Y luego dijo que sus testimonios anteriores los había formulado bajo la presión de Norma Bustos, quien le requería que acusara a los Damario.
Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Guillermo quedaron perplejos y ordenaron se formulara una acusación contra el testigo por el delito de falso testimonio. Sospecharon que para semejante cambio tuvo que mediar una amenaza u otra presión. No tenían dudas de que el pánico que todavía impera en el barrio por el predominio de los Damario, aún presos, explicaban el repliegue del testigo. Milton es defendido por las abogadas Hilda Knaeblein y Claudia Burgos. A su hermano Pepe lo representa Luis Tomasevich.