Matías Hertzan, cordobés de 26 años, fue condenado en proceso abreviado a tres años de prisión condicional al ser declarado coautor de los delitos de estafa y asociación ilícita como integrante de una banda de gitanos que realizaba estafas telefónicas, desbaratada en junio de 2020. Además deberá afrontar una reparación económica de 250 mil pesos a la víctima. La gavilla realizó una serie de estafas telefónicas, durante los tres primeros meses de cuarentena y distanciamiento por la pandemia Covid, con la modalidad del cuento del tío. Utilizaban como aguantadero un complejo de cabañas del barrio abierto Tierra de Sueños 2, ubicado en la vecina ciudad de Roldán. Para la acusación Hertzan jugó el rol de supuesto contador para retirar el dinero de la casa de una de las víctimas, alrededor de 35 mil pesos y 400 gramos de oro, en 3 de Febrero al 500 de San Lorenzo el 20 de junio pasado. Luego de este hecho la banda fue desbaratada.
El acuerdo de partes, entre el fiscal Mariano Ríos Artacho y los defensores Marcia López Martín y Santiago Bereciartúa, fue homologado por la jueza de primera instancia Valeria Pedrana. Es el cuarto integrante de la gavilla ligada a la comunidad gitana que cierra un procesado abreviado por el mismo monto de pena de ejecución condicional. Ya habían sido condenados por este tipo de proceso Diego Roberto Traico, Julio César Traico y Florencia Sofía Traico. Otros siete integrantes continúan ligados a proceso.
La investigación, a cargo de la fiscal de Investigación y Juicio Mariano Ríos Artacho, se concentró en un global de 42 hechos: 34 estafas con la modalidad de cuento del tío y 8 extorsiones con la modalidad de secuestro que ocurrieron entre el 28 de febrero y el 20 de junio pasado. Estafas que tuvieron su fuerte durante el período de cuarentena y distanciamiento social obligatorio decretado por el gobierno nacional a partir del 18 de marzo del año pasado. En ese período de tiempo la central del 911 recibió 158 denuncias de estafas de ese tipo.
El jueves 25 de junio por la noche efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) llegaron hasta dos viviendas de Leloir al 2400, un complejo de cabañas dentro del barrio Tierra de Sueños 2 de Roldán, y lograron detener a ocho integrantes de la comunidad gitana oriundos de Córdoba que salían de las casas observadas en un Chevrolet Prisma y un Peugeot 408. En el primero de los vehículos circulaba Hertzan. Tras el trabajo en Roldán, los policías realizaron una serie de allanamientos en cuatro viviendas de zona sur: Pueyrredón al 5400, Anchorena al 2100 y bulevar Oroño al 4300. Como resultado de esos procedimientos fue apresado Franco Emanuel M., considerado la "pata local" de la banda por encargarse. La marca en el orillo de esta pandilla es que la mayoría de los detenidos pertenecen a dos familias tradicionales dentro de la comunidad gitana.
Familiares truchos
De acuerdo a la acusación los miembros de la banda asumían roles intercambiables en materia de planificación, el suministro de logística y la provisión de implementos de comunicación, la búsqueda de lugares físicos para la realización de los llamados, la disposición de vehículos, la puesta en escena de los engaños y la recolección del botín.
La mayoría de los hechos investigados se iniciaron con un llamado al teléfono fijo de la víctima, en un alto porcentaje adultos mayores, obtenido al azar de páginas web como páginas amarillas. Las llamadas partían de un celular al que le colocaban un chip SIM con una línea prepaga de las firmas Movistar, Claro o Personal registrada con datos falsos. Entonces un hombre o mujer que se hacía pasar por un hijo, sobrino o familiar de la víctima le refería que se estaba por producir un cambio en los billetes en circulación, o bien le advertía la inminencia de un nuevo corralito.
Esto provocaba que la víctima le entregara su dinero a una tercera persona que se identificaba como un contador y se presentaba en inmediaciones de su domicilio para retirar el dinero, el cual se llevaba con la promesa de devolverlo una vez realizada la operación. En otras ocasiones, con voz llorosa, alguno de los estafadores se hacía pasar por un ser querido en peligro. Entonces otra persona tomaba la conversación, exigía un supuesto rescate e indicaba en qué lugar precio de la vía pública debía dejarse el dinero, como un volquete, un árbol o un macetero.
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El dinero se dejaba en una bolsa que era recogida inmediatamente por alguno de los imputados. Los hechos ocurrían entre la media mañana y las últimas horas de la tarde, con el fin de aprovecharse del horario de actividad de los bancos, además del flujo de gente en la ciudad “a fin de pasar desapercibidos al presentarse en el domicilio de la víctima”, indicaron desde la fiscalía. Como iniciaban la conversación mediante diálogos banales, en la mayoría de las oportunidades la propia víctima era quien revelaba el nombre del familiar con quien creía estar dialogando. Con este dato contaban los supuestos “contadores” que luego retiraban el dinero por los domicilios.
Un cordobés
Hertzan tiene domicilio en una localidad situada en el departamento Colón, sobre la ladera oriental de las Sierras Chicas, en la provincia de Córdoba. Se le atribuyó ser la persona que fingiendo ser contador retiró el dinero de la casa de unas víctimas. Según la acusación el sábado 20 de junio pasado sobre el mediodía un integrante de la banda se comunicó al teléfono fijo de una mujer de 81 años domiciliada en San Lorenzo. Según la acusación el timador simuló ser un sobrino de la mujer y en ese contexto le advirtió que los billetes que tenía ahorrado “perderían valor de curso legal a la brevedad”. Para que eso no sucediera le ofreció los servicios del contador Gonzalo Díaz, quien pasaría a retirar el dinero por su casa. Cuando el tal Díaz (Hertzan en los papeles) pasó por el domicilio la mujer le entregó 35 mil pesos y alrededor de 400 gramos de oro en joyas y alhajas.
Hertzan cerró un abreviado a tres años condicional como integrante de asociación ilícita y le fueron cerradas 18 carpetas judiciales en las que se mencionaba su nombre, ya que en esos casos no estaba en Rosario. La pena impuesta a Hertzan deberá seguir ciertas reglas de conducta como la obligación de constituir domicilio; de someterse al Servicio de Control y Asistencia Pospenitenciario; la prohibición de acercarse o contactar a las víctimas; la prohibición de cometer nuevos delitos y la prohibición de consumir estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas. Hertzan permaneció bajo prisión preventiva entre el 25 de junio y el 27 de julio.