"Doy gracias a Dios que mis hermanos chiquitos no vieron lo que yo vi". Andrea
tiene 15 años y es la mayor de los 8 hijos de Maira Graciela Sandoval, la mujer de 29 años
internada el martes en el hospital Centenario con el 60 por ciento del cuerpo quemado. Sandoval fue
atacada por dos de sus sobrinas, que tienen 14 y 16 años, en su humilde vivienda en Alvarez. Las
chicas cuestionaban a la víctima por un supuesto vínculo sentimental con el padre de ambas. La
agredieron verbalmente, la empujaron, la rociaron con combustible y le prendieron fuego. La mujer
fue asistida por vecinos que la llevaron al hospital del pueblo. Luego fue derivada al Centenario,
donde anoche seguía internada, muy grave.
Rocío, de 16 años, y Betiana, de 14, fueron detenidas por efectivos de la
subcomisaría 3ª y del Comando Radioeléctrico de Alvarez. Por su edad Betiana no es punible. Rocío
fue indagada ayer en los Tribunales provinciales. Betiana fue escuchada por la jueza de Menores
María del Carmen Musa y por el fiscal Ismael Manfrin. De acuerdo a fuentes tribunalicias la más
pequeña "aparece liderando el ataque": admitió haber sido a quien se le ocurrió la idea. El móvil
se presenta como pasional: "La chica cuenta que al saber que el padre tenía como amante a su tía,
le preguntó a su papá si quería más a su familia o a esta mujer. Y, según relata, el hombre
respondió que a su amante", dijo la fuente consultada.
La nena se mostró arrepentida por lo que había hecho. Dijo no poder recordar los
detalles.
Entre pasiones. "El corazón tiene razones que la propia razón nunca entenderá",
canta Chizzo Nápoli en una canción del grupo La Renga. Y hay mucho de eso en la historia donde
Maira Sandoval terminó con el 60 por ciento de su cuerpo con quemaduras de hasta tercer grado.
Maira vive con Luis, su esposo, y sus ocho hijos de entre 4 y 15 años en una humilde casa sobre
Juncal al 100, en el barrio Fonavi de Alvarez. Durante años la familia vivió alambrado de por medio
con la familia de Evarista, una hermana de Luis.
La familia de Evarista, de 36 años, está compuesta por su pareja Iván, de 35, y
sus tres hijos: un varón de 17 años, Betiana y Rocío. "Hubo problemas hace unos años, pero ellos se
mudaron y todo se solucionó", relató ayer Andrea, hija mayor de Maira.
Evarista y familia se afincaron en una casa de calle Las Heras, a 100 metros de
los fondos del Club Atlético Unión y Sociedad Italiana. Es decir que los amantes, Maira e Iván, son
cuñados. Los vecinos contaron que el martes hubo tensión entre las familias. Y que Rocío y Betiana
llegaron a la casa de su tía Maira al menos dos veces, sobre el mediodía, antes de la descomunal
agresión.
La aparición. "Las pibas llegaron gritando: «¡Te mandaste mensajitos con mi
papá! y «nosotros sabemos que estás con él»", contó a este diario una vecina. "Vinieron dos veces
al mediodía buscando pelea. Después volvieron pasadas las 17, se metieron en mi casa y empezaron a
gritar", rememoró Andrea. La chica recordó que estaba con su mamá en la habitación más alejada a la
puerta de ingreso. Que al escuchar los gritos, Maira salió a preguntar qué pasaba y ahí se produjo
un encontronazo. "Mi mamá les preguntó qué pasaba con tanto grito y una de mis primas la empujó. La
rociaron con un combustible e inmediatamente se prendió fuego", relató.
La escena posterior fue dantesca. "Mi mamá corría prendida fuego, tratando de
arrancarse la ropa. Se quiso tapar con una manta, pero no podía apagarlo. Después se metió abajo de
la canilla. Yo agarré un fuentón y la traté de apagar", relató la muchacha.
Conmoción en la calle. "Fue terrible ver a esa mujer salir humeando de la casa a
la calle. Un vecino de la cuadra que iba en su Renault 18, paró frente a la casa, la envolvió en
una frazada y así se la llevó al hospital", comentó una mujer del Fonavi. El Samco de Alvarez está
a unas 15 cuadras de la vivienda de la víctima. Un vecino que vio la escena llamó al 101 y a los
pocos minutos los vigilantes detuvieron a las menores agresoras.
Fuentes policiales indicaron que Maira fue rociada con una mezcla de nafta y
aceite, similar a la utilizada en las motonetas. La gravedad de las quemaduras que tenía la mujer
motivaron su derivación casi inmediata al hospital Centenario. "Está muy mal, con respirador. Tiene
el 60 por ciento del cuerpo quemado", indicó Andrea. "Estas chicas no son así. Alguien tiene que
haberles metido fichas", dijo resignado Severo, de 41 años, hermano mayor de la víctima.
"Estas pibas son sobrinas de mi hermana. Han venido a comer a esta casa. A jugar
con sus primas. Son familia. La verdad es que no entiendo", indicó resignado. "Una vez Maira me
comentó que tenía estos problemas y yo le dije que se fuera a la comisaría. Que hiciera la denuncia
y que le pintaran los dedos", contó Severo. Y agregó: "No les tengo rencor y si las veo no les
haría nada, porque ellas no son así. Alguien las tiene que haber mandado", analizó.
El hecho es investigado por la subcomisaría 3ª. Rocío quedó detenida bajo la
figura de tentativa de homicidio. Maira continuaba anoche grave.
Parte médico
Maira Sandoval anoche permanecía internada en grave
estado en la sala de terapia intensiva del hospital Centenario. "Está medicada, conectada a un
respirador artificial, y tiene quemaduras en el 65 o 70 por ciento del cuerpo", comunicó a
LaCapital la médica Aurora Bruno, directora de ese centro asistencial. Su familia está junto a
ella.