Por Hernán Lascano
Recuperados. Dos camiones Iveco de vendedores estafados aparecieron en la agencia de Colian Miguel.
Los dos socios gerentes de una empresa inmobiliaria bajo sospecha de una secuencia de estafas con compraventa de vehículos serán imputados hoy de al menos cuatro hechos de este tipo. Con estos casos que implican a un círculo estrecho de negociación, de alto poder adquisitivo, generaron perjuicios que los investigadores estiman como mínimo en 20 millones de pesos.
El avance de la pesquisa levanta el velo sobre otros actores de mayor poder económico como beneficiarios de estas maniobras en acciones de lavado de dinero, de los que los actualmente acusados aparecen como cara más superficial. Estos son Leandro G., apodado "Tanque", un ex jugador de rugby del Club Duendes, y Bruno P. o G., dado que tiene dos apellidos. Ambos son los socios del Grupo Praga, una SRL que tiene como objeto social actividades inmobiliarias.
Hoy a las 11 ambos serán señalados por estafa, delito que tiene una pena de entre un mes y seis años. La clave de las estafas era el conocimiento previo de los damnificados ante los que fingían una condición económica mayor a la real. Los socios de Praga SRL les compraban vehículos y les entregaban pagarés o cheques de pago diferido que luego no podían levantar.
El mundo que es contexto de las estafas tiene resonancias de conocidos hechos policiales. Dos de los camiones apoderados mediante estafas terminaron en la agencia de vehículos de Colian Miguel, un referente de la comunidad gitana que fue víctima de un efímero secuestro extorsivo en septiembre de 2018. En esa agencia ubicada en Arijón y Callao simplemente se recibieron los camiones que resultaron secuestrados.
La impresión de un esquema organizado para las estafas parece revelado por las medidas posteriores. Los lugares allanados en los que se buscaban los vehículos objeto de las maniobras estaban vacíos, o cerrados, sin ocupantes ni estructura de funcionamiento. Lo que estima el equipo de la fiscal Valeria Haurigot infiere que los compradores acusados se desprendían rápidamente de los vehículos como modus operandi. El importe de la estafa cuantificado es de 20.529.000 pesos.
Bruno P. tenía su último domicilio constatado en el barrio Palos Verdes. La vivienda allanada estaba como desvalijada. La concesionaria en la que hacían las operaciones en Eva Perón 5100 quedó cerrada de un día para el otro y sin vehículos. Otra agencia en Juan José Paso 5890 se verificó con las persianas bajas y vacía. También desmantelada estaba la sede del Grupo Praga en Sarmiento 426.
Hechos recientes
El primer hecho imputado a ambos empresarios se inició el 27 de enero pasado cuando Jorge F. le entregó a "Tanque" G. un camión Volvo que se derivó a una gestora que es esposa de Bruno G. El precio convenido era 66 mil dólares por el cual los dueños del Praga entregaron 12 pagares por 5.500 dólares cada uno. El primer vencimiento fue el 10 de febrero. El vendedor no cobró ese documento ni ningún otro.
En otro de los casos, un mandatario de la transportadora de carga Rigatosso Hermanos SA ofreció para la venta cuatro camiones a partir del 17 de enero. Como Bruno P. era conocido de algunos directores de la empresa, el mandatario selló la entrega de los cuatro vehículos por 12 millones de pesos, que se cerró con 10 cheques. Al momento los plazos de dos valores expiraron y fueron rechazados por sin fondos.
El tercer caso fue la entrega de un Peugeot 408 de parte de su propietario a cambio de 770 mil pesos con tres cheques a 30, 60 y 90 días en la agencia de Eva Perón al 5100 que se presume era del Grupo Praga. Cuando el vendedor del vehículo fue a reclamar los cheques, que en base a la confianza no habían sido entregados por "Tanque", se encontró con la concesionaria cerrada.
El cuarto incidente es la cesión de una camioneta Porsche Cayenne por la que su vendedor pactó con Bruno P. el pago de 3.634.000 pesos contra 18 cheques de pago diferido. Eso ocurrió el 17 de enero. Cuando debía recibir el dinero del primer cheque el banco lo rebotó por la insolvencia de la cuenta. En la audiencia prevista para hoy a las 11 la fiscal Valeria Haurigot los acusara por estafa, y se exhibirán evidencias de las maniobras. Parecen robustas. El dueño del camión Volvo al saberse estafado contrató una empresa de rastreo satelital con la que pudo localizar el vehículo cedido en Córdoba en un depósito perteneciente a miembros de la comunidad gitana. El denunciante dijo que conocía a "Tanque" del barrio de Fisherton y ser amigo de los amigos de aquel.
Por los camiones cedidos por la firma Rigatosso SA se entregaron a la Fiscalía los cheques adelantados por el Grupo Praga. El vendedor del Peugeot 408 presentó la copia simple del boleto suscripto por los imputados. El caso de la Porsche Cayenne fue entregado por Bruno P. a la concesionaria Gaetano Motors de Funes. Cuando el primer cheque rebotó el vendedor, Federico B., comprobó que el vehículo estaba en esa concesionaria. Por la venta el damnificado entregó copiosa documentación que compromete a los imputados.
Al examinar la conducta surge mayor compromiso delictivo aparente de parte de Bruno P. El ex rugbier Leandro G. manifestó haber sido perjudicado por una deslealtad de su socio que, sostiene, lo hundió emocionalmente ante su vasta comunidad de conocidos que, según dice, está conectado por lazos de aprecio y cariño. Los investigadores indican que se corrobora, prima facie, una diferencia de comportamiento claro en los hechos analizados, que va en desmedro de Bruno P.