Silvio Peroni tenía 53 y era profesor de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata desde hace dos décadas, donde dictaba “Análisis de la Información”. La madrugada del miércoles, mientras corregía unos trabajos prácticos de sus alumnos en su casa de la capital bonaerense, un solitario ladrón ingresó a la propiedad y amenazó a la madre del docente que, cuando salió en su defensa recibió una decena de puñaladas que le causaron la muerte.
Todo empezó alrededor de la 1.30 de este miércoles cuando un delincuente trepó por una de las paredes de la propiedad donde la víctima vivía con sus padres, en el barrio La Loma de La Plata y tomó por sorpresa a la madre de Peroni amenazándola con un arma blanca. Habría sido en esa situación que, ante los gritos de la mujer, el docente dejó el trabajo que estaba haciendo y salió a defenderla por lo que se trenzó en una pelea con el ladrón que le asestó varias puñaladas en el abdomen y el tórax.
El caso, que causó gran conmoción en La Plata, es investigado por el fiscal Martín Almirón y detectives de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) que se abocaron a contactar testigos y analizar registros de cámaras de seguridad públicas y privadas que les permitieron obtener una clara imagen del agresor aún prófugo.
Vecinos y allegados al docente contaron que la víctima vivía junto a sus padres, mayores de 80 años, era soltero y no tenía hijos. “Era muy estudioso e introvertido, le gustaba la filosofía y leía mucho”, dijo un colega de Peroni. Y agregó que “fue uno de los mejores promedios de su promoción. Era brillante”, aunque aclararon que “por su personalidad no pudo integrarse al trabajo en los medios de comunicación y era más un académico”. Asimismo, aclararon que “como el sueldo no le alcanzaba, trabajaba en una ferretería”.
De acuerdo al informe de autopsia, la muerte de Peroni se habría producido por un shock hipovolémico secundario a una herida por arma blanca en el tórax. El análisis al que accedió el diario El Día de La Plata detalla que si bien el cuerpo presenta 10 heridas cortantes, existen dos que podrían haber sido letales.
Lo cierto es que tras matar a Peroni el asaltante escapó de la propiedad sin llevarse ningún objeto ni pertenencia de la víctima y por lo que ahora saben los investigadores, se refugió a pocas cuadras en la casa de una vecina a quien aprovechó para robarle.
De acuerdo a lo que reconstruyeron los investigadores, al huir de la escena del crimen de Peroni el asesino se metió en una casa ubicada a unas pocas cuadras rompiendo un vidrio y redujo a la propietaria, una mujer de avanzada edad, y a su cuidadora. Esa mujer explicó que el asesino estuvo alrededor de dos horas en su vivienda, que llegó con heridas que se hizo al romper el vidrio de su propiedad pero también con otras que pudo haberle ocasionado Peroni en la pelea que le costó la vida.
“La mujer declaró que el tipo estaba lo más tranquilo, que fue amable, que le contó sobre su vida y algunos de sus problemas y que había estado detenido en el penal de Florencio Varela”, confió un jefe policial. Antes de huir el delincuente le robó a la mujer 15 mil pesos en efectivo y se descartó de dos prendas de vestir que tenía ensangrentadas: una remera y una campera que quedaron secuestradas para pericias.
Además, los pesquisas ya cuentan con una imagen del sospechoso captada por una cámara de seguridad de la zona que permitiría identificarlo. El caso es investigado por el fiscal Martín Almirón, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de La Plata.