El juez de Instrucción de la 7° Nominación de los Tribunales de Rosario, Juan Andrés Donnola,
procesó a Carlos Sánchez Ortiz por el delito de homicidio "criminis causa" (aquel que se realiza
para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito, para asegurar sus resultados o procurar
la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito)
en la causa en la que se investiga el asesinato del taxista Sergio Angel Oberto, ocurrido en la
madrugada del 22 de mayo en la zona norte de la ciudad.
El magistrado consideró agotada la investigación luego de 33 días de ocurrido el hecho y
después de diferentes y urgentes diligencias procesales, a saber: actuaciones prevencionales y
judiciales, pericias médicas, biológicas, de rastros, criminalística, reconstrucción fotográfica,
fílmica y planimétrica del suceso, lo que ha permitido contar en breve tiempo con un amplio
conjunto de constancias sobre el hecho.
En su momento el crimen del taxista Oberto motivó amplias medidas de fuerza de los taxistas
rosarinos y hasta un paro general de actividades de 12 horas en toda la ciudad.
El hecho sucedió en la madrugada del 22 de mayo, alrededor de la 1.10, cuando Sergio Angel
Oberto, de 50 años, conductor de un taxi Fiat Siena fue abordado aparentemente por un pasajero en
la zona de la Plaza Alberdi. Desde allí el chofer se dirigió hasta Casiano Casas y Rauch, en la
zona norte.
Allí, Oberto habría sido atacado a puñaladas y recibió una en el cuello que resultó mortal. A
pesar del puntazo, el chofer logró desplazarse unos metros con su vehículo y terminó colisionando
contra el frente de una casa. A esa altura ya estaba muerto.
Personal policial secuestró posteriormente un pañuelo de color oscuro con manchas de sangre
y, a unos 100 metros de la escena del crimen, un cuchillo que no presentaba rastros de sangre.
Ese día tras enterarse de la trágica noticia, los taxistas se movilizaron por las calles de
la ciudad y bloquearon los accesos al centro provocando un caos general.