Ocho personas fueron imputadas por dos homicidios, una serie de extorsiones y uno de los ataques a tiros contra la sede de Televisión Litoral. Como rasgo en común, los hechos fueron instigados desde la cárcel federal por Cristián “Pupito” Avalle, un joven de 25 años sidicado como miembro de una de las facciones de Los Monos asentada en Villa Gobernador Gálvez. En una extensa audiencia que comenzó el pasado jueves y culminó la tarde de este martes, el juez de primera instancia Héctor Núñez Cartelle dispuso la prisión preventiva por el plazo de ley de hasta dos años para el propio Avalle y otros cuatro acusados, entre ellos un integrante de la banda conocida como “Los Salteños”. En tanto, dictó la misma medida pero por seis meses para otro acusado y la libertad con restricciones para los dos restantes.
La variedad de los delitos imputados es tan grande que aglutinó la participación de seis fiscales cuyas investigaciones confluyeron en la misma audiencia. Entre los hechos examinados está el crimen de Miguel Roulin ocurrido el 3 de diciembre del año pasado en Los Angeles al 3600, en el barrio Tío Rolo. Según la imputación del fiscal de Homicidios Patricio Saldutti a las 20 de ese día, y luego de haber pasado varias veces por la casa de la víctima, Gerardo G. llegó en un vehículo secundado por otro auto en el que estaban Elvio O., Ángel B. y otros hombres no identificados hasta ahora. En ese marco le dispararon varias veces a Roulin y lo mataron. Tiempo después se supo que el homicidio fue instigado desde Ezeiza por Avalle, que ordenó el pago de 80 mil pesos a Angel B. para que dividiera ese dinero con sus cómplices.
El otro crimen, ocurrido alrededor de las 19.40 del 8 de diciembre pasado, fue atribuido por el fiscal Alejandro Ferlazzo a Angel B. y Milagros A., también por encargo de Avalle. El fiscal acusó a Angel B, de haber llegado en un vehículo junto con otras tres personas hasta una casa de pasaje Piceda al 1600 y disparar contra quienes estaban allí con armas de fuego calibre 40. Así causaron la muerte de Ricardo Américo Carrizo e hirieron a otras de las víctimas. El imputado fue luego quien le comunicó mediante un mensaje de voz a Avalle que el resultado del ataque, que contó con la participación de Milagros A. en tareas de logística e inteligencia, además de la entrega de una de las armas empleadas.
En cuanto a los hechos de extorsión, el fiscal Franco Carbone le atribuyó a Avalle un hecho del 16 de marzo de este año, cuando exigió la entrega de una suma no especificada de dinero mediante mensajes de texto por WhatsApp. También otro hecho por el cual le exigieron a un comerciante de Villa Gobernador Gálvez a persona 200.000 pesos mensuales “en concepto de protección”. El planteo extorsivo comenzó el 7 de marzo con una balacera de al menos nueve disparos con pistolas calibre 9 milímetros contra el local de la víctima. Y siguió la noche siguiente cuando Avalle llamó desde la cárcel a la víctima y le exigió esa suma de dinero.
Un hecho similar en la misma ciudad se le atribuyó a fines de febrero del año pasado. En ese caso priemro llamaron por teléfono a un negocio y dos días más tarde dos hombres en moto disparaon contra el local, para luego seguir con las amenazas telefónicas.
En otro caso, la fiscal Viviana O’Connell le atribuyó a Avalle haber ordenado a Jonatan G. que fuera junto a otro hombre no identificado hasta ahora a amenazar a los dueños de otro negocio villagalvense a quien también le entregaron una nota intimidatoria en la que exigían dinero. La maniobra también incluyó disparos desde una moto contra el comercio.
Avalle también fue imputado por el primero de los ataques sufridos por la empresa Televisión Litoral (TVL) en la sede de Presidente Perón al 8100 donde se encuentran Canal 3, Radio 2, el portal Rosario 3 y otros medios de comunicación. En este caso, los fiscales Valeria Haurigot y Federico Rébola le atribuyeron a Avalle y a Juan José Villazón -miembro de la familia del barrio Los Pumitas a la cual estaba dirigido el ataque a tiros que un mes atrás ocasionó la muerte del niño de 11 años Máximo Jérez_ haber formado parte del grupo que perpetró la balacera ocurrida pasada la medianoche del 12 de diciembre.
Según la imputación, el ataque a tiros puso en riesgo la vida y los bienes de las personas presentes y tuvo como finalidad generar temor y conmoción pública. Avalle fue acusado de haber ordenado el hecho desde su celda en el penal de Ezeiza, bajando por WhatsApp instrucciones “claras y precisas sobre el modo, lugar y tiempo de ejecución a Villazón”. También lo acusaron de haber coordinado la búsqueda del vehículo utilizado para cometer el hecho, un auto Volkswagen Up.
Por este ataque, Angel B. fue acusado de haber retirado el Volkswagen dos días antes y ocultarlo hasta el día del ataque, sabiendo que se trataba de un vehículo robado a mano armada el 25 de noviembre. Y a Villazón se le atribuyó haber transmitido las órdenes de Avalle y reclutar y seleccionar a quienes ejecutaron el ataque.
En ese marco, Avalle fue imputado por los crímenes de Roulin y Carrizo, así como los intentos de asesinato de quienes sobrevivieron a dichos ataques. La figura penal empleada fue
“homicidio calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y por precio o promesa remuneratoria agravado por el uso de arma de fuego”. También se le achacaron las tentativas de extorsión y las amenazas coactivas a mano armada, todos delitos en carácter de instigador desde la cárcel.
La misma figura penal por homicidio le imputaron a Angel B., de 24 años, como coautor de ambos asesinatos. En tanto, Elvio O. fue imputado como coautor del crimen de Roulin y Milagros A. como partícipe primaria del homicidio de Carrizo.
Juan José Villazón fue imputado como partícipe primario de intimidación pública calificada por el empleo de arma de fuego. Matías B. por dedicarse con habitualidad a hechos de encubrimiento. Finalmente, Valeria A. y Alan G. fueron imputados por tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil.