Florencia Flores tenía 27 años y tres hijos pequeños. El viernes, diez minutos antes de las 18, fue embestida por un Citroën C4 cuando cruzaba Génova por calle De Angelis en medio de una persecución policial que había comenzado en Juan B. Justo y Provincias Unidas. “Ella escapó porque no tenía permiso de conducir. No sé por qué lo hizo. Yo estuve con ella porque me dio una platita. ¿Andá a saber qué habrán pensado los policías?”, explicó Marisol, la madre de la joven, que abrumada y sin poder arrancar el duelo buscaba explicaciones en la esquina donde murió su hija. “No creo en la Justicia terrenal. Creo en la Justicia de Dios. Pero necesito saber qué pasó”, insistió la mujer.
Florencia era viuda. A su pareja, Nelson Edgardo Serrano, que trabajaba como cadete, lo mataron a balazos la noche del jueves 27 de mayo en Urdinarrain y Bolivia. Luego del siniestro que le costó la vida a la joven, el fiscal a cargo de la investigación, Marcelo Vienna, de la Agencia de Siniestralidad Vial y Homicidios Culposos, ordenó que el próximo martes se realice la autopsia bajo el protocolo de Minnesota, conjunto de normas para investigar una muerte potencialmente ilícita.
Fuentes allegadas a la investigación indicaron que, si bien la pesquisa está en etapa preliminar, faltan informes médicos y recabar testimonios, pero hay indicios de que no habría ingerencia del personal de las fuerzas de seguridad en el fallecimiento de la mujer.
La muerte de Flores sumió a la esquina del Club Reflejos (Génova 2402) en el corazón de Empalme Graneros, en un pandemonio de desolación, hartazgo y represión. Amigos y allegados a Florencia se enfrentaron con medio centenar de gendarmes que trataban de mantener el perímetro donde había caído Flores.
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¿Qué fue lo que los enardeció? Primero que Flores estuvo una hora sobre el pavimento sin asistencia médica, hasta que llegó la ambulancia. “Todos los vecinos le pedían que la subieran a un móvil y la llevaran al hospital, pero no hicieron nada”, dijo una familiar. Segundo, alguien hizo correr la voz de que una vez tendida en el piso, la policía “la agarró a patadas”. Y tercero, según comentarios, que la policía había secuestrado las imágenes de una cámara de videovigilancia del kiosco ubicado a un par de metros de donde impactó Flores contra el cordón de la vereda.
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La moto en la que circulaba Florencia Flores.
Foto: Imagen de TV.
Recorrido
Lo que se pudo reconstruir es que el viernes, cerca de las 17.50, Flores detuvo su moto Honda color negro en Juan B. Justo y Provincias, y su mamá le dio dinero desde un auto. Luego huyó ante la persecución de un patrullero del Comando Radioeléctrico que le tocó sirena para que se detuviera.
La motociclista, que circulaba en short, top, descalza y sin casco, tomó por Juan B. Justo y circuló 14 cuadras hasta doblar en De Angelis. Por esta calle, semi derruida, transitó poco más de 100 metros hasta que, al cruzar Génova, fue chocada por un Citroën C4 que circulaba hacia el oeste.
Por el impacto, Florencia perdió el control y dio con su cabeza contra el cordón, a metros de la parada de colectivos. A un costado quedó su moto. A la escena del hecho llegó, como lo hace habitualmente, el flamante ministro de Seguridad, Claudio Brilloni. El funcionario explicó que “en medio de un control policial en la zona de Empalme, los policías le hicieron señas a la joven para que detenga la marcha, no acató la voz de alto y ahí se produjo una persecución que terminó con el fatal desenlace al impactar la moto contra el Citroën”.
Indignada
En medio de la locura generalizada el viernes por la tarde, mientras los ladrillazos eran repelidos con posta de goma por las fuerzas federales, una mujer que se identificó como prima de Florencia se mostró indignada frente a las cámaras de Telefé Rosario.
“A mi prima la mató la policía corrupta de Santa Fe. La que busca plata o merca. La persiguieron porque querían plata. Son corruptos. Van a la puerta del búnker a buscar plata, saben quienes son los narcos, pero no los tocan. A los vecinos nos persiguen por portación de cara o porque llevamos gorrita. Esto no da para más. Al narcotráfico lo maneja la política y la policía. Y somos los vecinos los que sufrimos las consecuencias. Los vecinos dicen que a mi prima la agarraron a patadas en el piso” dijo con las pulsaciones a mil.
“Quiero ver las cámaras, a mí me dicen que el auto la roza y el auto de la policía que viene atrás la choca”, afirmó una de las hermanas de Florencia. Además de haber enviudado hace un año y medio, Florencia soportó en julio de 2017 la muerte de una de sus hijas en un trágico accidente, cuando un televisor de 29 pulgadas cayó sobre ella y la mató.