Diego "Panadero" Ochoa, ex jefe de la barra brava de Newell's condenado por el crimen de su antecesor, quiere estudiar en la cárcel. Dice que su condición de preso de "alto perfil" crea complicaciones a cada intento. Y que el lugar donde lo visitan sus hijos es un galpón sin baños, sucio de orín y materia fecal. Todo esto planteó ayer en una audiencia en la que defendió dos hábeas corpus ante el camarista Carlos Carbone quien le dio permiso para estudiar con una notebook sin acceso a internet e intimó al Servicio Penitenciario a destinar un lugar digno a las visitas.
Ochoa cumple una condena a 11 años de prisión (unificada en 13 con una pena anterior) por instigar el crimen de quien lo precediera en el control de la tribuna: Roberto "Pimpi" Caminos, baleado frente a un bar en marzo de 2010 por tres hombres condenados como autores materiales. El Panadero también está acusado, a la espera de juicio, de ordenar el crimen del hincha Maximiliano "Quemadito" Rodríguez, ultimado el 13 de febrero de 2013 de un tiro en la cabeza frente al departamento donde vivía en Corrientes y Pellegrini. Por el crimen hubo cuatro condenados.
Preso en la cárcel de Piñero, Ochoa participó ayer de una audiencia en los Tribunales provinciales de Balcarce al 1600. Su abogado Hernán Tasada apeló el rechazo de dos hábeas corpus que había presentado entre julio y septiembre. En el primero pedía un lugar digno para encontrarse con sus hijos. En el otro, que le permitan estudiar tres cursos virtuales.
Los dos pedidos fueron rechazados por el juez Edgardo Fertitta invocando cuestiones de seguridad. "El alto perfil genera un agravamiento constante de mi persona", cuestionó Ochoa al brindar una extensa explicación de sus pedidos ante el juez Carbone, en una sala con más custodios que público: sólo asistió su pareja.
Ochoa contó que el reclamo para mantener contacto con sus hijos comenzó en enero de 2017. A través de un juzgado de Familia obtuvo autorización para recibir visitas de sus hijos a lo largo de dos horas, acompañados por la madre de Ochoa, en un galpón llamado "El Cultural" de la Unidad 3 de Rosario adonde es trasladado para esos encuentros. "Ese lugar no es apto higiénicamente. Hay orín, materia fecal. No podemos compartir un sándwich ni jugar un juego didáctico o a la pelota. Así no puedo afianzar los vínculos con mis hijos", cuestionó. Esas condiciones fueron constatadas por un asistente social del juzgado.
Luego contó que al ingresar a Piñero en julio de 2016 se anotó en el Eempa de la cárcel y terminó el secundario. Después se inscribió en la Facultad de Derecho pero en la cárcel no le permitieron cursar por motivos de seguridad. Dijo que el director del penal le recomendó estudiar cursos virtuales. Pagó la inscripción en tres cursos de la UNR: "Despachante de aduana", "Comunicación problemática en ambientes de trabajo" e "Introducción a la neuroeducación". Estos últimos, para ayudar a sus hijos con dificultades fonoaudiológicas.
Según indicó, cuenta con una notebook en la que guarda la información relativa a sus causas penales y en donde en otros tiempos le permitían trabajar hasta ocho horas al día. Sin embargo, aclaró que ahora no le permiten usarla ni conectarse a internet. Sólo accede al material de estudio impreso, realiza los trabajos prácticos a mano y se los dicta por teléfono a su novia para que ella los tipee y entregue.
"Ochoa parece permanentemente olvidarse de que está preso, con una condena alta y de prisión efectiva. Pide e impone ante situaciones que no se le permiten. Tiene que adecuarse a su estado de privación de la libertad", respondió a los planteos la fiscal María Eugenia Iribarren. Sostuvo que Ochoa está en las mismas circunstancias que el resto de los internos y pidió rechazar los pedidos.
Intimaciones
Carbone los aceptó. Por un lado intimó al jefe de la Unidad 3 para que, ante el incumplimiento de las condiciones de higiene, cambie el lugar donde Ochoa recibirá la próxima visita de sus hijos. Y sobre los cursos dispuso que tenga acceso a la computadora sin internet y que su pareja baje el material en un pendrive cuyo contenido será supervisado por personal penitenciario.
Condenado. Ochoa cumple la pena en la cárcel de Piñero.