"Esta situación tiene una complejidad completamente diferente a la que se desató tras la muerte de Martín «Fantasma» Paz. Esta pelea de Funes y Caminos se cobró cuatro vidas, pero las herramientas que tenía el Estado no eran las mismas que las que posee hoy", sostuvo ayer el ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, al término de una reunión con el gobernador Miguel Lifschitz y distintos funcionarios de su gabinete en la que se analizaron las medidas que lleva adelante el gobierno para enfrentar la ola de violencia con la que se inició el año en la ciudad, especialmente en la zona sur.
En ese marco el funcionario apuntó que "fuerzas Federales como Policía Federal, Gendarmería y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) trabajan en zonas determinadas con controles puntuales en puntos fijos y móviles" y adelantó que la semana que viene se reunirá con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, "para acercar posiciones entre la Justicia federal y la provincial".
Pullaro mantuvo ayer a la tarde varias reuniones en la sede rosarina del gobierno provincial. Además de reunirse con Lifschitz, también mantuvo encuentros con funcionarios de Desarrollo Social de la Municipalidad de Rosario, así como los fiscales regionales y con miembros del poder Judicial en el que se discutieron acciones compartidas para abordar las situaciones de delito y posterior persecución judicial de las causas. "Después de estas reuniones haremos otra la semana que viene en Capital Federal con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para acercar posiciones entre la Justicia federal y la provincial", acotó Pullaro.
También recibió en su despacho a la plana mayor de la policía de Santa Fe —en un tramo de esa reunión participó también el gobernador— para evaluar la cantidad de detenciones en lo que va de este año, las situaciones tensas que se dan en algunos barrios y el desempeño de la fuerza en ese contexto.
Respecto de los operativos que se están realizando en las zonas conflictivas, el ministro explicó: "En este momento tomamos el norte, el oeste y el sur. Trabajamos sobre 19 entradas a barrios y asentamientos conflictivos por medio de los operativos de saturación, controlando autos y motos, y detectando posibles personas con pedidos de captura".
En ese sentido, señaló que las fuerzas operativas que trabajan en esos territorios "son efectivos de Gendarmería, Policía Federal y la policía provincial. Lo dividimos en fase uno y fase dos, la segunda es con Comando Radioeléctrico y la policía incursionando en los lugares de conflicto. A esto se suman brigadas que trabajan en inteligencia, todo integrado al sistema de comunicaciones tetra (una forma de comunicación con señales encriptadas que sólo pueden escuchar quienes están en línea).
Inserción social
"Tanto el gobernador como yo creemos que la violencia va a comenzar a encauzarse, pero sabemos que debemos acompañar esto con medidas preventivas y con inserción social. Pese a que se hacen cosas para que quienes salgan de la prisión e intentan reincorporarse a la sociedad tengan los incentivos y elementos necesarios como un trabajo digno, creemos que aún faltan cosas y vamos a hacer lo posible para ordenar ese tema", observó el ministro, para agregar, en ese sentido: "El gobierno está aportando desarrollo social, infraestructura, salud, educación, en un abordaje más complejo. Vamos a frenar la violencia como lo hicimos el año pasado, cuando tuvimos los menores índices de homicidios".
Morigeraciones
En una conferencia de prensa que brindó entre dos reuniones, Pullaro volvió a insistir en el rol de la Justicia a la hora de liberar a los detenidos implicados en esta clase de delitos.
"En algún momento, todas estas personas investigadas por los hechos de violencia pasaron por la Justicia, estuvieron detenidas y en algún momento obtuvieron alguna morigeración o se les dio la libertad. Esta no es una crítica hacia el Poder Judicial, pero la realidad es que tuvieron un paso por allí y ahora estamos trabajando para detener nuevamente a estar personas", apuntó.