Atravesado por sus propias pujas internas, el bloque de constituyentes peronistas de Más para Santa Fe se plantó con el reglamento de la Convención y acusó a Unidos de querer imponer mayorías ajustadas en el trámite de la reforma constitucional.
El bloque Más para Santa Fe insiste con los dos tercios y espera una devolución de Unidos. Monteverde, Pirola y Giuliano, los encargados de la negociación
Por Mariano D'Arrigo
El bloque de convencionales del peronismo espera una devolución de Unidos de su proyecto de reglamento para la reforma constitucional.
Atravesado por sus propias pujas internas, el bloque de constituyentes peronistas de Más para Santa Fe se plantó con el reglamento de la Convención y acusó a Unidos de querer imponer mayorías ajustadas en el trámite de la reforma constitucional.
El 14 de julio comienza la Convención en el recinto de la Cámara de Diputados y el oficialismo y la principal bancada opositora están enfrascados en un tironeo por las reglas de juego de la asamblea.
Este lunes se reunieron representantes de la alianza que nuclea al radicalismo, el socialismo, el PRO y otras fuerzas con los enviados del peronismo, pero no hubo avances.
“El concepto es que no se puede hacer una Constitución por un voto. Genera un piso muy bajo, sobre todo en el contexto en el que estamos”, dijo a La Capital Diego Giuliano, integrante del bloque.
“Venimos de una elección en la que votó la mitad de los habilitados. Ningún sector obtuvo el quórum legal. Tenemos que aspirar a un reglamento que busque los consensos. El proceso puede devenir legal pero no legítimo”, advirtió el también diputado nacional y constitucionalista.
El corazón del debate son las mayorías que se necesitan para aprobar tanto el reglamento como el futuro texto constitucional.
Con 33 convencionales, Unidos está a sólo dos de la mayoría, a la que puede llegar con el acompañamiento del bloque de Alejandra Locomotora Oliveras.
“El oficialismo pretende aprobar el reglamento con mayoría simple, desconociendo lo que establece la ley de necesidad de reforma: que la Convención debe regirse por el reglamento de la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe”, planteó el bloque peronista a través de un comunicado.
El reglamento de la Cámara baja provincial exige una mayoría de dos tercios para ser modificado. En tanto, la ley que abrió la puerta a la modificación de la Carta Magna no estipula cuántos votos se necesitan para aprobar el texto final. Para el peronismo, también deben ser dos tercios.
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“Con el esquema que nos propone el gobierno, se podría aprobar el texto constitucional sólo con 18 convencionales”, planteó Giuliano.
Por lo pronto, los embajadores de Unidos y del peronismo quedaron en juntarse el jueves, después del feriado. En el PJ esperan una devolución sobre su propuesta de reglamento y, aseguran, todavía no pudieron discutir con el oficialismo sobre el propio articulado de la Constitución.
Además, el proyecto de Más para Santa Fe propone seis comisiones de trabajo para tratar los distintos ejes de la reforma: de Declaraciones, Principios, Derechos, Garantías y Deberes Constitucionales; de Régimen Político, Electoral y de Participación Ciudadana; de Poder Ejecutivo y Poder Legislativo; de Poder Judicial, Ministerio Público de la Acusación y Servicio Público de la Defensa; de Régimen Municipal, Políticas Públicas y Modernización del Estado, y de Revisión, Armonización y Técnica Legislativa.
En línea con el reglamento de la Cámara de Diputados de la Nación, el bloque postula a que la presidencia provisional de la Convención, la persona que abrirá la sesión antes de que se elijan las autoridades, sea ejercida por el convencional de mayor edad. El decano de la asamblea será el también senador Osvaldo Sosa.
Para presidir la Convención pica en punta otro histórico del Senado. Es Felipe Michlig, representante del departamento San Cristóbal, titular de la UCR provincial y una suerte de “padre político” de Maximiliano Pullaro. El gobernador encabezó la lista de Unidos, la más votada el 13 de abril.
En paralelo, el peronismo atraviesa las tensiones propias de un bloque donde conviven constituyentes que llegaron por carriles diferentes. Fueron elegidos por distrito único Juan Monteverde, Alejandra Rodenas, Diego Giuliano, Lucila De Ponti, Pablo Corsalini, Jaquelina Balangione, Facundo Olivera y Patricia Boni, en tanto que fueron votados en su departamento Armando Traferri (San Lorenzo), Rubén Pirola (Las Colonias), Alcides Calvo (Castellanos) y Osvaldo Sosa (Vera).
Como una forma de ordenar la interlocución con el gobierno, el peronismo definió una mesa política que tendrá tres patas: Pirola, en representación del PJ; Monteverde, por Ciudad Futura y sus aliados, y Giuliano, que también es presidente nacional del Frente Renovador.
Todavía resta por definir la presidencia del bloque. Es un debate abierto y quedará para los primeros días de la Convención, dicen en la bancada.
Por ahora aparecen dos candidatos principales, cada uno con su estilo. Pirola es un veterano en la negociación parlamentaria y expresa la concepción más conciliadora de los senadores. De hecho, los representantes departamentales del peronismo acompañaron el proyecto de endeudamiento por más de mil millones de dólares y la continuidad de la emergencia en materia social, educativa y sanitaria.
Por otro lado, Monteverde viene con el respaldo de los votos, tanto en la provincia como en Rosario, y encarna una oposición más nítida al gobierno de Pullaro.
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Este martes se reunieron los convencionales en la sede del PJ provincial y acordaron como criterio buscar la mayor unidad posible, aunque desde el bloque reconocen que “puede haber matices”.
En este sentido, sobrevuela la posibilidad de que en temas clave, como la reelección de Pullaro u otras modificaciones institucionales, los integrantes del espacio voten de distinta manera.
En el oficialismo buscan meter una cuña y explotar las diferencias internas en el peronismo: “¿Piensan igual de la Justicia, el MPA, las reelecciones? ¿Se van a mover como un solo bloque o se van a partir?””, chicanea una de las principales espadas que tendrá Unidos en la Convención.
Por Florencia O’Keeffe