Este año es Tigre de Agua. Pero que este año sea Tigre de Agua no tiene que ver con la bajante del Paraná, la sequía ni los tsunamis en Tonga, como cualquiera podría suponer.
"El agua para esta cosmovisión es como llegar adonde se quiere llegar, no rompiendo sino bordeando, al igual que el río que baja por una montaña y se encuentra con una piedra: la rodea, se adapta al suelo y sigue su curso, nutre y se deja contener", precisa Ng.
Así, en un chino básico para ignotos de la cultura oriental y con alegorías, explicará cómo podrían venir las cosas en los próximos meses para todo el bestiario humano.
"El líneas generales, se puede decir que el caballo y el chancho estarán bien con el tigre. El dragón, tan rey de este horóscopo como el propio tigre, también estará cómodo con él. Son dos animales que no aceptan la realidad tal como se da, quieren cambiarla: un buen ejemplo son Fidel Castro, tigre, y el Che, dragón. El mono se divertirá con el tigre y en cambio estarán incomodos otros como el búfalo, el conejo o el gallo", analiza.
Gustavo Ng no habla chino si bien estudia todo de ese país, hasta su caligrafía. De padre cantonés y madre argentina descendiente de familia vasca, estudió antropología y se dedicó finalmente al periodismo cultural y de viajes.
Fue corresponsal extranjero en Brasil, Perú y Cuba, es editor de la revista de intercambio cultural con China "DangDai", y escribió varios libros: “Todo lo que necesitás saber sobre China” (en coautoría con Néstor Restivo, 2015), “El Año del Gallo de Fuego” (2016), "Mariposa de Otoño" (Crónica de un viaje de reencuentro entre Gustavo y Ng Pong Yip o Pinki, su padre, de 2017), "El año del Perro de Tierra" (2017) y "Horóscopo chino 2021. El año del búfalo" (2021).
Para este año no lanzó ningún libro, pero no analiza esa decisión como mal augurio. Confiesa que él, justamente tigre de agua, se siente dispuesto a encarar otros rumbos, como relata el horóscopo chino 2022.
"Estoy sintiendo esa necesidad", le dice a La Capital antes de dejar de hablar de él y referirse al resto de los animales del horóscopo.
"Nosotros los occidentales nos copamos con lo distintivo y único, en la astrología occidental Capricornio, por ejemplo, tiene una caracterización determinada pero esa no es la tendencia del pensamiento chino, que se centra más en lo común, en lo colectivo, no tanto en lo diferente", explica con sencillez Ng, algo que adquirió en la infancia cuando le pedían que explique qué significaban y cómo se leían esos dos grafemas que acompañaban su nombre.
La respuesta era compleja para un niñito si se tiene en cuenta que 70 millones de chinos (de un total de 1.400 millones en el país) hablan cantonés y no todos con el mismo acento.
La mayoría de los chinos que migraron a América Latina son originarios de Cantón, como el padre de Ng, y tanto allá como acá una letra marca la diferencia de un regionalismo (pronunciar "Ngoó", según la fonética, es una cosa y decir "Oó", como en Hong Kong, es otra muy distinta). Entonces este nicoleño, ante tanta vuelta, dejaba que lo llamen "Chino" nomás y todos contentos.
Apelando a la misma simpleza y para entender cómo interpretan los chinos el año, dice Ng que hay que pensar en los pueblos del norte cuando se refieren a la Pachamama o en los pueblos andinos cuando explican cómo cultivar.
"Es absolutamente parecida la situación. El epistemólogo portugués Boaventura de Sousa habla de epistemicidio al referirse a cómo algunas culturas desplazaron, anularon y hasta exterminaron otros sistemas de conocimiento y tradiciones, además de poblaciones. Esto sucedió en África, en América, latina y también en China, donde al horóscopo se lo marginó a lo pintoresco y folclórico, como acá a los saberes de los coyas", dice Ng.
Sin embargo, amplía Ng, "aunque el gobierno chino no autorice al horóscopo como saber y lo proscriba, saca provecho de su folclore. Se verán este año por China decorados con tigres por todos lados y a los niñitos se los vestirá como este animal porque simboliza poder. Para mí es inteligente tomar de cada tradición algunos de sus conocimientos, todas son igualmente respetables. Tal vez no se pueda seguir solo cultivando como en las antiguas culturas, pero sí se pueda seguir rescatando algo de ese saber".
Último Tigre de Agua
El horóscopo chino combina animal y elemento y el último Tigre de Agua fue en 1962. ¿Y cómo fue aquel año?, se le pregunta a Ng como para armarse alguna idea de qué se trae este 2022 entre manos.
"Fue el de la crisis de los misiles de Cuba durante la Guerra Fría (N.de la R: conflicto entre Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba en que se descubren misiles nucleares de origen soviético en la isla). Fue un momento de reorientación geopolítica importantísimo para el mundo que estuvo a punto de una guerra nuclear. No interpretemos que habrá otro conflicto de misiles, pero tal vez suceda algo muy importante a nivel político, el escenario está preparado incluso para algo peor si tenemos en cuenta el enfrentamiento actual entre dos potencias como Estados Unidos y China. Pero una cosa es que las condiciones estén dadas y otra cosa es predecir. Dependerá de la gente, el destino no está cerrado, pero tigre es cambio integral, búsqueda de sentido y no mero impulso, decisiones que tendrán incidencia en los próximos años".
Pero sin ir tan lejos, y teniendo en cuenta que en unos quince días se celebrará este nuevo año en China (se pasa del año del Buey de Metal al del Tigre de Agua), se le pregunta a Ng cómo se prepara aquel pueblo para el rito y cómo lo festejará él, quien vive en Buenos Aires y ya comió pan dulce en un verano argento caluroso, incluso con una pandemia extendida en todo el mundo.
"Yo celebro yendo con mis hijos a cenar a un restaurante chino", se sonríe Ng, pero aclara que en China hay un rito que es ancestral y se celebra de distintas maneras, como el de la limpieza de la casa, una práctica que se realiza una semana antes de la Noche Vieja, cuando se cena en familia.
La idea, explica, es "sacar todo lo que se pueda -ropa, muebles- afuera y limpiar como una forma de sacar los fantasmas, lo que no sirve y estaba allí sin sentido, como lastre, con peso. Como si fuera el alimento podrido en una heladera. Todo lo que se puede sacar se saca y luego se decide qué queda definitivamente afuera", grafica.
¿Servirá limpiar la casa para recibir un año que empezó distópico con un virus que sigue acosando al planeta?, es la pregunta final de la charla y Ng vuelve a sonreír antes de responder.
"El mundo esta dividido y eso nos demuestra también el horóscopo chino: occidente vive hasta ahora este año como distopía, China, no. La mayoría de su población tienen fe en su futuro. Están seguros de que a sus hijos les irá mejor que a ellos. La pandemia y las estrategias para contener su avance han sido distintos en China y los países occidentales porque el gobierno tiene mecanismos burocráticos muy aceitados para centralizar el manejo de tanta población que básicamente obedece. De todos modos para los chinos este año del tigre es de no sometimiento, de inauguración de una nueva realidad, es un animal al que no le gusta que le digan lo que tiene que hacer".
-Como el gato, otro felino...
-Aún más que el gato, no hay que olvidar que al igual que el dragón, el tigre es el rey del horóscopo chino, es cazador, no acepta esta realidad, esta pandemia. Puede interpretarse que la gente -gobiernos, sujetos- harán cosas sustanciales para cambiar, dejando cosas atrás y pagando incluso altos costos. Se puede leer esto como una reorientación de la vida de muchos, aunque nada dice que esos cambios serán mejores para todos.