El jueves por la tarde Nicolás Ezequiel Lugones, de 17 años, se encontraba como otras tantas tardes en una plaza ubicada en El Sauce y El Hornero, un lugar muy concurrido del barrio Cabín 9 de Pérez. Eran cerca de las 15 cuando llegó a la plaza Alexis en una moto de 110 centímetros cúbicos y se puso a discutir con Nicolás y con un amigo que estaba con éste. Alexis, de 18 años, se fue y un rato más tarde volvió a buscar a los dos muchachos en compañía de un adolescente de 17 años apodado “Simio”. Alexis sacó un arma y comenzó a disparar. Nicolás resultó herido —su amigo logró escapar— y debió ser internado en el Hospital de Emergencias de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). Allí murió ayer pasado el mediodía.
Varios vecinos y amigos de Nicolás vieron la escena y denunciaron a los dos agresores. Santiago Agustín I., el apodado “Simio”, quedó a disposición del Juzgado de menores Nº 4. Y Alexis B. se entregó en la tarde del viernes ante efectivos del Comando Radioeléctrico para, según dijo “aclarar la situación.
Así, mientras Nicolás todavía estaba con vida sus presuntos agresores ya estaban a disposición de la Justicia. De hecho Alexis B. alcanzó a ser imputado el sábado por un intento de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, cuestión que ameritará una reimputación a partir de la muerte de la víctima.
La tarde del jueves, pasadas las 17, un vecino de Cabín 9 se comunicó con 911 y denunció que en la placita había un muchacho baleado, a la vez que relató los hechos. Minutos después llegó un móvil policial y encontró al chico de 17 años tirado en la plaza con un tiro en el cráneo. Personal del Sies revisó a Nicolás y lo trasladó al Heca, donde el adolescente quedó internado en terapia intensiva con asistencia mecánica respiratoria.
En tanto, los policías entrevistaron a vecinos y testigos, así como a la familia de Nicolás. Y todos apuntaron a Alexis B. y a “Simio”. Inclusive aseguraron que los agresores en realidad eran tres, porque estaban junto a otro chico menor de edad, pero hasta anoche al cierre de esta edición no se había podido corroborar su presencia en esa escena.
En ese marco el fiscal Gastón Avila pidió allanar un domicilio en El Ceibo al 500, de Pérez, donde fue apresado el menor apodado “Simio”. Allí se secuestró una motocicleta Keller 150 roja y blanca, cuatro teléfonos y dos gorras.
La pesquisa continuó con más entrevistas de efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) a otros testigos, así como un relevamiento de la plaza y de las cámaras de vigilancias que pudiera haber en las inmediaciones. En ese contexto Alexis se sintió cercado, decidió entregarse el viernes a la tarde y aseguró que quería que se aclarara su situación. El sábado fue imputado por homicidio en grado de tentativa y el juez Carlos Leiva le dictó prisión preventiva hasta el 11 de noviembre, pero a partir del fallecimiento de Lugones será reimputado.
Adicciones y cartones
Nicolás vivía junto a su madre en una modestísima vivienda de Cabín 9, barrio donde abundan pintadas del “Gauchito Gil” y casas humildes. Según comentaba ayer a la tarde un familiar del pibe asesinado “él cartoneaba para sostener su adicción y vivía todo el día en la calle. A la casa venía a dormir y comer”.
Una tía del chico, en tanto, dijo que “esto pasó por la mala junta y por su problema de drogas, pero él nunca quería ayuda para salir de la adicción. Tampoco andaba armado, pero otra cosa no sabemos”, se limitó a decir.
El barrio Cabín 9, ubicado en el límite de Rosario y Pérez, fue atravesado por largo tiempo por cuatro bandas que disputaban el territorio dividido por las vías del ferrocarril: los Cuatreros, los Gitanos, los Pulguitas y los Stifler. Algunos de los vecinos consultados ayer por La Capital recordaron esa situación y trazaron un paralelismo de bandas en disputa.