Lejos de frenar ante el lobby emprendido por los dueños de supermercados, la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario (AEC) acelera los planes de expansión de su cadena de proveedurías. En la zona sur las obras avanzan y hasta se colocó el cartel de la que será su tercera boca, en tanto que ya se tejen planes para instalar una cuarta en la zona norte. Provincia y Municipio monitorean el tema, pero sin inmiscuirse demasiado, por tratarse de un asunto espinoso. Laissez faire, laissez passer.
Tal como informó La Capital a principios de mes, la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario y la Región (Casar) viene intentando poner coto a los planes del gremio mercantil. Primero con una nota dirigida al Palacio de los Leones y la Casa Gris -pidiendo precisiones sobre posibles incumplimientos de la ley de Grandes Superficies Comerciales-, y esta semana fue a través de una reunión con legisladores provinciales, en la que denunciaron competencia desleal.
La estrategia de los empresarios no pareciera hacer mella en las autoridades de la AEC, quienes si bien siguen prefiriendo el silencio público avanzan con pie firme en sus objetivos. Tal como comprueban a diario los vecinos del barrio Roque Sáenz Peña, en la mano par de Sánchez de Bustamante al 700 las obras no se detienen y hasta se colocó un cartel que anticipa lo que viene.
"Tu proveeduría!", se informa en letras blancas sobre un fondo azul, en un letrero que contiene también el logo de Amecro, la mutual del sindicato. Esto último no es un detalle menor, porque permite mostrar que no se trata de un local como los dos actualmente abiertos (en el centro y en zona oeste), que tienen al gremio como cara visible.
Según pudo saber La Capital, la inauguración está prevista para este segundo semestre, aunque sin fecha cierta porque restan concluir obras y adquirir equipamiento. Las mismas fuentes confirmaron que en AEC ya tejen planes para abrir una cuarta boca, que se instalaría en parte del predio deportivo que la entidad posee en Ricardo Nuñez al 500, en la zona norte.
El modelo de la entidad que conduce Luis Battistelli no es una excepción a nivel regional. En Villa María (Córdoba), la Asociación Mutual Mercantil Argentina (AMMA) adquirió el año pasado una sede del Hipermercado Libertad, en una operación por 4,5 millones de dólares que hizo mucho ruido en la provincia mediterránea. Los nexos entre AEC y AMMA, cuentan, son por demás de fluidos.
El juego de la política
El de Batistelli no es un apellido sin peso en la política local. Todo lo contrario. Luciano Batistelli -hijo del representante mercantil- es asesor del Poder Ejecutivo provincial, con despacho propio en la sede de la Gobernación en Rosario.
Los vínculos entre AEC y la Casa Gris explican, en parte, el llamativo silencio que hay alrededor de este tema. Si bien La Capital intentó obtener declaraciones oficiales del sindicato, el Municipio y la Provincia, todos decidieron no levantar la perdiz.
En la cámara sectorial que agrupa a los dueños de supermercados prima la desconfianza y mastican bronca, porque saben que la tienen difícil. En primer lugar, porque en esta película les toca hacer el rol de malos, ya que se enfrentan a una política (la de las proveedurías sindicales) con arraigo en la población, máxime en un contexto donde los precios son una de las grandes preocupaciones de la sociedad. Pero además porque tienen claro que corren contra el caballo del comisario.
Esta semana los representantes de Casar se reunieron con legisladores provinciales del radicalismo, en un encuentro que lideró el diputado Maximiliano Pullaro. Allí denunciaron competencia desleal y argumentaron que sus locales poseen una carga impositiva mayor.
Los titulares de supermercados sostuvieron además que AEC no puede plantear que sus bocas son un mero servicio a los trabajadores, porque el acceso a la mutual (requisito necesario para la compra) es prácticamente universal.
El lobby, por ahora, no surte demasiado efecto.