La política de reendeudamiento del gobierno nacional disparó la polémica entre propios y extraños con motivo de la colocación de un bono a cien años por 2.750 millones de dólares, a una tasa de casi el 8 por ciento anual.
La política de reendeudamiento del gobierno nacional disparó la polémica entre propios y extraños con motivo de la colocación de un bono a cien años por 2.750 millones de dólares, a una tasa de casi el 8 por ciento anual.
El director del Observatorio de Deuda Externa de la Umet, Arnaldo Bocco, consideró que la colocación pone en evidencia que "el gobierno no termina de darle vuelta al financiamiento público y sólo encontró un espacio de confort en emisión de deuda externa".
"El gobierno llegó con 243.000 millones de dólares de deuda y ayer quedamos arriba de 300.000", cuestionó. Para Bocco, el bono a 100 años "es una posición exótica" dado que el gobierno sólo quiso a demostrar que el país estaba en condiciones de salir a los mercados, y "lo hizo a una tasa de interés extraordinariamente alta".
México e Irlanda colocaron bonos similares entre el 2 por ciento y 4 por ciento anual mientras que la Argentina tendrá que pagar durante un siglo completo intereses de casi el 8 por ciento anual.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, salió por redes sociales a defender la colocación. Afirmó que "sólo pocos países tienen la confianza de los otros a largo plazo". Y arengó: "Argentina es ahora uno de ellos".
Para Ramiro Castiñeira, de Econométrica, el rendimiento de casi 8 por ciento es "elevado dado el contexto" y comparó que un bono de Estados Unidos, por ejemplo los de 30 años, tiene una tasa de interés del 3 por ciento".
El titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, aseguró que la emisión de un bono a 100 años "es un tema de marketing", ya que "Argentina hizo los deberes de forma tal que haya gente dispuesta a prestarle" a ese plazo.
Diputados nacionales del FPV-PJ presentaron el jueves una denuncia penal contra el presidente Mauricio Macri y miembros del gabinete por esa operación de endeudamiento.
En el escrito, los legisladores piden que se investigue la presunta comisión de los delitos de administración fraudulenta y cohecho transnacional, por haber realizado el gobierno una "ruinosa operación para los intereses del Estado, del fisco y del pueblo argentino de hoy y de las futuras generaciones".
Los bancos que participaron de la operación, cuya ejecución se conoció cuando ya estaba en curso esta mañana, son el HSBC, el Citi, Santander Río y Nomura Bank de Japón.
Para Guillermo Nielsen, la opinión es un "delirio importante". El economista Agustín D´Attellis, pidió "poner un freno ya" a esta política. "Otro gobierno que nos endeuda hasta al caracú a tasas alucinantes", se quejó José Luis Espert. El ex secretario de Finanzas Daniel Marx advirtió: "Yo sería cauteloso al fijar una tasa alta".
El subsecretario de Financiamiento, Santiago Bausili, defendió el bono porque completa la cobertura del 70 por ciento del programa financiero para 2017. Explicó que este plan se ejecuta a un tipo cambio menor al pautado en el presupuesto anual (17,92 pesos) y, por eso, "se necesiten más pesos para cubrir el déficit fiscal". El "desfase" es de "entre 4 mil y 6 mil millones de dólares".
En la carrera del endeudamiento, el gobierno chocó con un obstáculo. Contra lo que habían adelantado de forma oficiosa los funcionarios oficiales, la casa de inversión Morgan Stanley decidió postergar el ascenso de la Argentina desde la categoría de mercado de frontera a la de mercado emergente.
El sapo derrumbó acciones y bonos el miércoles pasado, propinando una verdadera jornada negra al mercado financiero. El índice Merval de la Bolsa porteña cayó 4,81 por ciento, con un volumen inédito de operaciones que superó los $ 1.000 millones. El dólar pegó un salto y alcanzó un nuevo récord de $16,53 en la city porteña y de $16,80 en Rosario. Luego se estabilizó.
Ya en las últimas semanas el gobierno había tenido dificultades para cubrir sus emisiones de deuda. Otro tanto ocurrió con las Lebac, cuyos vencimientos en la última semana superaron el medio billón de pesos.
El dirigente del Partido Obrero, Gabriel Solano explicó que, en todo este período, "la bicicleta financiera armada con el tipo de cambio fijo y tasas altas convivió con una intensa fuga de capitales".
"En el año y medio macrista, el Banco Central vendió para pagos de intereses, giro de utilidades y atesoramiento más de u$s 25.000 millones de dólares, y se financió, a su vez con endeudamiento externo. Para intentar desarmar esta bomba, el gobierno quiere ahora reemplazar las Lebac por Letras del Tesoro, tanto en pesos como en dólares. Por esta vía terminará sumando a la deuda pública actual unos u$s 60.000 millones, llevándola sobre los u$s 300.000 millones", dijo.
Desde su punto de vista, la decisión de Morgan Stanley explica, además, por qué el gobierno "se apuró a pagar por la deuda centenaria una tasa superior al 8 por ciento". Sucede, dijo, que "aunque en las condiciones actuales un interés de esa magnitud significa una autoadmisión de bancarrota, sabía que luego de que Morgan Stanley dejara a la Argentina en la calificación de país de frontera la tasa sería aún más alta".
"Al igual que una parte del gran capital, Morgan Stanley le dice al gobierno que la capacidad de financiar el déficit con nueva deuda llegó a un límite y debe proceder a un fuerte ajuste fiscal", dijo.