La casa de Gran Hermano vive horas de fuertes emociones y grandes cambios, tras el repechaje por el que regresaron al juego Catalina, Joel e Isabel. En ese marco, algunos jugadores se sorprendieron por las reacciones y nuevas estrategias de los jugadores que fueron eliminados y recibieron una segunda oportunidad, pero además los participantes recibieron dos ingresos de familiares a través del famoso juego “congelados”.
Este lunes por la noche, Santiago del Moro anunció que durante el programa volvería el juego que obliga a los participantes a permanecer inmóviles ante el ingreso de sus seres queridos y que sería el turno de la hija de Agostina y la mamá de Bautista, mientras que Virginia recibiría una visita recién este martes.
Así fue como Morena, de tan solo 16 años, fue la primera en entrar por la puerta de la casa más famosa del país. La alarma sonó y la voz en off exclamó “congelados” apenas unos minutos después de las 23, por lo que Agostina debió quedarse completamente quieta ante el ingreso de su hija. “Quedate quieta, má. Te voy a abrazar, quiero que sepas que estoy muy bien, estoy muy feliz. Me llenás el corazón de orgullo, te admiro de una manera increíble. Sos la mejor del mundo”, expresó la joven ante la emoción de su madre.
Los demás participantes observaron la escena entre lágrimas, mientras Morena contenía a su madre y recorría las distintas habitaciones del hogar. “Ojalá pudieran ver lo increíble que es esta mujer como mamá. Sos maravillosa, sos la mejor del mundo y estoy muy contenta de la persona que sos. Te admiro, y cuando crezca, anhelo ser como vos en todos los aspectos. Te extraño, obviamente, y te miro todos los días. Qué contenta estoy de verlos a todos”, afirmó frente a todos los jugadores.
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“Estoy muy feliz, te voy a abrazar pero no quiero que te muevas. Vos sabés que yo te amo un montón. Sos la mejor del mundo, no existe otra como vos, con tu valentía. En general soy fría muchas veces, pero ahora tenerte tan lejos me hace dar ganas de decirte todas estas cosas que nunca te dije. Gracias Gran Hermano, porque sé que no me esperabas, pero estoy muy orgullosa de vos. No te merecés malos tratos, jamás, de nadie”, concluyó Morena antes de retirarse de la casa.
Luego de que Gran Hermano diga “descongelados”, Agostina liberó el llanto contenido y fue abrazada por todos sus compañeros. “No lo puedo creer, les juro que es re vergonzosa pero entró con toda la actitud. Y ella es re fría chicos. Me hubiese gustado decirle que yo también la amo, pero sé que así es el juego, y me la aguanté. Igual ella sabe que la amo con toda mi alma”, aseguró la oriunda de San Fernando.
Un rato más tarde, fue el turno de María, madre de Bautista, quien conmovió a su hijo apenas puso un pie dentro de la casa. Tras abrazarlo y demostrarle todo su cariño, le dijo: “Nos tocó, Bauti, finalmente. Menos mal que me conocés, no soy de muchas palabras. Que alegría verte, qué lindo todo. Estoy muy emocionada, los felicito a todos, son unos genios. No te muevas porque nos vamos juntos los dos”.
La mujer recorrió las habitaciones y le advirtió: “Espero que hayas hecho la cama”. “Qué orgullo sos. Cómo debe estar tu papá desde el cielo mirándote, sos un genio. Qué lindo es verte, me quedaría así por horas. Estoy tan orgullosa de ti”, reconoció María antes de su salida, para apoyar a su hijo. Tras la partida, Bautista se mostró muy emocionado y rompió en llanto por el reencuentro con su madre, de quien aseguró que aprendió “todo lo bueno de ella sin que lo dijera”.