Un hombre de 78 años, que fue víctima de una estafa telefónica, entregó una importante suma de dinero para que liberaran a uno de sus hijos que lo convencieron de que lo tenían secuestrado. El engaño se concretó este sábado en horas de la madrugada en barrio Ludueña, donde se domicilia la víctima.
Según la versión oficial, un jubilado identificado como Enrique Mariano C. recibió alrededor de las 4 una llamada telefónica en la que le dijeron que tenían secuestrado a uno de sus hijos y le pidieron que reuniera todo el dinero que tenía en su casa y lo entregara como rescate. También le dieron instrucciones sobre cómo hacer la entrega.
Presa de un gran nerviosismo, el hombre junto los $136 mil que tenía en su vivienda, los metió en una bolsa de residuos negra y los arrojó a la vereda frente a su domicilio por una ventana, tal y como le habían indicado los estafadores, quienes le dijeron que, luego de entregar el dinero, fuera al baño e hiciera una “descarga de agua”.
Le remarcaron que bajo ningún punto de vista cortara la comunicación. A esa altura, ya sospechaba que se trataba de un engaño, por lo tanto, usando otro teléfono llamó a la Central de Emergencias 911 y dio cuenta del incidente. Por consejo de la policía se asomó a ver si la bolsa con el dinero seguía en la vereda y constató que no estaba.
Pese a que los delincuentes, que se mantuvieron en línea, le exigieron que juntara más dinero y, pese a que amenazaron con quitarle la vida a su hijo, cortó la comunicación. Minutos más tarde arribó al lugar, Humberto Primo al 1100, una patrulla policial que recogió el testimonio de la víctima y realizó las primeras tareas investigativas.
Así fue como, después de relevar las imágenes de la cámaras de seguridad ubicadas en el frente de la vivienda, se constató que poco después de que el hombre arrojara el dinero llegó un automóvil Volkswagen Up blanco, del que se bajó una mujer que se llevó la bolsa. De inmediato, huyó a bordo del coche a alta velocidad.
Luego de verificar que su hijo no había sido secuestrado, el hombre radicó la denuncia por estafa en la comisaría 9ª, cuyo pesonal llevó adelante las primeras pesquisas del caso.