Dos familias quebradas por la tragedia luchan para que no quede impune la muerte de cuatro de sus miembros, ocurrida el 15 de enero último, en un accidente a la altura de Villa Lía, en el partido bonaerense de San Antonio de Areco. El conductor del Peugeot 406 que cruzó de carril en una curva y embistió el Fiat Palio en el que viajaban las víctimas fatales se encuentra libre y conserva su licencia de conducir, pese a que las pericias oficiales revelaron que aquel fatídico domingo manejaba alcoholizado y al momento de la colisión iba a 174 kilómetros por hora, según documentación aportada a este diario.
Por el tremendo impacto registrado a las 6.45 en la ruta 41, en la curva de conocida como "El tala viejo", murieron el conductor del Palio, Hugo Oscar Sánchez (56), su esposa Mirta Graciela Inés Radicci (52), el hijo de ambos, Facundo Lionel Sánchez (19) y Martín Busalacchi (16), familiar cercano. El auto que invadió el carril contrario era guiado por Federico Andrés T. (27), quien iba acompañado por Sebastián Aponte (23). Ambos son de Villa Lía y sobrevivieron al accidente.
A toda velocidad. Según las pericias oficiales (a las que tuvo acceso LaCapital), el conductor del Peugeot 406, que trabaja como chofer de un colectivo de corta y media distancia y cuyo recorrido incluía el paso por esa curva unas ocho veces por jornada, tenía 0,83 de alcohol en sangre (el máximo permitido es 0,5) y circulaba en ese momento a 174 kilómetros por hora. Al llegar a la curva, cruzó de carril saliendo hacia la banquina contraria y volanteó para retornar a la cinta asfáltica, chocando frontalmente al Palio, que literalmente salió despedido por el aire.
Federico Andrés T. quedó detenido pero bajo atención médica por una fractura en la muñeca en el hospital municipal Emilio Zerboni de San Antonio de Areco, mientras su compañero tuvo heridas graves que en algún momento comprometieron su vida.
Por cuestiones de jurisdicción, la causa correspondiente se inició en tribunales de Mercedes. En principio el fiscal Leandro Marquiegui imputó al conductor del Peugeot 406 por el delito de homicidio culposo agravado (por la muerte de 4 personas) y lesiones culposas agravadas (por las que recibió su compañero), pero una vez que conoció los resultados de las pericias —y a pedido de los familiares de las víctimas—, solicitó un cambio de calificación a homicidio simple con dolo eventual y la detención del acusado. Esto fue denegado por el juez de Garantías Eugenio Lisciotto. El fallo fue apelado por el fiscal Marquiegui y por Juan Pablo Portesi, el abogado bonaerense que junto a su par rosarino Rodrigo Pujol, representan a las familias de las víctimas.
En pocos días se vence el plazo para que la Sala 3 de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de Mercedes se expida sobre el pedido de los profesionales.
"Existen las pruebas suficientes para acusar y condenar al imputado, porque por su nivel de alcoholemia era consciente que conducir borracho y a gran velocidad podía tener estas consecuencias. Aceptó esto con indiferencia y actuó con menosprecio hacia los demás", explicó Portesi a LaCapital.
En este sentido, el letrado remarcó que "ningún testigo aludió a que el imputado solicitara una ambulancia o un médico. Sólo insultó a los fallecidos y se quejaba de las roturas que los bomberos le hacían a su auto para rescatarlo. Se le informó entonces que había provocado la muerte de 4 personas y graves dolencias a su compañero y amigo, pero pese a ello no cambió su actitud ni manifestó nada al respecto. Tampoco lo hizo después", remató el abogado.