El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, aseguró ayer que la paritaria nacional docente "nunca existió" y justificó las modificaciones que introdujo el gobierno en su relación con los maestros.
El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, aseguró ayer que la paritaria nacional docente "nunca existió" y justificó las modificaciones que introdujo el gobierno en su relación con los maestros.
"No puede haberse acabado algo que nunca existió. Si quienes sancionaron la ley de financiamiento educativo hubiesen querido que hubiera paritaria nacional, hubiesen dictado una ley de paritarias como la que existe, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires", subrayó el funcionario.
Además, dijo que el DNU "ordena un montón de cuestiones que en el anterior decreto reglamentario" del artículo 10 de la ley de financiamiento educativo "generaban confusiones y malentendidos", como "la supuesta existencia de una paritaria nacional".
También aclaró que lo que estaba previsto en la ley de financiamiento educativo era una "mesa de negociación" entre Educación y los sindicatos y no una paritaria a nivel nacional.
El ministro comentó que "se definió que con los gremios se van a tratar cuestiones como la carrera docente, capacitación o el régimen de reincorporaciones".
"Como el Ministerio de Educación no paga sueldos ya que no tiene empleados docentes, salvo los de las universidades, lo que se decidió fue formalizar lo acordado por los sindicatos con el ministro anterior, Esteban Bullrich, en 2016", destacó.
Además, explicó que "un acuerdo entre el gobierno anterior y la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) permitió que, habiendo cinco gremios con personería nacional, ese sindicato tuviera una mayoría automática".
En ese sentido, añadió: "La representación no reflejaba la relación de fuerzas y creaba una mayoría automática. Este decreto permite mayor pluralidad. Ahora hay una mesa con los cuatro gremios estatales, y otra con Sadop, que representa a los docentes privados, que se discute en otro ámbito".
"Estamos poniendo las cosas en su lugar. Con los gremios tenemos que hablar de cuestiones estrictamente gremiales como actor único. En cambio, cuando hacemos reformas de índole educativa vamos a hablar con ellos como un actor más, así como los intelectuales, los padres y la comunidad", enfatizó.
Finocchiaro resaltó que "la definición de la política educativa está en manos del Estado, porque es el que representa al todo social. La última palabra no puede estar en manos de los gremios".