“También estudié el tema sectas, testimonios de personas que habían estado en sectas. Lo más difícil para comprender es el proceso que lleva a una persona del común a ingresar en una secta. Es fácil caer en el error de decir "a mi eso nunca me pasaría", una forma de revictimizar a las víctimas. Mas allá de eso, se trata de una falacia. Porque está probado que una persona "normal" puede ser víctima de una manipulación muy sutil y está muy cerca de caer en una secta”, abundó Quevedo, la joven, que entre decenas de películas y series, tuvo una participación en “El secreto de sus ojos”, el film ganador del Oscar a mejor película extranjera en 2010; “Monzón” (2019) e “Iosi, el espía arrepentido” (2022).
“Somos seres humanos, fuertes y capaces, y a la vez frágiles. Y eso nos vuelve humanos, sino seríamos robots. Cualquier persona, en un determinado momento de su vida puede tener esa grieta más permeable y ser vulnerado. Los que llevan adelante estas organizaciones como una secta tienen un poder de manipulación muy grande”, aportó Quevedo en la entrevista con este diario en los cines del shopping DOT, en el barrio de Saavedra, en la Capital Federal.
El sistema político institucional, muestra la serie, protege en parte a ciertas organizaciones, seguramente por intereses económicos. En el caso de “Frágiles”, el poder económico de la propiedad de las tierras.
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Carla Quevedo interpreta a la fiscal encargada de investigar el caso.
El personaje de Olivia tendrá que hacer un equilibrio muy ajustado entre la faz profesional y responder a la demanda del caso, y por el otro lado no ignorar sus necesidades como persona humana. La trama irá demostrando si logra el equilibrio y si una parte pesa más que la otra.
“Me considero muy afortunada porque hace varios años me doy el lujo de elegir qué proyectos quiero tomar y cuáles no. Siempre desde la perspectiva del trabajo, porque así me imagino por siempre. Mi personaje es súper interesante. La serie aporta un poco de luz sobre un tema que aporta a la cultura y la sociedad”, continúo Carla.
La protagonista aclaró: “Si bien soy de la generación donde las series han tomado gran relevancia, en lo personal soy más de la lectura. Me pasa que si estoy en mi casa no me pongo a ver una película, elijo leer un libro. Y si quiero mirar televisión como para lobotomizarme (risas) un poco, miro algún policial con crímenes o programas de remodelación de casas, o fútbol (es hincha de River)”.
Sobre el ámbito de producción de las series, la actriz principal del proyecto “Frágiles”, dijo que “es una experiencia fantástica para el actor y técnicos. Dan más trabajo por más tiempo y a más personas. A diferencia del cine, que en general son contratos por ocho semanas en especial para actores (los técnicos trabajan más tiempo), no tenés continuidad todo el año. Con las series hay algo de la prolongación de esos tiempos que nos dio estabilidad laboral a los actores”.
Respecto de la respuesta del público a “Frágiles”, Quevedo agregó: “Creo que la audiencia a esta serie se la va a fumar en un día, muy a mi pesar porque nos llevó meses laburando. Que vean todos los capítulos en una tarde me da bronca (risas). La serie construye una atmósfera claustrofóbica (en un buen sentido), te atrapa, y hasta no entender qué está pasando no vas a querer dejar de verla”.
Otra jugadora decisiva en el primer capítulo de la serie es Malena Sánchez: "Supe desde el principio que me tocaba una participación muy difícil; hacer la escena que abre la serie y hace el planteo que luego se desarrollará durante ocho capítulos. La escena era más larga en un principio, pero luego con el montaje se va recortando y queda un poco “clipeado” todo. Con esa técnica siento que narrativamente es más difícil, porque se producen saltos que pasan de una cosa a la otra rápidamente”, destacó a este diario.
Malena Sánchez continuó: “En lo personal me hubiera gustado que quede una narración más extendida. Mi personaje (Sara Agrego), se presenta con una enumeración de hechos, no es lo narrativo, que está expresando en el presente. El pasado, en la serie en general, viene como recurso para encariñarte con la protagonista (Carla Quevedo, con su personaje Olivia Grecco) que está buscando la verdad”, y luego completa;
“Mi aporte va en el sentido de un puntapié para el relato más que el relato propiamente dicho”
Como toda ficción, la nueva producción afronta el desafío de la credibilidad: “la pregunta sobre qué le pasó a esa chica por la cabeza, cómo hacer verosímil a una chica viajada por el mundo, que le encantaba conocer y descubrir, y de pronto es atrapada por la idea de irse a otro milenio, metiéndose dentro de la comunidad”, explicó Malena a La Capital.
Malena Sánchez es una actriz española de 32 años y con larga trayectoria en cine y series, que tuvo sus inicios en “Chiquititas” y "Rebelde Way" (entre los años 2000 y 2003), y se destacó más recientemente en “Argentina, tierra de amor y venganza” (2019) y “El encargado” (2022), entre muchos otros proyectos. Ahora, tendrá en “Frágiles” la posibilidad de un destacado retorno a la ficción. “Las series son la "nueva tele", pero extraño el cine, las producciones nuestras. Yo venía desde hace un tiempo muy selectiva y no tomaba ningún proyecto. Tal vez por la pandemia y otro tanto por el torbellino de hacer y hacer, y estar disponible para todo lo que te llaman y que sos presuntamente buena” reveló.
Sobre sus deseos personales, contó: “Llega un punto que el actor empieza a decidir qué carrera quiere hacer y no sólo hacer aquello que le proponen. Tengo muchas ganas de hacer comedia y teatro, y dejar de sufrir ante las cámaras (risas), aunque no sería justamente “Frágiles” una opción en ese sentido (risas), así que me traicioné un poco en este caso. Llevo tres años haciendo series”.
Para Malena, “la fragilidad es propia de la condición humana; son pocas las familias que traen niños deseados al mundo. Estamos hablando de maternidad deseada, estamos hablando sobre el mandato a ser madres en un mundo con mucha desolación, niñeces e infancias con poco amor, muchas carencias, miedos a mostrar el lado vulnerable y pedir ayuda”
A propósito de la serie, Sánchez reflexionó: “Vivimos con el falso discurso ‘del podemos solos’, cuando yo creo que no es así. Con todo esto, se presentan personas con discurso manipuladores muy elaborados y pasan las cosas que pasan. La vida real no es Instagram, y visto de cerca nadie es normal.
Para finalizar, la actriz que protagoniza a Sara Agrego y es decisiva en el primer capítulo, agregó: “Nos está pasando algo con la perdurabilidad de las cosas, es todo muy efímero. Hoy hacés algo, mañana se olvidaron. Vivimos un tiempo de cambio, luego de la pandemia, el fin del dominio de la televisión abierta y el dominio de las plataformas que tienen algún parecido al modo de producción publicitaria donde tenés a un cliente que tiene que aprobar todo lo que vas haciendo. Vivimos un tiempo de transición en el modo de realizar productos audiovisuales, una determinación por hacer y hacer, cierta idea de que te ‘pasan por encima’, y eso genera ansiedad”.
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El elenco completo y el director Diego Palacio en el lanzamiento porteño de la serie de Flow, al que asistió La Capital.
"Hacemos series para que nos vean", dijo el director Diego Palacio
Esta es la quinta serie del director Diego Palacio, y la tercera con Flow. El policial siempre tiene buenas mediciones, “nuestro compromiso es la generosidad con el público, hacemos series para que nos vean, somos apasionados”, se definió el realizador también en exclusiva para La Capital.
“El primer capítulo plantea una serie ambiciosa, con dos tiempos, sobre una secta, con un crimen en el pasado y un crimen en el presente, y en verdad la serie avanza tratando de develar qué pasa en ese pueblo, donde tiene que volver la protagonista 20 años después a buscar la verdad”.
“Que el público lo pueda ver por partes o todo junto, es un poco decisión personal. Por supuesto que todos los capítulos terminan con un clip ‘gancho’, que buscará atrapar a la audiencia para que vea todo enganchado. Los actores están muy bien elegidos, gran amalgama de talento”, ponderó Palacio.
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El director Diego Palacio.
Y luego agregó: “Las sectas son parte de la historia y están en la memoria colectiva de los argentinos. La fragilidad emocional es el punto que favorece la captación. Para luego ingresarlas en un viaje lisérgico (aunque sin drogas) hacia lugares desconocidos”, describió.
La serie se inicia en 1999, cuando no había celulares, un mundo que parece tan lejano, pero que es muy reciente. “La virtud de una serie pasa por tener una buena receta, guiones, actores, gente talentosa, creás un mundo imaginario, lo ves posible y lo llevás adelante”, resumió uno de los hacedores principales del este gran producto argentino.
Diego Palacio concluye: “El mundo mesiánico que propone la secta, el corte radical con el pasado en la vida de las personas, pega en el mundo de hoy, tal vez por el antagonismo con la hiper conectividad”.