La madrugada del lunes fue bastante movida en la manzana de barrio Pichincha delimitada por Crespo, Vera Mujica, Jujuy y el paredón que da a las vías del ferrocarril. A poco de iniciarse el día las alarmas se activaron en una fábrica textil ubicada en Vera Mujica esquina Brown y en pocos minutos un prar de patrulleros llegaron para monitorear el lugar. Pero se fueron como habían llegado al no observar nada extraño. Una hora más tarde, a escasos 100 metros de allí, un equipo de mano de obra especializada visitó las oficinas de la empresa de fabricación de máquinas para panadería Indupan Menini. Con precisión quirúrgica los ladrones se descolgaron desde el tinglado hasta la oficina en la que está la caja fuerte y con una amoladora ejecutaron dos minuciosos cortes para acceder al "tesoro" que se llevaron.
Si bien el botín fue escueto, sopesando la osadía y el profesionalismo con el que actuaron para hacerse con alrededor de 3 mil dólares y 3 mil euros, el modus operandi de la gavilla puso en escena una vez más a la investigada "Banda de la amoladora", acuasada de dar varios golpes importantes este año con características similares.
Desde arriba. Según reconstruyó la policía, los ladrones ingresaron por los techos de la fábrica quitando una chapa. Luego se descolgaron alrededor de 13 metros hasta llegar al techo de las oficinas. Posteriormente quitaron dos paneles de acrílico y descendieron al interior utilizando un armario como escalera. Así, esquivando al menos dos sensores de movimientos, llegaron a la oficina en la que se encuentra la central de monitoreo y desconectaron la batería de la alarma. Todo lo demás (teléfono, internet y luz eléctrica) continuó funcionando con normalidad.
Tras ello los maleantes ingrearon a tres oficinas, una de ellas donde está la caja fuerte que vulneraron: un armatoste de entre 500 y 600 kilos de metal pesado. La desplazaron alrededor de 4 metros hasta un lugar cómodo para operar con la amoladora. Y con un disco de corte que no dejó virutas en la escena del crimen la vulneraron con dos cortes prolijos y precisos.
"Deben haber trabajado varias horas para esquivar los sensores de la alarma. Parece algo propio de James Bond. Llegaron a la central de monitoreo, que muy poca gente sabe dónde está, y arrancaron las baterías. Así desactivaron la línea que alimenta al testeo de la alarma y dejaron las otras dos. Es decir que sabían lo que hacían", explicó Jorge Menini, uno de los propietarios de la firma.
Casos copiados. A partir de los asaltos perpetrados a la joyería Work, en el Paseo del Siglo, de donde un par de ladrones se alzaron con 700 mil pesos en dos golpes perpetrados el 20 y el 22 de julio del 2012, Rosario comenzó a ser sacudida con asiduidad por robos en los que las cajas fuertes son sometidas con precisos cortes sobre sus cerraduras. En cuatro años hubo más de una docena de atracos significativos en los que los ladrones golpearon en mutuales, joyerías, federaciones, agencias de loterías, bancos y comercios y se hicieron con cifras superiores a los seis dígitos.
El corte en triángulo sobre las cerraduras de las cajas fuertes pasó a ser una marca, a pesar de ser la única manera de violentar esos cofres con una amoladora, según explicaron los investigadores.
El último fin de semana se presentaba propicio para este tipo de golpes. El día del empleado bancario, conmemorado el viernes último, hizo que no hubiera actividad en el rubro y muhcas firmas que manejan efectivo tuvieron que guardarlos en sus cajas fuertes.
En ese marco, a los ladrones que llegaron a Pichincha la madrugada del lunes no les falló el método sino el dato. Hicieron todo para dar otro golpe de película aunque en la caja había poco dinero. "No se llevaron gran cosa. El mayor perjuicio es el daño material que hicieron al arrancar los sensores de la central y romper la caja fuerte. Vale mucho más ese daño que lo que se llevaron", agregó Menini.
En la textil. A partir de los datos de las víctimas y los vecinos se pudo trazar la cronología del golpe a Indupan Menini. El hecho comenzó a unos 100 metros de allí, cerca de Crespo y Jujuy. Pasada la 0 del lunes se dispararon las alarmas de la fábrica textil ubicada en Vera Mujica 8, lugar en el que supiera funcionar la cantina El Rincón y que cuenta con al menos tres cámaras de videovigilancia en la esquina con Brown. "Eso paso el lunes a la madrugada. Pero no alcanzaron a robar nada. Llamamos a la policía y nada más", explicó un allegado a la firma de ropa informal. Sin embargo fuentes de la pesquisa aseguraron que allí también los ladrones violentaron una caja fuerte de la cual se llevaron una suma no precisada.
A la 1.17 las alarmas de Indupan Menini dejaron de funcionar. La fábrica está ubicada sobre la vereda par e impar de Crespo. No tiene cámara de videovigilancia. Los ladrones habían levantado una chapa del tinglado y se habían descolgado hasta el techo de las oficinas. A los dueños de la empresa les llamó la atención la visita de una clienta "que no daba con el perfil del empresario panadero que habitualmente compra" allí, indicó Jorge Menini. "La mujer llegó el viernes a las 14, recorrió las oficinas pidiendo presupuestos y se retiró", indicó.
Los maleantes conocían al detalle cada rincón del lugar. Sabían cuál era el panel de acrílico que debían mover para bajar a las oficinas. Luego fueron directamente al panel de monitoreo e inutilizaron la alarma. Pasaron por otras dos oficinas hasta dar con la pesada caja fuerte de 1,33 metro de altura y 60 centímetros de ancho y profundidad. La corrieron hasta el pasillo y allí pusieron a andar una amoladora con un disco de corte especial. Cuando los empleados llegaron el lunes a tomar sus turnos de empleo, se toparon con el cofre violado. El robo fue denunciado en la seccional 7ª y quedó en manos de la fiscal Jorgelina González.
Fuerte suma. En Génova al 1400 funciona un local de cobro de impuestos de Santa Fe Servicios cuyo titular es Joel Martin T. El lunes, a las 14, el muchacho salió del local con 168 mil pesos de la recaudación para ir a depositar. Pero apenas subió a su Volkswagen Bora fue abordado por un hombre con casco que rompió la ventanilla del vehículo y le sacó la mochila con el dinero. Según dijo Joel: “Dieron tres vueltas en moto hasta que salí, me venían vigilando”.
En todos los barrios y de todas las formas
Al menos seis robos a viviendas y negocios se denunciaron en las últimas 48 horas en Rosario.
• Ambrosetti al 300 bis. En la zona oeste de la ciudad le sustrajeron a Beatriz L., de 59 años, 250 euros, 200 dólares, ropas y alhajas. El hecho fue alrededor de las 14.30 del lunes cuando la empleada doméstica ingresaba al hogar de la víctima y lo concretaron dos hombres, uno de ellos armado con un revólver de grueso calibre.
• Urquiza al 2400. A las 21.20 del lunes Balbina H., de 57 años, estaba sola en su casa lindante con la inmobiliaria de la cual es titular y fue abordada por dos hombres que golpearon la puerta y accedieron a la vivienda. La maniataron y le robaron dos computadoras, 10 mil pesos y electrodomésticos. Además le dieron golpes menores y la dejaron encerrada en el baño.
• García del Cossio 1200 bis. También en la zona oeste. En este caso Priscilla S., de 21 años, estaba despidiéndose de su pareja, David F., de 24, en la puerta de su casa a la 1 de la mañana del martes cuando fueron asaltados por cinco delincuentes que luego de reducirlos ingresaron a la casa y se llevaron cuatro celulares, un televisor, un hornos microonda y dinero en efectivo.
• Zeballos al 400. Carlos B., de 69 años, estaba descansando a las 21.30 del lunes cuando tres delincuentes ingresaron a su casa de barrio Martin, presumiblemente por un patio trasero, y luego de controlar la situación lo maniataron. En ese interín llegaron al hogar la mujer y la hija de la víctima, quienes fueron encerradas junto al hombre en el baño de la casa. En unos 15 minutos los ladrones se llevaron una importante suma de dinero en efectivo, dólares, euros, relojes y una pistola Bersa calibre .40.
• Iriondo al 600. Lidia M., de 70 años, estaba desayunando la mañana de ayer con su vecina Clara, de la misma edad, cuando fueron sorprendidas en la cocina por dos malvivientes armados que ingresaron por el patio de la casa. No las golpearon ni las trataron mal y en pocos minutos lograron llevarles 16 mil pesos, celulares y un Fiat Duna propiedad de Lidia.