“Mordisquito. ¿A mí me la vas a contar?” es el nombre de la miniserie cuya trama se centra en los últimos días de vida de Enrique Santos Discépolo y que, según indicó Daniel Casablanca, encargado de interpretar a este personaje histórico, indaga también en el mundo de la radio, en el de los monólogos, en el político y también en su vínculo con Tania, que encarna Leticia Brédice. “Mordisquito...”, estrenada el martes, se emitirá todos los martes a las 22.30 por la TV Pública y luego de cada emisión quedará alojada a demanda en el canal de YouTube de Televisión Pública.
El ciclo creado por Radio Nacional y el canal público apuesta a recuperar la figura de Discepolín, quien fue actor, director teatral, dramaturgo, músico, guionista de cine, compositor, cultor del teatro musical, director de orquesta, militante y creador de “Mordisquito”, cuyos monólogos mantienen una vigencia que se ve reflejada en la serie.
El actor Daniel Casablanca confió que para él significa un “honor inmenso” personificar a este hombre clave de la cultura popular argentina, creador de tangos como “Uno”, “Cambalache” y “Yira Yira”, dueño de un estilo personal para retratar la vida cotidiana, el difícil sentimiento amoroso y la sociedad de su tiempo, desde una mirada filosófica y comprometida que trasciende hasta el día de hoy.
“Creo que el desafío es reconocer al personaje, que no sea caricatura y por otro lado que sea sensible y tierno - expresó-. Para mí era fundamental que el espectador entre en una empatía profunda con el personaje, que vive situaciones dolorosas, crueles, por defender sus ideales y que más allá de que uno partidariamente esté de acuerdo o no, le produzca ternura el dolor que el personaje está sintiendo. Y bueno, ahí está, ese era el equilibrio”.
“Mordisquito?” cuenta con un elenco integrado además de por Casablanca y Brédice, por Carlos Portaluppi, María Ucedo, Enrique Dumont y David Masajnik, entre otros, con libros de Ana Da Costa, Mariano Mucci y Santiago Larre, dirección de Mariano Mucci, junto a Martín Russo como director de cámaras.
La trama de la serie se desata cuando en julio de 1951, Enrique Santos Discépolo es convocado por Raúl Apold (Portaluppi), el implacable secretario de medios del Peronismo para realizar una serie de monólogos en los que hace una defensa de las políticas del gobierno. A partir de cómo se produjeron esos monólogos, la serie mostrará la relación de Discépolo con el peronismo, su pelea con la oligarquía, su música y sus amores.
¿Qué te atrajo en particular de esta serie?
La miniserie transcurre en un momento muy puntual de la vida de Discépolo y es muy rica y muy dramática, muy trágica; digamos que transcurre en los últimos meses de vida del autor, de este personaje. Sería puntualmente desde que recibe un llamado de Apold, que es el secretario de medios de Perón, por pedido explícito de Perón y Eva para hacer unos monólogos en la radio como propaganda a favor del gobierno. Son 39 los monólogos que él hace, 39 noches. Creo que después se sumaron, en realidad fueron 37 y después se sumaron dos más y aparecieron ahora dos más que completarían 41 monólogos. En un momento se enferma, vuelve y dice dos más antes de las elecciones y muere al mes de haber ganado las elecciones. Es decir, como son sus últimos meses de vida esto además de hacerlo en un momento muy intenso político es el final de la vida de él, así que es súper interesante.
¿Cuáles son los puntos más atractivos de la serie?
Una de las cosas atractivas que tiene Discépolo, su vida, es que van a estar plasmadas en la miniserie los años 50 y el mundo de la radio argentina. Todo ese momento previo y posterior a los monólogos, podemos ver lo rico, lo lúdico del mundo de la radio de los 50; creo que es uno de los hallazgos que tiene la miniserie. Entre los artistas que aparecen se cuentan Lidia Borda, Axel Krieger que es el pianista que hace las publicidades; El Chino Laborde, Franco Luciani, Dolores Solá. Es una excusa para seguir homenajeando al discípulo tanguero. Y otra cosa rica que tiene la miniserie, es el mundo íntimo de la relación entre Tania y Discépolo, que tienen sus problemas amorosos profundos.