Santa Fe.— El gobierno provincial resolvió unificar todas las dependencias
del Ministerio de Seguridad en el actual edificio de la Jefatura de policía de la provincia. Con
ello los funcionarios civiles del área compartirán las oficinas con el jefe de la policía y su
plana mayor. El anuncio lo hicieron en la Casa Gris el gobernador Hermes Binner y el ministro de
Seguridad Daniel Cuenca. La mudanza comenzará la semana próxima y, esperan, estará concluida para
marzo.
La coexistencia de las máximas autoridades policiales con sus superiores
civiles inmediatos en el mismo espacio físico no sólo resultará inédita sino de una carga simbólica
que la administración socialista confía en que será leída como sinónimo de cambio.
La decisión tiene también un alto componente práctico. El Ministerio de
Seguridad es una creación del gobierno de Binner que no reconoce antecedente en la estructura del
Estado santafesino en los últimos 50 años. Como toda nueva entidad requiere de estructura y ésta de
espacio para funcionar. Se dijo que en la nueva ubicación, el ministro de Seguridad y los
secretarios del área compartirán las oficinas con el jefe de la policía y su plana mayor.
En el imponente edificio de estilo neoclásico tardío de la capital
provincial, ubicado en 9 de Julio y Primera Junta, alberga en la actualidad a la Jefatura de
Policía de Santa Fe y a la Unidad Regional I (UR I),
Las razones. Una primera lectura de la medida sugiere que el poder político no se limita a
impartir las órdenes a la policía sino que el espacio vital de la fuerza que pasa a ser su propio
espacio. Si para el ciudadano común siempre fue más fácil visualizar al jefe de policía que a su
superior civil, es decir al ministro político que le daba órdenes, ahora el ministro se pone
delante del jefe de policía y ocupa el despacho. Algo más que una mera distribución de escritorios.
Viejas resonancias. Ayer alguien recordó en voz baja que mientras los jefes policiales
levanten la vista y vean el despacho del ministro difícilmente olvidarán dónde tienen que rendir
cuentas.
Tampoco se dejó pasar por alto que el edificio de la policía en la
capital provincial tiene sus historias negras. El ejemplo más reciente es el asesinato por torturas
del preso Miguel Duarte, en 1998, por personal de la antigua sección Robos y Hurtos, que funcionaba
apenas dos pisos debajo de los despachos del jefe de provincia y el titular de la URI. Es el mismo
sitio en el que, presuntamente, se establecerá el despacho del ministro Cuenca.
Binner se limitó ayer a inscribir el cambio dentro de la reforma del
Estado. “En la figura del doctor Cuenca se está llevando adelante un proceso de reforma,
recuperación y validación de uno de los servicios que debe ser de los más importantes para la
provincia”, dijo, hablando del servicio y no del edificio de las calles 9 de Julio y Primera
Junta.
Las pretensiones. El gobernador dijo que el predio será ahora una ubicación estratégica para
“el cumplimiento de nuestros programas, que buscan mejorar la seguridad, la prevención y el
tratamiento de todos los hechos delictivos”.
Ayer mismo comenzaron a implementarse las tareas necesarias para que la
URI y la Jefatura de policía de la provincia pasen a funcionar en otro lugar. Para su destino
futuro se analiza la posibilidad de que vayan a la Guardia de Infantería o la actual Secretaría de
Seguridad Pública, en un diseño que se está diagramando para continuar la prestación adecuada del
servicio.
Cuenca dijo que están “estudiando la diversificación de edificios
policiales para asegurar un mejor servicio en toda la provincia” que, acotó se ensamblará al
nuevo mapa de seguridad que se irá confeccionando de acuerdo a la regionalización integral
planteada por la actual gestión con cabeceras en Santa Fe, Rosario, Rafaela, Venado Tuerto y
Reconquista.