El asesinato de Marcos Basavilbaso, de 15 años, ocurrido en mayo de 2021, dejó entrever un trasfondo de narcomenudeo en los barrios Tablada y República de la Sexta del que participaban menores de edad. Como mano de obra barata, los chicos seguían la orden de un preso en Piñero que decía pertenecer a Los Monos: ese hombre fue condenado este miércoles en un procedimiento abreviado a 10 años de cárcel. La Justicia lo consideró jefe de una asociación ilícita desde la cual cometió diversos delitos, entre ellos extorsiones y balaceras a la familia del adolescente que luego terminaría asesinado. Si bien la investigación de ese homicidio cursa en otro legajo todavía abierto, las tramas se unen en una historia con matices que grafican una época de violencia extrema y marginalidad.
Mauro Emanuel Vergara, de 32 años, aceptó este miércoles en un procedimiento abreviado la acusación del fiscal Pablo Socca, que lo consideró jefe de una asociación ilícita, delito agravado por la participación de menores. En ese marco cometió otros hechos: amenazas a una mujer, primero para que vendiera drogas para él y luego para que abandonara su casa; y una extorsión también agravada por la participación de un menor y por el uso de arma de fuego. El acuerdo fue homologado por la jueza Verónica Lamas González y Vergara fue condenado a 10 años de prisión que se acumularán a una sentencia previa por una balacera, por lo cual la pena quedó unificada en 20 años.
Al ubicarlo como jefe de la asociación ilícita, el fiscal Socca lo acusó de estar al mando -aún desde la prisión- de una organización dedicada a extorsiones y venta de drogas. Para sostener esas actividades ordenó ataques contra personas con las que mantenía conflictos, por lo cual en la lista de hechos aparecen usurpaciones, robo de vehículos, compra de armas de fuego y otros delitos. Un aspecto que caracterizó a esta bandita fue la participación en ella de menores de edad que seguían las directivas de Vergara, entre los cuales estaba Marcos Basavilbaso, asesinado en medio de un conflicto interno del propio grupo.
Marquitos
El 24 de mayo de 2021, un día después del crimen de Marcos, un vecino que habló con La Capital contó que la casa del chico había sido baleada días atrás. Que desde ese hecho los familiares de Marcos habían abandonado la casa pero que él se había quedado a cuidarla. Desde entonces era habitual verlo en la puerta con un arma de fuego en la cintura, como si estuviera al tanto del riesgo que corría. "Él tenía su historia, pero no era de andar contando. Me dijo que se había mandado una cagada, pero no me dijo qué", había contado el vecino en aquella ocasión.
Los problemas que tuvo Marcos trascendieron tanto en la investigación de la Unidad de Homicidios por su asesinato, como en la de Balaceras por la pesquisa que estaba detrás de la organización liderada por Vergara. En esos legajos se supo que el chico se había acercado a una banda dedicada a la venta de droga a baja escala en los barrios La Sexta y Tablada, donde él vivía en una casa de Lincoln al 2900. Al cabo de un tiempo el propio Vergara llamó a la madre de Marcos para decirle que su hijo tenía una deuda.
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"Dígale a Marquitos que me lleve la plata que me debe porque le voy a mandar a pegar hoy, así nomás", le dijo Vergara a la madre de Marcos en un llamado telefónico el 1º de mayo de 2021. "Yo le presté una cosa a él y él me tiene que dar una plata y con él yo ya hablé pero se hace el pelotudo y no me contesta nada. Decile que si no lleva la plata hoy a la tarde donde la tiene que llevar le vamos a mandar a cagar a tiros la casa", agregó el hombre y cerró con un aviso: "Él sabe que con la mafia no se jode, doña".
Los ataques
Un día después de la advertencia llegó un primer ataque. Marcos no estaba en su casa pero sí sus familiares, que tuvieron que tirarse al piso para salvarse de los balazos que hicieron estallar las ventanas. Los días siguientes continuaron los llamados amenazantes de parte de Vergara y en uno de ellos finalmente le dio una explicación a la madre del chico, que no terminaba de entender lo que pasaba: "Tema de drogas, así se lo digo, doña. Es tema de droga. Y hoy en día Rosario vio cómo está por la droga".
La deuda era de 10 mil pesos. "¿Vos me podés esperar hasta mañana que yo cobro el plan y te voy a pagar yo?", pidió la madre de Marcos. "Sí yo la espero doña", le dijo Vergara y continuó hablándole del chico: "Él agarra para la joda a la gente de arriba que tiene poder, entendés. Y la gente de arriba que tiene poder pone una moneda y chau. Él se piensa que es joda".
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El 16 de mayo la mujer hizo llegar el dinero por medio de otro hijo. El 23 de mayo Marcos participó del robo de un auto y horas después, cuando ya estaba en su casa, fue asesinado por tres personas que se bajaron de un Chevrolet Corsa verde y se metieron a las patadas en la vivienda. Uno de los autores fue identificado como Dylan E., por entonces menor de edad, también sindicado como integrante de la banda liderada por Vergara.
Vergara fue condenado por amenazar y extorsionar a la madre de Marcos, y además por proveer de un arma y una moto a Dylan E. para que realizara uno de los ataques contra la casa del chico. En tanto, la investigación por el homicidio sigue abierta.
Los Monkey
Otro de los hechos atribuidos a Vergara es una amenaza extorsiva a una mujer a la cual, en nombre de Los Monos, hostigó para que vendiera drogas en su casa de Chacabuco al 3900, también en el barrio Tablada. A fines de marzo pasado el imputado le mandó mensajes por WhatsApp desde el pabellón 7 de la cárcel de Piñero, mediante los cuales le sugirió que la mercadería que vendería sería provista por Ariel Máximo Cantero, alias "Guille". Así lo dedujeron los investigadores por la referencia que hizo Vergara sobre esta persona describiéndola con un emoticón de una cara con lentes, como habitualmente es identificado el líder de Los Monos.
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"O es por las buenas o es por las malas", dice uno de los mensajes en los cuales se evidencia que son pocas las alternativas que suelen quedar a personas que se encuentran vulnerables. La víctima, según consta en la investigación, abandonó su casa y cuando el 1º de abril volvió se encontró con un mensaje: "Si para esta noche no dejan la casa va aver plomo (sic)".
En la misma investigación constan conversaciones en las que Vergara se jactaba de pertenecer a Los Monos. "Nosotros somos Los Monkey, somos Los Monos", le dijo a una chica que le respondió: "Se está escuchando que quiere venir una gente de arriba y empezar a bajar a los pesados". "Los más pesados somos nosotros. Estamos en cana, van a tener que venir acá adentro", le dijo él. "Dejá de joder mojado debés pesar 100 gramos", ironizó ella y Vergara insistió: "Todo el dominio y el control de Rosario lo tenemos nosotros, ya fue, quién va a venir".