En medio de una ola de balaceras extorsivos contra comercios barriales que provocó el cierre de locales comerciales y temor entre los vecinos, la policía encontró un automóvil abandonado en la zona oeste de la ciudad que en su interior se halló el casquillo de bala, un bidón de nafta y un cartel mafioso.
Si bien se desconocen los motivos por los que el rodado -un Chevrolet Corsa Classic gris- estaba en el lugar, no se descarta que se trate de un auto robado y que fue abandonado con la intención de dejar un mensaje intimidad que no está claro a quién era dirigido.
Personal de la Policía de Acción Táctica (PAT) dio con el automóvil durante un patrullaje de rutina. Fue alertado por la Central de Emergencias 911, que este viernes en horas de la tarde recibió un alerta sobre la presencia de un coche sospechoso en avenida de Circunvalación y Eva Perón.
Al requisar el vehículo se constata que tiene una cubierta reventada y el vidrio de la ventanilla del lado del conductor conductor roto. Más tarde efectivos del Gabinete Criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) halla en el interior del auto una vaina servida calibre 9 milímetros y un bidón con 5 litros de nafta.
Además, un cartel escrito a mano que reza: "A la mafia no se la traiciona". Frente al hallazgo, se avisa a la fiscalía de flagrancia en turno que ordena que se lleven adelante las tareas investigativas para determinar cómo llegó el auto a ese lugar y se releven las cámaras de videovigilancia de la zona.
Los uniformados determinaron que el auto pertenecía a Graciela G., domiciliada en Villa Gobernador Gálvez. De inmediato, se dirigieron a su casa, donde Cristian A. les da cuenta que dos días atrás le habrían sustraído las dos chapas patente con dominio exacto al que tenia el Corsa encontrado.
El vehículo fue trasladado a la seccional 17ª por razones de jurisdicción.
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En el marco de la serie de extorsiones violentas de las que fueron blanco comercios ubicados en barrios de la ciudad, el dueño de dos carnicerías ubicadas en barrio Ludueña tomó la decisión de cerrar esos locales ante la imparable seguidilla de amenazas, extorsiones y balaceras que lo tienen como blanco desde hace varios días.
Uno de los negocios está ubicado en Teniente Agneta y Junín y el otro en calle Formosa. “Esta decisión drástica (de cerrar) se tomó este jueves. Somos diez familias en peligro y ahora nos quedamos sin trabajo, pero lo cierto es que no queremos correr riesgo de que nos maten a nosotros ni a un cliente”, contó el titular del negocio.
No se descarta que el auto hallado este viernes en el límite entre los barrios Empalme Graneros y Belgrano podría tener vinculación con la ola de delitos que padecen los vecinos de la zona oeste del municipio y que son atribuidos a una organización criminal que se hace llamar "la mafia".