Juan Cruz Ibáñez junto a seis amigos, muchos de los cuales ayer a la mañana se habían reunido frente al edificio de Zeballos 2133 tratando de entender lo que había pasado, se habían ganado un espacio en las noticias a mediados de 2016 cuando la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (Nasa, por su sigla en inglés) seleccionó entre los mejores del mundo su proyecto "No me estrelles el drone", que planteaba el desarrollo de una plataforma que permitía a esos aparatos identificar factores climáticos, posibles colisiones, restricciones aéres y otras situaciones de riesgo. A partir de ese proyecto dieron forma a la firma TheiaAr, enfocada en el desarrollo de aplicaciones de realidad aumentada para la industria aeroespacial. El grupo lo integraban además Emiliano Banchio Leone, Joaquín Cicetti, Franco Geretto, Renzo Grosso, Germán Hofer y Joaquín Sánchez.