Lautaro Ronchi tiene 18 años y en 2022 jugó todo el campeonato de fútbol en la 4ª de Racing Club. El miércoles a la tarde fue baleado por al menos dos personas en un kiosco de Ayacucho y Centeno donde tomaba una gaseosa con sus amigos Lautaro M. y Erik Díaz. Este último, de 19 años, era uno de sus amigos de la infancia en las calles de Tablada y murió en el ataque. Lautaro seguía internado en terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) con un balazo en el cráneo.
Lautaro llegó a Racing a los 11 años para ocupar un puesto de delantero. Es derecho, mide 1,79 metro y en 2022 la rompió convirtiendo 12 goles y ganándose un lugar en la mira del DT Fernando Gago, quien lo estaba siguiendo con intenciones de sumarlo a los entrenamientos de Primera. Tanto es así que el año pasado el chico entrenó en una de las canchas auxiliares del Cilindro con un grupo selecto de juveniles.
Astuto y oportuno
El entorno familiar de Lautaro es complejo y él estaba de vacaciones por unos días en Rosario, aunque sus amigos dicen que ahora es “un porteño más”. Antes de llegar a Avellaneda el chico jugaba con su amigo Erik en el club Alice de Ayacucho al 4800, una gran predio sin mucho más que una canchita a metros del Museo del Deporte.
Su técnico por esos días, Pedro Valenzuela, lo recuerda como un jugador “astuto y oportuno. Era un nene simpático y buen jugador, calladito; bajo perfil”.
Valenzuela ronda los 60 años, es flaco y fibroso y espera en la sala del Heca alguna noticia del jugador al que quiere y admira. “En esos años en Alice hicimos desastre. Yo lo tuve desde los 4 años. lo trajo su papá Luciano. Después entró a jugar en los campeonatos de la Liga Infantil de Villa Gobernador Gálvez. Lautaro es mi 9 preferido y junto a Axel “Trapito” Ojeda, que ya está en primera, fueron juntos a Racing. En Alice él estaba muy contento cuando era chico, quería jugar en primera de un club grande y me dicen que ahora también está muy contento en Buenos Aires”.
El DT que dirigió las categorías 87, 96, 2004 y 2007 se retiró en 2013 y tiene “un montón de recuerdos” de Lautaro. “El llega a Racing cuando estábamos jugando un torneo nacional que organiza Unión de Sunchales. En el cruce de grupos jugamos contra las inferiores de Racing, ahí lo vieron a Lautaro y me pidieron los datos para contactar a la familia y al padre. Lautaro y Trapito en ese momento estaban en el club Alianza y un tipo que buscaba talentos lo contactó”.
Para Pedro, esos jugadores “tal vez sean chicos para ir a los clubes grandes, pero ellos saben que es un sacrificio importante y sin sacrificio no se logra nada. Lo más seguro es que Lautaro jugará en primera como Trapito”, dijo Pedro.
Quien fuera su DT también aludió “al destino que no quiso que Trapito viniera a Rosario, porque andaban siempre juntos y por ahí lo baleaban a Trapito también”.
“Lautaro era un porteño más y con mucho futuro, de esta va a salir por que es joven y hay muchas cadenas de oración. En internet es increíble como aparece Lautaro, es un chico muy querido en el club y también por sus amigos”, dijo con optimismo Valenzuela.
El día a día de Lautaro en Racing, viviendo en la pensión, es el de un chico que pone todo de sí, que sacrificó su infancia, su juventud y sus travesuras, porque un error en el club tiene un costo inmenso, puede significar no jugar un par de fechas. No es el caso de Lautaro, que jugó el año pasado como titular todo el campeonato de la cuarta división y se perfilaba para la primera.
En la pensión
Mateo, otro chico oriundo de Villa Gobernador Gálvez que compartió muchos días con Lautaro contó cómo es la vida en Racing: “La pensión está en el club. Nos levantamos tipo 8 u 8.30, desayunamos y nos trasladan en un colectivo hasta el predio “Tita Mateuccci”. Ahí entrenamos hasta el mediodía y después a la tarde vamos a al escuela y volvemos a la pensión, donde tenemos tiempo para estar entre nosotros, joder, jugar al ping pong, lo que hacemos todos”, contó.
En cuanto a las vacaciones o el tiempo disponible para viajar a sus lugares de origen en el club son estrictos: “Venimos en vacaciones de verano e invierno; para el Día de la Madre y en Semana Santa. En otros momentos del año se consulta con la psicóloga y si ella te autoriza venís. Para salir a la noche si tenés más de 18 te dejan hasta las 5 y si sos menor hasta las 2. Y siempre tenemos una especie de tutor”.
Lautaro estaba de vacaciones en Rosario. Vino a ver a sus amigos, a sus padres y a su hermano más chico. El destino, azar o vaya a saber qué situación barrial forzaron a que este domingo, en vez de presentarse en Racing a las 18, lo vaya a pasar en terapia intensiva del Heca, peleándose con el horrible destino.