Angel Agustín Vera ingresó herido de bala en febrero pasado al Hospital Alberdi. Lo curaron y se fue sin el alta. Dos horas después se enfrentó con un grupo de personas que lo persiguió a tiros unos cien metros hasta acorralarlo en su casa del barrio La Cerámica, donde lo acribillaron. A un detenido por el caso en abril se sumó este viernes otro hombre que fue imputado como coautor del homicidio y quedó en prisión preventiva por dos años. No sólo quedó preso por el crimen sino también por asaltar y golpear con un arma, junto a un cómplice, a una mujer 68 años a quien le robaron 50 mil pesos, un celular y un auto Fiat Palio.
El fiscal Adrián Spelta imputó a Marcos Rogelio G. por los delitos de homicidio agravado por uso de arma de fuego, robo calificado y la portación ilegal de arma en ambos hechos. El juez Héctor Núñez Cartelle admitió la imputación y dictó la prisión preventiva por el plazo legal de dos años. La misma medida dispuso respecto de Ezequiel Alberto V., imputado sólo por el robo con arma del 14 de mayo pasado.
El 20 de febrero pasado, con diferencia de dos horas, Vera ingresó herido de bala dos veces al Hospital Alberdi. La primera fue a las 16, con un balazo en la espalda. El muchacho alcanzó a decir que lo habían atacado en Baigorria y Medrano. Tras recibir atención médica se retiró sin el alta hospitalaria. Poco después ingresaron varios llamados al 911 para avisar que en la misma zona, Medrano al 2700, se estaban efectuando disparos, al parecer en el enfrentamiento entre dos bandas de la zona del cercano barrio La Esperanza.
Al lugar llegaron varios patrulleros y los policías encontraron nuevamente a Vera herido. Los vecinos les dijeron que él era uno de los que había estado disparando, mientras un grupo de gente arrojaba piedras al móvil para evitar que se llevaran al sospechoso. En cuanto se controló esa situación los efectivos del Comando Radioeléctrico trasladaron a Vera al Hospital Alberdi, a unas veinte cuadras, donde se confirmó que era la misma persona que había ingresado unas horas antes y salido sin el alta.
Por la gravedad del cuadro fue trasladado al Hospital Clemente Alvarez, donde tuvo que ser asistido con respiración mecánica y falleció pasadas las 19. Los testigos contaron entonces que se había enfrentado con un grupo de personas que lo persiguió a tiros unos cien metros hasta darle alcance en su casa, donde lo hirieron de muerte, en una pelea por diferencias barriales.
El primer detenido por el crimen fue Alberto M., de 40 años, el pasado 6 de abril. Con un dato de calle, los policías supieron que el hombre iba a diario a visitar a su hijo internado en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria y allí lo apresaron cuando salía, además de secuestrar la moto Falcon tipo enduro roja en la que circulaba, dinero y un celular. Está preso desde entonces como uno de los coautores del ataque.
El viernes pasado se sumó G. Según la imputación fiscal, los dos hombres en compañía de un tercero persiguieron a la víctima hasta a su casa en la zona de Medrano y Coliqueo, lo acorralaron y le efectúan múltiples disparos que la causaron una hemorragia masiva de tórax. En el lugar del ataque se secuestró más de media docena de vainas servidas.
Un robo, de yapa
Además del crimen, Marcos G. fue imputado junto a Rogelio V. por un asalto del 14 de mayo pasado a las 15 en la casa de una mujer de 68 años que estaba en la puerta hablando con una vecina cuando, al ver dos desconocidos, intentó entrar para resguardarse. En ese momento los ladrones la empujaron hacia adentro con amenazas de muerte y la golpearon con la culata de un revólver calibre 22. También golpearon a su madre de 91 años.
Los asaltantes sustrajeron un monedero con 50 mil pesos, un celular Motorola y un Fiat Palio. Al ser alertada la policía, los ladrones en fuga fueron detectados cuando escapaban en el auto robado por calle Salvat. En ese lugar les cerraron el paso, abandonaron el vehículo e intentaron seguir el escape. A V. lo detuvieron en el lugar con un revólver calibre 22 con 8 cartuchos en su interior, en tanto que V. fue perseguido a pie por el barrio hasta ser detenido en Poblet al 2700 con el celular Motorola robado, pero sin el dinero.