"Ustedes lo están aguantando a Franco", gritaron desde un Fiat Duna un segundo antes de que sus ocupantes comenzaran a disparar dos armas a tres jóvenes que resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, en una esquina del barrio Casiano Casas. Luego del ataque, ocurrido el jueves pasado, el auto usado en la balacera fue abandonado en la zona e incendiado dos horas más tarde. El sábado fue detenido un hombre al que una de las víctimas apuntó como el conductor, quien dijo ser ajeno al hecho pero quedó en prisión preventiva por 90 días como autor de un triple intento homicida.
"Hace cuatro días me tienen incomunicado. Me entero de lo que me acusan recién acá", se defendió ayer el pintor de 32 años Diego Alberto V. En una audiencia imputativa ante la jueza Silvia Castelli la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro lo acusó como partícipe necesario de tres tentativas de homicidio agravadas por el uso de arma de fuego y por un incendio intencional. Señaló que una de las víctimas lo apuntó con nombre y apellido como quien manejaba el Duna celeste incendiado en la zona y en el cual se hallaron tres vainas servidas.
La balacera ocurrió a cien metros de donde fuera atacado con una mecánica idéntica Mariano Rodríguez, de 44 años, quien falleció el sábado tras agonizar una semana. Lo habían baleado el 2 de junio en la esquina de Ghiraldo y Boedo, donde también fue herido un joven de 22 años, mientras tomaban cerveza en la esquina y les dispararon desde un auto gris. Ese atentado, planteó la fiscal en la audiencia, no estaría desligado del último ataque sino que ambos aparecen conectados con el trasfondo común de la venta de drogas en el barrio.
La balacera que se discutió ayer en el Centro de Justicia Penal fue cerca de las 22 del jueves pasado, cuando un Fiat Duna —según testigos, blanco— avanzó por Larrechea y dobló por Avalos hacia el sur. En esa esquina conversaban tres amigos. Al verlos, los ocupantes del auto —al parecer encapuchados con gorras— bajaron las ventanillas, gritaron "ustedes lo están aguantando a Franco" y comenzaron a disparar.
Los heridos fueron trasladados en un auto y en una moto al Hospital Alberdi. Enzo H., de 14 años, fue herido en el tórax y desde entonces sigue en estado reservado en el hospital Eva Perón. Los otros dos están fuera de peligro: Santiago C., de 15 años, con un disparo en la muslo derecho; Maximiliano A., de 26, fue herido en la rodilla izquierda cuando pasaba caminando por el lugar y dijo que a los otros heridos los conoce de vista. La fiscal indicó que la balacera fue intensa: quedaron manchas de sangre y marcas de impactos en los frentes de las viviendas. Se incautaron ocho vainas servidas.
El Fiat Duna fue abandonado en inmediaciones de Larrechea al 2400 y dos horas más tarde le prendieron fuego. A las 23.50 acudieron a apagar el incendio los Bomberos Zapadores. El auto, en cuyos asientos se hallaron tres vainas servidas, tenía pedido de secuestro por haber sido robado el 6 de marzo en Córdoba y San Nicolás. Los vecinos contaron que tres hombres, uno canoso y en muletas, dejaron el auto estacionado allí y se fueron en un Fiat Uno que los pasó a buscar. Dos horas más tarde llegó un joven en moto y le prendió fuego al Duna.
Los vecinos adjudicaron el ataque a "Los R.", por el apellido de una familia del barrio a la que atribuyen recientes actos de violencia. Mencionaron a un tal "Labio Leporino" y a Diego V. e indicaron que ambos suelen circular en un Fiat Uno blanco. Luego una de las víctimas les dijo a policías de una brigada de la Fiscalía que pudo reconocer al conductor. Lo sindicó como Diego V. y aclaró que no lo había mencionado antes, al declarar en la comisaría, porque la seccional actuaría en connivencia con los agresores.
Así, el sábado apresaron a Diego V. en su casa de Luzuriaga al 3900 y secuestraron el Fiat blanco. "El auto es de mi hermana, pero hace veinte días que está tirado ahí, lleno de tierra. Me dijeron «vamos a declarar y te soltamos» y hace cuatro días que estoy incomunicado", declaró el detenido, y aseguró que la noche del hecho se fue a acostar a las 21 y estaba en su casa con su pareja y su hijo.
Fabbro pidió la prisión preventiva por 90 días para V., quien tiene una condena y antecedentes por amenazas, abuso de armas, robo calificado y lesiones, enumeró la fiscal en la audiencia. El defensor Marcelo Argenti se opuso y ofreció una libertad bajo fianza. La jueza analizó la mecánica del hecho y consideró que al acusado se le atribuye un rol no menor que permitió que se concretara el ataque. Por ello dispuso que siga en prisión preventiva hasta el 7 de septiembre.
ghiraldo y boedo. No descartan vinculación entre el ataque y un crimen.