“Viva el cine argentino”, dijo Santiago Mitre en las primeras horas de este martes sobre el cierre de la gala de la 71ª edición de los Premios Cóndor de Plata, que entrega anualmente la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina (Acca).
Natalia Oreiro, Leonardo Sbaraglia, León Gieco, Susú Pecoraro, Juan Minujin, Dolores Fonzi y Elena Roger eran algunas de las figuras que aplaudían de pie el premio a mejor ficción de “Argentina, 1985”, el más importante de la ceremonia, que llegaba a la 15ª distinción entre 20 nominaciones a las que aspiraba la película que evoca el Juicio a las Juntas Militares, en un colmado Centro Cultural 25 de Mayo del porteño barrio de Villa Urquiza.
La película se alzó con el premio más antiguo al cine argentino y continuó su exitoso recorrido iniciado en Venecia el año pasado, que cosechó victorias en los Globo de Oro, los Goya y los Satellite Awards, además de conseguir nominaciones en los Oscar y en los Bafta.
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Por las Abuelas. Cristian "Ruso" Arriaga, León Gieco y su mujer, Ignacio "Pacho" Montoya Carlotto, el bajista rosarino Nahuel Acuña y Raúl Porchetto.
Dirigida por Santiago Mitre, la cinta obtuvo reconocimientos en categorías como Mejor Película de Ficción, Mejor Dirección, Mejor Actor Protagonista (Ricardo Darín), Guión Original, Revelación Masculina (Santiago Armas), Dirección de Fotografía, Montaje, Arte, Casting, Diseño de Vestuario, Sonido, Maquillaje y Peluquería; y Actriz y Actor de Reparto, para Laura Paredes y Norman Briski, respectivamente, además del Premio del Público BA Audiovisual.
El éxito arrasador de “Argentina, 1985” no fue un premio más para los Cóndor de Plata. Y así lo explica Juan Pablo Russo, el presidente de Acca: “«Argentina,1985» ganó 15 premios y fue la película más premiada de la historia de los Cóndor a lo largo de sus 71 ediciones. Y lo importante es que responde al voto individual de 82 integrantes, entre socios y socias, que tienen miradas diferentes estéticamente e ideológicamente con respecto al cine”.
“Creo que confluyeron varios factores para llegar a esta distinción, ya que se trata de una película autoral, con gran producción y con un recorrido importante en festivales, a lo que que se suma un fuerte respaldo del público, convirtiéndose en la película argentina más vista del año pasado”, indicó el periodista y directivo.
En el marco de un año en el que se sigue reclamando por más presupuesto para la industria audiovisual sumado a los problemas con el fomento, lo cierto es que desde la mitad de 2022 el cine argentino sigue teniendo presencia no sólo en el país sino en el extranjero, además de lo obtenido por el film de Santiago Mitre.
“En San Sebastián premiaron a «El suplente» y «Pornomelancolía»; “Trenque Lauquen” fue distinguida en la Internacional Cinefilia; en Cannes, hace poquito, se estrenó “Los delincuentes”, de Rodrigo Moreno con excelentes críticas internacionales; “Tres hermanos” ganó el Festival de Moscú, que es uno de los 14 festivales clase A del mundo. Entonces quiere decir que al cine argentino le está yendo bien en el mundo, pero parece que no es noticia, más allá del merecido reconocimiento de «Argentina, 1985»”.
Russo concluyó: “Recordemos que la película de Mitre recibió en su lanzamiento un boicot de las grandes cadenas en los complejos multinacionales porque no querían una peli que iba a estar solo 21 días en cartelera, ya que era de Amazon y se subía a esa plataforma a tres semanas del estreno en cines. Pero a la vez salvó a muchas cadenas pequeñas o cines pequeños, que fue en donde se estrenó. Esa conjunción de factores, que muy pocas veces se da, hizo que la película, más allá de ser popular, tuviera una gran aceptación en la crítica cinematográfica”.
Además de “Argentina, 1985”, hubo otra película que también atravesó esa década y resultó ganadora. Se trata de “Un crimen argentino”, que gira sobre el derrotero del asesinato en Rosario del empresario textil Jorge Sauan en diciembre de 1980. El director cordobés Lucas Combina subió al escenario para levantar dos Cóndor, uno propio por mejor ópera prima (compartido con “Sublime” de Mariano Biasin) y otro para Jorge Bechara, Matías Bertilotti y Sebastián Pivotto, autores del mejor guión adaptado, sobre el libro del mismo nombre del escritor y periodista rosarino Reynaldo Sietecase, también presente en la gala de los Cóndor.
“Estoy muy contento, muy conforme por los dos premios que se llevó la película, que estaba nominada a diez estatuillas pero se llevó los dos que yo más quería, que son los más importantes”, dijo Sietecase a este diario. “Y estoy orgulloso porque al premiar el guión es una manera de premiar el libro y la historia que está detrás del libro. Ese libro que cumple 20 años y que acaba de ser reeditado gracias al impulso que le dio la película”.
“Creo que es una buena historia, que vale la pena revisarla porque tiene que ver con un modo de matar característico en la historia argentina, esta historia violenta que tenemos en la Argentina que tiene que ver con la desaparición de los cuerpos. A pesar de que no es mi ambiente el cine, tuve la suerte de acompañar al director y a todo el equipo en la noche de los Cóndor”, concluyó Sietecase.
León Gieco estuvo presente en la ceremonia junto a Raúl Porchetto, el bajista rosarino Nahuel Antuña e Ignacio Montoya Carlotto, quienes acompañaron al músico y cineasta Cristian Arriaga por la nominación de “Abuela”, que competía por canción original del documental “Abuelas, una película sobre (y con) Abuelas de Plaza de Mayo”. Aunque la premiación fue para “Un instante irreversible” de Elena Roger y Santiago Walsh para el largometraje animado “El Paraíso”, sobre la historia prostibularia de Rosario, Gieco rescató la importancia de la película sobre las Abuelas de Plaza de Mayo porque “siempre es importante evocar la memoria de este país”. El autor de la canción “La memoria”, que viene de ganar un Gardel por su disco “El hombrecito del mar” y ya planea un documental sobre su carrera artística, dijo en declaraciones a La Capital que “el cine argentino siempre reivindica la memoria. Y lo hace de una manera muy especial, porque aunque trabaja con pocos recursos, ideológicamente siempre es muy bueno”.