En la plaza Alberdi suelen reunirse cuidacoches, hombres y mujeres sin casa, mendigos que pasan horas frente a la parroquia Sagrado Corazón y gente que duerme a la intemperie. Algunos beben alcohol, piden en los semáforos y a menudo se dan situaciones violentas. Así las cosas, en un hecho aún no esclarecido, un hombre que en principio no fue reconocido, fue apuñalado la tarde del jueves debajo de un árbol y trasladado al Hospital Alberdi, donde murió una hora después. Era Eliel Pablo Sánchez, de 29 años y afincado en el barrio La Cerámica.
Pasadas las 19 del jueves, quienes estaban en la plaza escucharon una discusión y luego un grito ahogado, “como si le pegaran a una bolsa y el boxeador respirara fuerte”, dijo una persona que presenció la disputa. Luego se produjo una corrida y el cuerpo quedó tirado. Un minuto después lo cruzaron al hospital que está frente a la misma plaza.
Según se pudo reconstruir Sánchez tenía antecedentes penales desde 2012 por amenazas, robos, robo calificado, hurto y lesiones y una denuncia por paradero desde fines de junio de este año. Había estado hace un tiempo viviendo en la plaza y volvió hace una semana.
“Era un hombre muy agresivo, se peleó con el dueño del carrito de comidas de Puccio y Rondeau. Él le pedía comida siempre y le pedía mal”, contó un vecino. También aseguran que “pedía en las esquinas, pero lo hacía violentamente y si los automovilistas no le daban plata le pegaba una patada al auto o los miraba mal y los amenazaba”
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Nadie cuenta qué pasó la noche del jueves ni cómo se desarrollaron los hechos, lo que sí dicen es que Eliel “te robaba las cosas, te pegaba, se hacía siempre el guapo, hasta que uno se cansó. Hay dos muchachos a los que acusan y nos dijeron que están presos, pero no tienen nada que ver. El que lo hincó se fue, está prófugo”.
Ayer en la plaza algunos hablaban de la víctima: “Nunca supimos cómo se llamaba, era muy berretinudo y quería hacer cosas malas. A los mendigos que están en la parroquia les robaba la plata hasta que una vez una piba, amiga de uno de los mendigos, lo encaró y le dijo que si le seguía robando le iba a dar un par de trompadas. Entonces se fue de la plaza, pero hace una semana volvió y se armó quilombo”, sostienen.
Según lo que cuentan los sin nombre ni techo pernoctan en la plaza, el muchacho era oriundo de La Cerámica y formó durante cierto tiempo una banda conocida como “Los 90”, un clan familiar que controla parte del narcomenudeo del barrio de zona norte.
“Este decía que era de esa gente y nosotros lo conocíamos de ahí, andaba por La Cerámica y a veces por el barrio La Esperanza o Casiano Casas. Estaba loco este pibe y no lo querían, por eso andaba por acá, tenía muchos problemas”.