Pancho Chévez, el músico y compositor apadrinado por León Gieco y protagonista e inspirador del documental “Mundo Alas” no dejará de cantar, pero ahora agregará una nueva faceta a su prolífica actividad ya que lanzará su propia línea de perfumes.
Pancho Chévez, el músico y compositor apadrinado por León Gieco y protagonista e inspirador del documental “Mundo Alas” no dejará de cantar, pero ahora agregará una nueva faceta a su prolífica actividad ya que lanzará su propia línea de perfumes.
Pancho es músico desde los 14 años, y desde que nació sin brazos ni piernas, hace 29, vive en el Hogar San Roque de Capitán Bermúdez, donde fue abandonado a los pocos días de vida, estudia armónica y nacieron los temas de sus discos. Panchito cambió con su actividad la vida del hogar y fue prácticamente un fundador.
Pero ahora este cantante que toca la armónica y actuó con grupos como Los Piojos, Bersuit y Las Pelotas, y a quien Gieco considera su “hermano del alma”, decidió comenzar un nuevo emprendimiento cuando el próximo viernes 18 a las 20 inaugure un local propio en el Palace Garden donde presentará una línea de perfumes y artículos de cosmética con su nombre. Así lo informaron desde el propio Hogarcito.
Una historia particular
Panchito hizo la primaria con una maestra particular rindiendo libre cada año y la secundaria en un Eempa, distinguiéndose, gracias a su buen promedio, como escolta de la bandera y por ser muy buena persona, como mejor compañero.
Actualmente sigue estudiando armónica, canto, y asiste a sesiones de fonoaudiología y de vocalización, para de perfeccionarse en su labor como cantautor popular.
El 11 de Abril de 1987 Panchito recibió su primera comunión de manos del papa Juan Pablo II. Pancho recuerda ese momento con estas palabras: “esto marcó mi vida para siempre ya que el Papa no sólo me dio mi primera comunión sino que me sostuvo en sus brazos. Esta bendición significó mucho para mi, para mi familia y para todos los que me quieren”.
Reconocido hincha canalla, cuando su equipo favorito juega de local, asiste a la cancha para alentarlo con todos sus amigos.
Siempre que puede, participa de los recitales de su “hermano del alma”, León Gieco, tocando y cantando algunos temas junto a él.
Dados sus logros en integración, rehabilitación y superación, fue galardonado con el premio Bienal Alpi 2005 y el premio Gardel a la integración, que le fue entregado de manos de León Gieco, su “hermano del alma” y amigo.
Ahora, con las cercanías de la fiestas navideñas, Panchito seguramente le regalará a León un perfume de su propia marca.
Por Tomás Barrandeguy
Por Carina Bazzoni