El Servicio Penitenciario provincial (SP) como unidad simbólica recibió un baño de realidad. La noche del 7 de noviembre un cartel fue dejado a las puertas de La Redonda, como se conoce a la unidad carcelaria de Riccheri y Zeballos, en el centro geográfico de la ciudad. “Dejen de molestar a los pibes del pabellón 5 de Piñero. Atte, los colombias”. Y el envío fue refrendado con al menos cuatro balazos en el portón principal. El domingo pasado, en tanto, poco después de las 18.30 una docena de balazos sobresaltaron la tarde en el penal federal de Marcos Paz, ubicado a 10 kilómetros de esa ciudad bonaerense. “Dejen de verduguear a Guille Cantero o vamos a matar a los del servicio penitenciario. Con la mafia no se jode”, expresaba un cartel en cartón escrito de puño y letra que quedó amarrado a un poste. Dos claros ejemplos de que el mundo tumbero decidió que sus operaciones de prensa lleguen a quien corresponda a partir de estrategias de violencia cada vez más agresivas.
Del lado del mostrador de la provincia de Santa Fe la ministra de Gobierno de la gestión de Omar Perotti, Celia Arena, expresó preocupación por los hechos ocurridos. Pero al mismo tiempo contraatacó con el pedido de que se finalicen las obras de la cárcel federal para alojar a los presos en conflictos con la ley de drogas y los detenidos de alto perfil, como es el caso de Máximo Ariel “Guille” Cantero. “No tenemos en la provincia una cárcel exclusiva para presos federales, sí compartidas con las provinciales. Es fundamental que ésto se concrete", expresó la funcionaria en declaraciones a la prensa luego del ataque en el que los agresores dejaron una nota intimidante. En ese sentido, resaltó que “el gobernador lleva personalmente esta demanda respecto al Servicio Penitenciario, a los detenidos de alto perfil”.
Arena también tiró sobre la mesa una cuestión vital dentro de un sistema penitenciario, como es el santafesino, que está sobrepoblado en su capacidad en casi un 50 por ciento: ¿Cómo se controla el tráfico de celulares intramuros? “Hay que tomar medidas respecto a la inhibición de señal (de celulares) en los lugares de detención de presos de alto perfil de la provincia que, como en este caso (por Cantero) están en otras cárceles. Es urgente y lo estamos planteando en la Nación desde el primer momento de nuestra gestión. Entendemos que este tipo de hechos tienen que fortalecer el pedido de la provincia y debe haber una respuesta muy rápida”, indicó Arena.
Por su parte Gabriel Leegstra, director del Servicio Penitenciario santafesino desde el pasado 2 de agosto, volvió a repetir conceptos que ya había enunciado el día después del ataque a La Redonda. “En principio la situación en los penales provinciales es de normalidad. A partir de la balacera contra la Unidad 3 el personal está en estado de alerta. Se han dado algunas recomendaciones a los efectivos como la no exposición en los portones de ingreso, que es hacia donde se han orientado los disparos en distintas unidades, que estando extramuros se mantengan con los chalecos balísticos colocados, y que inmediatamente se comuniquen a la central del 911 ante cualquier eventualidad que vean en la calle”, explicó en declaraciones al programa Trascendental de LT8.
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"Dejen de verduguear a Guille Cantero". Un mensaje en un cartón en el perímetro de la cárcel de Marcos Paz.
Leegstra también sostuvo que “a partir de las balaceras contra el penal todo el personal penitenciario debe registrar su celular con el número de la tarjeta SIM y un correo electrónico” para evitar que los mismos sean facilitados a los presos. Además subrayó que “se está atacando las formas de los chequeos para las visitas y hoy se requisa a todo el que entra y no en forma aleatoria porque a los penales ingresan los celulares pegados al cuerpo con cintas, entre los alimentos, en las zapatillas, en los tarros de dulce de leche y doble fondos de mochilas.”
Notas y balas
El pasado 7 de noviembre a la noche los vecinos de las inmediaciones de la cárcel de Riccheri y Zeballos se sobresaltaron con al menos cuatro balazos que impactaron en el portón principal de la penitenciaría más antigua de la ciudad. Los disparos refrendaron el envió de una nota que estaba dentro de una bolsa con otras advertencias por “molestias” o “verdugueo” que padecerían los internos del pabellón 5 de Piñero, en los que están alojados delincuentes extranjeros como el dominicano Otniel De León Almonte, condenado a 22 años de prisión por el asesinato del policía Cristian Ibarra; y Víctor Sleyner Acevedo, de nacionalidada colombiana y detenido por tenencia de material explosivo, portación de arma de guerra y tráfico de estupefacientes. Ese pabellón, dicen quienes conocen el paño, sería afín a los intereses de Ariel Máximo “Viejo” Cantero. Y la firma de “Los colombia” en la amenaza podría estar dirigida al recluso mencionado.
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Sobre el colombiano preso en Piñero y que fue nombrado delegado del pabellón 5, el jefe del SP santafesino dijo que “es uno de los presos que está bajo la lupa de ordenar el ataque a la Unidad 3” y agregó: “Acevedo tiene autorizadas salidas transitorias de 2 horas acompañado por personal penitenciario desde el día 3 de agosto y no puede moverse del domicilio al que es trasladado por orden del Tribunal Federal a través del juez de Cámara. Sin embargo él no ha salido, no acepta ese régimen. Dentro del penal tiene buena conducta pero hicimos una requisa posterior a la balacera y se le secuestraron dos celulares los cuales se le remitieron a la fiscalía para que sean peritados”.
El domingo pasado otra penitenciaría padeció un apriete tumbero. Esta vez no fue en Rosario pero un oriundo de la ciudad fue el eje de un mensaje dividido en tres etapas: un video enviado a C5N, una señal de noticias de alcance nacional; un cartel escrito de puño y letra en un cartón de six pack; y una docena de balazos. Cuatro de esos plomos impactaron en una garita de seguridad externa de la cárcel federal de Marcos Paz ubicada a 48 km al oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba). En el video puede verse claramente el cartel que dice: “Dejen de verduguear a Guille Cantero o vamos a matar a los del servicio penitenciario. Con la mafia no se jode”. Y también se observan cuatro pistolas, dos de ellas con cargadores largos. Allegados a la banda liderada por el hombre condenado a 96 de reclusión indicaron que “Guille está herido” y que “lo cortaron los del SP”. Y fueron por más. Hablaron de un acuerdo político penitenciario para matarlo, aunque sobre este incidente no hubo información oficial.
Guille Cantero está preso desde junio de 2013. Estuvo detenido en dos cárceles de la provincia (Piñero y Coronda) y en cuatro federales (Resistencia, Rawson, Ezeiza y Marcos Paz). Desde que está en prisión acumuló ocho condenas por distintos delitos tráfico de drogas, homicidio, balaceras, secuestro extorsivo sumando 96 años de cárcel que ahora cumple en Marcos Paz en un pabellón especial donde sólo hay dos detenidos.