Buenos Aires.— Los investigadores del secuestro del empresario Cayetano José
De Pascale, capturado el sábado pasado y por el que se pidió un rescate de 400 mil pesos, esperaban
ayer que los maleantes se vuelvan a comunicar para seguir la negociación del pago del rescate
mientras que sus allegados temen por su salud ya que su vida depende de una medicación.
De Pascale, de 58 años, fue capturado el sábado a la mañana cuando llegaba a su
fábrica de indumentaria industrial ubicada en la localidad bonaerense de Aldo Bonzi. Hasta allí
llegó en su Volkswagen Gol y fue interceptado por varios delincuentes que se movilizaban en una
camioneta color marrón claro. Los maleantes lo traspasaron de auto y también se llevaron su
vehículo, que apareció abandonado en Liniers.
El Volkswagen Gol del empresario fue analizado por peritos de la Policía
Científica que encontraron huellas y otros rastros con los que intentarán identificar a los
captores. Y también encontraron tirado en el auto un teléfono celular que, luego se determinó, los
secuestradores le robaron a uno de los empleados de De Pascale que presenciaron la captura.
Dos domicilios. Una fuente del caso informó que De Pascale reside en el barrio
porteño de Villa Luro, pero además es de su propiedad una casa que era de su madre y está situada
enfrente de la fábrica.
Vecinos de esa vivienda indicaron que el empresario pasó la noche del viernes
con amigos jugando a las cartas y que el secuestro se produjo el sábado a la mañana. Los mismos
amigos indicaron que el mismo sábado, después de trabajar, pensaba viajar a su campo en Junín donde
suele pasar los fines de semana.
Según las fuentes, De Pascale tiene dos hijos, un varón y una mujer, y que él y
su hijo manejan la fábrica que fue fundada por su padre en 1972. "Industrias De Pascale" se dedica
a la fabricación de guantes de cuero, PVC y látex, así como también protectores oculares, para la
lluvia y otros elementos para trabajadores de la industria. Ayer, los dos portones de la empresa
estaban cerrados y tenían carteles manuscritos con la leyenda: "Cerrado por vacaciones".
La empresa cuenta con un sistema de cámaras de vigilancias en su acceso, pero un
jefe policial indicó que no registraron la captura.
Coincidencia. El hecho ocurrió en el partido de La Matanza, el mismo donde
secuestraron un mes atrás a Ariel Perretta, hijo de un fabricante de filtros para autos. Entonces,
los captores pidieron un millón de dólares de rescate pero tras 16 días de cautiverio el joven fue
rescatado por la policía de una casa de la localidad de General Pacheco y sin que se pagara un
peso.
Anoche, los familiares de De Pascale esperaban un nuevo llamado para que los
secuestradores sepan que el empresario necesita tomar medicación porque sufre de hipertensión.
"Hace tres años tuvo un accidente cerebro vascular y desde entonces está medicado", dijo Matilde,
una empleada doméstica de la víctima. l (Télam)