No conforme con el conflicto abierto con las provincias, la burla a aquellos que tienen síndrome de Down, la brutal licuación de sueldos y jubilaciones, la escalada inflacionaria o la quita de subsidios, ahora el gobierno del presidente Javier Milei la emprendió (de nuevo) contra el Papa Francisco (aquel al que había tildado de "enviado del maligno"). Ayer, el vocero presidencial, Manuel Adorni, rechazó los dichos del Sumo Pontífice e ironizó al afirmar que “el bendito Estado presente le ha quitado todo a los pobres”.
“No alcanza con la legitimidad de origen, el ejercicio también tiene que ser legítimo. De qué sirve tener el poder si se aleja de la construcción de sociedades justas”, con esa frase el Papa Francisco inauguró ayer la sede porteña del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (Copaju) y fue la chispa del nuevo enfrentamiento con el gobierno nacional.
“En algunas cosas no estamos de acuerdo. Y está bien que así sea”, señaló el portavoz presidencial cuando fue consultado por las palabras de Francisco, durante la habitual conferencia de prensa.
En otro pasaje de su intervención, un video grabado de poco más de 4 minutos, el Papa indicó que “los derechos sociales no son gratuitos, la riqueza para sostenerlos está disponible, pero requiere de decisiones políticas adecuadas” y, en este marco, consideró que “el Estado es hoy más importante que nunca y está llamado a ejercer el papel central de redistribución y justicia social”.
Luego de que el Papa Francisco destacara el rol del Estado, Adorni afirmó en conferencia de prensa en Casa Rosada que “eso no es así, lo ha dicho el presidente en más de una oportunidad".
"La Justicia Social, en esta lógica de sacarle a unos compulsivamente a criterio del funcionario de turno, ha logrado en Argentina y entiendo que en el resto del mundo en donde se utilizó el Estado como se utilizó en Argentina, a lo que hoy estamos viviendo, que es un 50% de pobres”, contraatacó el vocero.
En la misma línea, chicaneó: “El Papa es un líder espiritual y nosotros gobernamos la Argentina”.
Los analistas y los presentes en la inauguración del Copaju vincularon el mensaje de Francisco con la realidad argentina y el proceso político encabezado por el presidente Milei, sobre todo cuando se refiere a “la legitimidad de origen”. “Les pido firmeza y decisión frente a los modelos deshumanizantes y violentos”, finalizó el sumo pontífice.
Para el vocero, “a muchos millones de argentinos el bendito Estado presente evidentemente les ha quitado todo y no les ha dado absolutamente nada”, por lo que planteó que “el presidente entiende que pueden ser frases muy lindas al oído pero que no han hecho otra cosa”.
Y agregó: “Está a la vista, veintipico de años hablando de justicia social, la verdad es que la gente no quiere eso, lo demostró en las urnas. Parte de su campaña del presidente fue contarle a la gente cómo iba a ser para achicar el Estado y dejar de gastar dinero".
A pesar de sus expresiones, el funcionario destacó que “por supuesto" las palabras del papa Francisco fueron “respetadas y escuchadas” por el gobierno, reiteró sus planteos de que “el Estado tiene que garantizar el acceso a la Justicia, que la ley sea igual para todos, tiene que garantizar seguridad jurídica y algunas otras cuestiones que el Estado, al menos el que conocemos en Argentina, no lo ha hecho”.
Cuando el gobierno cruje por todos los frentes abiertos que tiene y corre serio riesgo de que el Congreso le rechace el mega DNU, se hace tiempo para volver a enfrentarse con el Papa Francisco. "No la ven".