"Yo manejo el humor político frente a tanta tragedia: hay una ley vigente que es la del arrepentido, la del arrepentido de haber votado a (Mauricio) Macri", chicanea Héctor Recalde, presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria.
Por Mauricio Maronna
"Yo manejo el humor político frente a tanta tragedia: hay una ley vigente que es la del arrepentido, la del arrepentido de haber votado a (Mauricio) Macri", chicanea Héctor Recalde, presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria.
En una entrevista con La Capital, el legislador kirchnerista asegura que "hoy no hay nadie que tenga la capacidad de liderazgo y de convocatoria que tiene Cristina" y considera que Mauricio Macri gobierna para los ricos. Abogado laborista y especialista en las cuestiones del sindicalismo argentino, Recalde —quien el sábado pasado compartió con Agustín Rossi un evento en el club Central Córdoba—, cree que se viene una nueva etapa en la relación de la CGT con el gobierno.
—Dijo hace poco que el "macrismo es absolutamente entendible". ¿Por qué?
—El macrismo no es ni bueno ni malo para mí. Tiene una filosofía, una posición política que es absolutamente contradictoria con mi pensamiento. Por eso digo que no hay errores, el gobierno está siguiendo una política que es la vieja teoría del derrame.
—Pero de derrame, hasta acá, no hay nada.
—La verdad es que no llega nunca. El dueño de la copa también es el propietario del plato, o sea que si derrama queda ahí.
—¿Esperaba otro tipo de resultados de la política económica?
—Nunca imaginé tanta desestimación del otro, tanto agravio gratuito, tanto desconocimiento de la realidad socio laboral, de la Constitución nacional, de la separación de poderes. Y esto en cabeza del presidente de la Nación. Sé que el presidente es ingeniero, no abogado, pero tiene la obligación de conocer la Constitución. Y no respeta la división de poderes cuando denigra la Justicia laboral. El 1º de mayo fue al sindicato macrista de los gastronómicos, en Capital Federal, y amonestó a los trabajadores por el ausentismo. Justo el Día del Trabajador, eso es de mal gusto, ¿no? Y su pensamiento es erróneo, por que habló de mucho ausentismo, accidentes de trabajo y falta productividad. Y se queja al mismo momento de un sindicato que redujo las jornadas de trabajo. La OIT le contestó a Macri que la limitación de las jornadas produce tres consecuencias: aumento del presentismo, disminución de los accidentes de trabajo y aumento de productividad. O sea que la reprimenda que hizo va en contradicción con lo que él aspira.
—¿Cree que la unificación de la CGT abre una nueva etapa en la relación sindical con el gobierno?
—Está cambiando el panorama de las relaciones entre trabajo y producción. Las empresas están protestando por la apertura indiscriminada de las importaciones. En el caso del movimiento obrero hubo un salto cualitativo el 29 de abril, cuando se juntaron las 5 centrales. Los tres sectores en que estaba dividida la CGT priorizaron lograr la unidad, ahora lo consiguieron. Hay mucho rechazo a la política económica del gobierno. Se están quemando etapas, estoy convencido.
—Al gobierno le conviene hasta aquí confrontar con el kirchnerismo.
—El gobierno filosóficamente está en contra de los gobiernos populares. Le pidió perdón a España por la Revolución de mayo, la Independencia de julio. Es un gobierno que está muy sujeto a la mirada de un mundo muy derechizado.
—¿Como presidente del bloque del FpV le cuesta mantener un bloque sólido? Todas las semanas se habla de éxodos de diputados kirchneristas.
—Diría que "los muertos que vos matáis gozan de buena salud". Además, este tema ya salió de la letra de molde de los diarios. Una periodista de un diario nacional me llamaba seguido para anunciarme siempre la separación de diputados. Tuvimos la separación del Bloque Justicialista. Yo soy respetuoso de la decisión de los compañeros, pero fue un error lo que hicieron, fraccionaron para unir y eso es contradictorio. Creo en la unidad en la diversidad, eso es el peronismo. Mi bloque se llama Frente para la Victoria-PJ. El peronismo tiene matices, porque es un movimiento enorme que sobrevivió a épocas muy duras. Estos presagios de más separaciones están equivocados.
—¿Qué futuro inmediato tiene Cristina?
—Cristina es una militante. Cristina no va a ir a un café literario. Hoy no hay nadie que tenga la capacidad de liderazgo y de convocatoria que tiene Cristina. Ella decidirá qué rol ocupa.
—¿Y cómo ve este presente de Massa, quien un día apoya al gobierno y otro día es feroz opositor?
—Massa decidió estar en el medio. Y yo discrepo con eso, de lo contrario estaría en el massismo. A los opositores el pueblo los eligió para ser oposición, y hay decisiones que yo no comparto. En el gobierno son neoliberales y están haciendo cosas que los exponen. Gobiernan para los ricos. Es lo que hay que plantear desde la oposición.
—En todo caso el gobierno pagará un costo en las elecciones.
—Para mí hablar hoy de las elecciones de 2017 es como pensar en el Siglo XXIII. El pueblo está sufriendo. Le doy un dato: bajó el consumo de leche. Y es un dato terrible para la familia argentina, es un elemento esencial. No hay sorpresa en la política económica, sí en los DNU que firmó para nombrar jueces de la Corte. ¿Cómo no oponerse?
—¿Cómo los complica a ustedes el estruendoso destape de episodios de corrupción de la década kirchnerista, con las bolsas de López, los hoteles de Cristina, los billetes de los Báez?
—Quiero ser enfático: repudio cualquier acto de corrupción venga de dónde venga. Pero históricamente defiendo las presunciones de inocencia, la defensa en juicio y el debido proceso. Por eso, cuando acusan a la vicepresidenta (Gabriela) Michetti o al propio presidente, por las off shore, yo me refiero a la presunción de inocencia. Durante nuestros gobiernos tuvimos dos funcionarios condenados: Ricardo Jaime y Felisa Miceli. Lo de López, la presunción de inocencia es presunción de culpabilidad porque fue pescado in fraganti. No tuvimos un gobierno corrupto, tuvimos algunos funcionarios corruptos, pero los cuento con los dedos de una mano. Hay una cuestión que tiene que ver con la "defensa canalla", y lo aprendí de la política norteamericana.
—¿En qué consiste la defensa canalla?
—Consiste en descalificar al interlocutor para no discutir el pensamiento. Cuando dicen "se robaron todo", "se la llevaron toda", es porque no discuten cuestiones concretas como las pymes, el tarifazo, la desocupación.
—Dicen en el kirchnerismo que Macri gobierna para los ricos. ¿Y porque, si es así, los empresarios no colaboran y la lluvia de dólares no llega?
—No tienen confianza en las idas y vueltas del gobierno. Aranguren cambió cuatro veces de tarifazo. Cuando habla de prueba y error, utiliza a las familias argentinas como conejillo de indias. Es lacerante.
—¿Hay chances de recuperación?
—El escenario que yo percibo tiene que ver con un plan neoliberal: desempleo, caída del poder adquisitivo del salario. Este plan va a la paz de los cementerios.
—Hay una cosa muy extraña: por Ganancias muchos trabajadores perciben menos dinero en sus salarios que en meses anteriores.
—Macri dijo: "Cuando yo sea gobierno los trabajadores no pagarán impuestos a las Ganancias". ¿Vio algún DNU al respecto? El 11 de diciembre debió haber dictado un DNU por Ganancias, ya que tanto los usó. O haber llamado a Extraordinarias, pero pito catalán para los trabajadores. Y ojo, que muchos trabajadores lo votaron por su promesa de que no iban a pagar Ganancias. Eso es lo que llamo fraude preelectoral. Yo manejo el humor político frente a tanta tragedia: hay una ley vigente que es la del arrepentido, la del arrepentido de haber votado a Macri.