Fue en la última jornada de la cuarta edición, en 2013. La convocatoria de Crack Bang Boom sorprendió entonces a los propios organizadores. "No sabíamos cómo hacer para cortar entradas y poner pulseritas. Estaba yo, estaba hasta el secretario de Cultura de la Municipalidad, y había una cola enorme de gente. Sólo ese día entraron 5.600 personas, cuando el año anterior habíamos tenido esa cantidad entre sábado y domingo", recuerda el dibujante Eduardo Risso, creador de la convención internacional de historietas que tendrá una nueva edición la semana próxima, con invitados nacionales e internacionales, muestras, charlas, clínicas, presentaciones de libros y editoriales, revisión de carpetas, proyecciones, y nuevos espacios para un evento que se ha consolidado como uno de los más importantes en la oferta cultural de Rosario.
"La evolución de Crack Bang Boom al día de hoy casi que me asusta un poco —confiesa Risso—. Estaba convencido de que iba andar bien, pero no esperaba semejante salto. Este año estamos ampliando al doble los espacios, pasamos de tener el Centro de Expresiones Contemporáneas y el Centro de la Juventud a sumarle el Galpón 11. Además, habrá muestras en el Centro Cultural Fontanarrosa, la Alianza Francesa, la Plataforma Lavardén, el Parque de España y la Biblioteca Argentina, donde habrá una clase abierta de historietas para niños. Este año inauguramos El callejón de los artistas, donde participarán artistas que estuvieron en años anteriores, y sumamos el humor, con un homenaje a Alfredo Grondona White, un hijo pródigo de la ciudad".
Entre los invitados se anuncia la presencia de Yanick Paquette, Loisel, Luke Ross, Rubén Meriggi, Eduardo Mazzitelli, Axel Kuschevatzky, El Niño Rodríguez, Fernando Calvi, Juan Ferreyra, Alejandro Burdisio, Nico Di Mattia, El Bruno, Omar Francia, J.J. Rovella, Pupi Herrera, Federico Dallocchio y Revista Terminus. Este año Francia será el país invitado, con la muestra 75 años de Spirou, recorrido histórico desde los primeros bocetos de Rob-Vel hasta la versión actual de Yoann, en la Alianza Francesa.
El programa de muestras incluye además al Centro Cultural Parque España: Che passione, fumetto italiano, dibujos originales de los grandes maestros del cómic italiano desde los años 30 hasta la actualidad (Manara, Pratt, Crepax, Bianchi, Dell'Otto, entre otros). y Tebeos, un paseo por la historieta española, en el Centro Cultural Parque de España; Batman y Superman: 75 años en figuras y coleccionables y Retrospectiva de la obra de Eduardo Risso, muestra de originales que atraviesa toda su producción e incluye trabajos inéditos, en el Fontanarrosa; Historietas por la identidad, en Plataforma Lavardén, y Trillo de puño y tecla, una muestra preparada por la Biblioteca Nacional, en el Galpón 11.
"Mi idea siempre fue movilizar la pesada carreta que es la industria editorial argentina en materia de cómic —cuenta Risso—. Tenemos una industria, o más bien una seudoindustria, que es muy diferente al Fórmula 1 con que se compiete en el exterior. El público sigue estando, pero hay tanta oferta en la industria del cómic que no se genera al mismo tiempo la demanda necesaria. Cada mes salen muchos libros nuevos, pero los lectores siguen siendo los mismos. La industria, los editores, tienen que pensar en ver cómo captamos a nuevos públicos. Eventos como Crack Bang Boom sirven y tienen que servir para eso, para movilizar, por eso siempre agregamos cosas nuevas".
El planteo de un país invitado —el año pasado fue Brasil— es uno de esos recursos: "En esta edición, nos sirve para mostrar lo que se hace en Francia en este momento. Por eso también se produce la publicación de un libro, Johnny Jungle, de Jean-Claude Deveney y Jérôme Jouvray (por parte de la Editorial Municipal). Pero el público en general, si no es un lector asiduo de historietas, tampoco sabe qué se publica en el país, y este es un ámbito donde se puede enterar de qué está ocurriendo".
La presentación de carpetas es otra actividad pensada en el mismo sentido. "Es para un grupo acotado en relación al público del evento, pero con la idea de seguir movilizando a la industria. Hay muchos dibujantes y entonces pensamos qué camino podemos abrir para los que comienzan. Hoy no es fácil llegar. Trabajar para el mercado local es incierto, porque también han mutado las formas de publicación. Los editores pretenden que les lleves un proyecto armado, no son como en la época de Editorial Columba, donde tomaban dibujantes y hasta los formaban, porque tenían una línea editorial y querían continuarla. La otra opción es el exterior, pero aparece el mismo problema. Sigue siendo igual que cuando yo mandaba muestras en papel. Es tal el caudal de lo que reciben en las editoriales del extranjero que es imposible que le presten atención". En este marco, la convención trae el editor y lo pone frente a los dibujantes: "Hay una conexión directa, puede surgir algo y de hecho estos encuentros han dado resultados".
En la edición actual, el encargado de revisar carpetas será Dan Didio, escritor y editor estadounidense que ha trabajado en las industrias de la televisión y cómic y actualmente es coeditor de DC Comics. Además habrá una clínica de diseño de personajes ("Dibujando Fantasía Heroica") a cargo de Rubén Meriggi y un taller de creación de personajes coordinado por Pupi Herrera. Las clásicas entrevistas del encuentro tendrán como protagonistas, entre otros, a Luke Ross (artista de Spiderman y Green Lantern, entre otras series renombradas), Eduardo Mazzitelli (Travesía por el laberinto, Metallum Terra) y Yanick Paquette (Wonder Woman, Batman).
La convención comenzará sus actividades el próximo jueves, a las 14, con la apertura de stands y muestra de artistas invitados, en el CEC, el Galpón 11 y el Centro de la Juventud, y se extenderá hasta el domingo, cuando tendrá lugar, a las 17.15, el Concurso Cosplay. El sábado, a las 22.30, se proyectará en el Cine El Cairo Danger: Diabolik, de Mario Bava, presentada por Axel Kuschevatzky.
La organización de Crack Bang Boom está a cargo de un equipo que encabeza Risso e integran Juan Ángel Szama, Eduardo Santillán Marcus, David Alabarcez y Germán Peralta, junto con la Secretaría de Cultura de la Municipalidad y el CEC.
—¿Hubo algún modelo para crear Crack Bang Boom?
—Varios —responde Risso—. Lo que hice fue un mix. Tomé como referencia algún evento de EEUU junto con otros europeos, totalmente distintos. En EEUU son particulares, en Europa tienen una base del Estado. Aquí en Argentina es imposible hacer algo de manera privada, no funciona bien; en un país inflacionario no hay forma de que puedas preveer algo a futuro. Lo que hemos hecho en Rosario es una especie de asociación mixta, donde trabajamos con la Secretaría de Cultura. Si tuviera que depender sólo de lo que el Estado puede generar, tampoco se podría hacer. Somos indispensables unos y otros.
La gran aventura de la historieta está por comenzar.
Más información en www.crackbangboom.com.ar